Capitulo 1

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Mi día comienza como el de todas las personas, con el ruido de un despertador que me saca de los brazos de Morfeo. La canción de Galantis resuena por toda la habitación, sacándome de la cama de un salto. Me coloco mi bata y me dirijo al baño, me despojo de mi piyama y observo mi cuerpo en el espejo. Creo que tal vez sería más bonito o deseable si no tuviera estas cicatrices que me recuerdan lo peligrosos de mi trabajo.

Por cierto, déjenme presentarme, mi nombre es Annabelle Anderson, para mis amigos más cercanos, los cuales déjenme decirles que no son muchos son Anna, pero en el campo laboral me conocen como "La Bestia". Junto a mi padre dirigimos una empresa de seguridad privada, comencé a trabajar aquí desde los 20 años, llevo aquí dentro 4, a lo largo de la carrera he conocido a varias figuras famosas, por las cuales arriesgue mi vida en su momento.

Flash back

El día está nublado, me encuentro fuera del hotel donde uno de los mayores influencers de los adolescentes se encuentra. Las medidas de seguridad que hemos tenido que tomar son las máximas, varias fans intentaron entrar al hotel, cosa que pudimos evitar.
Vamos saliendo del hotel, él decide que quiere firmar unos autógrafos antes de retirarnos, lo llamo él porque ni siquiera me acuerdo de su nombre; cuando nos acercamos a la barricada que nos protege, noto un movimiento extraño entre el público. En una milésima de segundo, noto que un no identificado porta un arma y apunta a la cabeza de mi protegido; no lo dudo, lo tacleo de la peor forma, recibiendo por completo el impacto de la bala en mi brazo izquierdo, a 6 milímetros de la vena que transporta sangre al corazón. Mis compañeros no tardan en actuar y detienen al sujeto que disparo, no era más que uno de los asesinos mejor pagados de toda Latinoamérica, y mi equipo lo puso tras las rejas, jurando venganza a todos nosotros. Miedo no me da, no es la primera vez que me amenazan, y no será la última.

Fin del Flash back

Mi padre me saca del trance gritándome desde la cocina que me apresure, sino llegaríamos tarde a la oficina. Con un humor de perros lo único que le contesto es un:- Ya voy- en tono seco y serio. Me visto con unos leggins negros, una camiseta azul como de motoquero, unos borceguís negros y mi campera de cuero. Bajo las escaleras de dos en dos, me adentro donde está mi madre y mi padre sentados frente a frente en el desayunador de la cocina. Mi padre asiente con la cabeza en forma de saludo, acción que yo repito, y mi madre me mira con cara de desaprobación total por mi atuendo, lo cual es frecuente hace ya muchos años.

Me dirijo a la nevera, tomo un poco de leche chocolatada, mi madre no me quita los ojos de encima, y eso comienza a fastidiarme, lo más tierna que puedo ser (nótese mi sarcasmo) le digo:- Tengo monos en la cara, o no me puse pantalones?-Mi padre contiene su sonrisa con las manos y mi madre lo fulmina con la mirada. Luego de unos segundos posa sus ojos en mí y dice-No te dije nada, solo me gustaría que un día de estos luzcas más femenina para variar-sosteniendo su fría mirada con ojos celestes puesta sobre mi mirada chocolate. Ruedo los ojos y no respondo, es muy temprano para pelear con ella, y algo me dice que será un día realmente largo.

Enamorandome de mi protegidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora