Epilogo

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Annabelle P.O.V

3 años después, mansión de Annabelle, invierno.

El jardín esta desolado, no hay hojas en los árboles, la decoración de color marfil esta en todo el parque, Mike consiguió rosas, no sé de dónde, pero están hermosas, mi vestido de color marfil está colgado en la percha, estoy vistiendo a Jodie con su vestidito rojo, ella llevara las flores, James llevara los anillos, mi madrina será Rosy, junto a Liam, mientras que Gregory junto a Mike acompañaran a mi futuro esposo.

Así es, luego de que se enterara de la existencia de nuestros hijos retomamos nuestra relación, se puede decir que estos últimos años fueron los más hermosos, nuestros hijos aceptaron a su padre, y se puede decir que hoy son más unidos que nunca, ambos quieren un hermanito más pequeño, ambos tienen 9 y creen que son ya mayores para cuidar a un hermanito.

Rosy junto a mi madre entran a la habitación, ambas vestidas de manera elegante, pero abrigadas por las bajas temperaturas que tenemos en estas fechas, mi madre con un vestido azul que hace que luzca más joven de lo que es, mientras que Rosy luce un vestido rojo de dama de honor. Me ayudan a vestirme con el vestido de manga larga, tratando de no estropear el peinado que hizo Liam, y por supuesto no olvidar el maquillaje que el mismo realizo en mí, unos ojos neutros, pero con unos labios rojos que combinan con las damas y con su corbata. Nunca fui buena con los tacones, asique aprovechando que el vestido cubre bien mis pies, me pongo mis borceguís tácticos a escondidas de las mujeres que rebuscan en mi armario unos tacos que fueron escondidos muy lejos de aquí.

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Samuel P.O.V

Estoy esperando, nuevamente esperando, a esa mujer que complementa mi vida, mi amada Bestia, mi bella Anna, mi luz, mi sustento, mi compañera, fueron largos los años que me falto, pero hoy nos uniremos por el resto de nuestras vidas, estoy en el altar, esperando a ver los hermosos ojos negros de mi futura esposa.

La marcha nupcial comienza a sonar, y mi hermosa princesa viene en camino, con un hermoso pero abrigado vestido rojo, tirando pétalos de flores por el camino, por atrás viene mi calco, mi hijo, con los anillos que unirán nuestras vidas ente los ojos de Dios, y al final del pasillo, con sus hermosos ojos negros enfocados en mí, viene mi mujer, la única a la que he amada, aquella que me enseñó a amar, sujeta por su padre, con una sonrisa imborrable en la cara, y los ojos brillosos por las emociones que la carcomen.

Su padre me la entrega, y al momento de tomar su mano no puedo ser más feliz, por fin ella será mía.

El párroco da inicio a la ceremonia, poca atención le presto, solo veo a mi Anna, bella, concentrada, escuchando atentamente cada palabra, analizando todo. Hasta que mi nombramiento me hace despertar.

-Y tu Samuel Roberts, aceptas como esposa a Annabelle Anderson, para amarla y respetarla, serle eternamente fiel, enfrentar juntos la pobreza o la riqueza hasta que la muerte los separe?- recita el párroco

-Claro que acepto

-Y tu Annabelle Anderson, aceptas a Samuel Roberts, para amarlo y respetarlo, serle eternamente fiel y enfrentar juntos la pobreza o la riqueza hasta que la muerte los separe?

-Acepto.

-Lo que ha sido unido por dios, que no lo separe el Hombre, ahora los declaro marido y mujer, puede besar a la novia

Antes que pase una milésima de segundo beso a mi esposa, lento suave, solo un movimiento de labios cariñoso y bello, nada lujurioso, ya que de esos me tendrá que dar a la noche.

Cuando nos separamos escuchamos los aplausos de nuestros amigos, y familia.

El resto de la velada es como un sueño, una hermosa recepción, el brindis, nuestro vals, todo sucede rápido, casi en un pestañeo, pero creo que así es la vida, un pestañeo en el que estas con la persona adecuada, un momento que puede durar horas, segundos, minutos, o toda la eternidad.

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Annabelle P.O.V

La boda fue preciosa, mis hijos corrieron y comieron azúcar como que había, ahora estamos en camino a el caribe, allí será nuestra luna de miel, los niños se quedaran con mis padres. Mi padre insistió en alquilarnos un jet privado, asique solo estábamos nosotros dos, al abordar, Samuel miro bastante mal al piloto, que me pidió un autógrafo, según mi esposo, me miraba los pechos.

-No puedo creer que te escaneo en frente mío.

-Amor, solo fue un autógrafo.

-Te miraba las tetas Anna, no el rostro, mis pechos.

-Tus pechos?

-Sí, míos, tu eres mi esposa, mi señora, mi mujer, mía. Por lo tanto, tus pechos son míos.

-Y tú, amor eres mío también.

Comenzamos a besarnos, cada uno en su asiento, pero de un momento a otro, quedo en sus piernas, el beso se intensifica, mientras continuo en sus piernas, pero mi cuerpo me traiciona y comienzo a friccionar nuestros sexos, en el medio del beso, un gemido se me escapa, y ahí mi esposo se descontrola, sus manos ansiosas comienzan a recorrer sin pudor mi cuerpo, mas curvilíneo por el embarazo y el gym, comienza a besar mi cuello, dejando chupetones, mordidas, lamidas y besos húmedos.

-Amor, la ahhs, las azafatas.

-Que les den, es nuestra luna de miel.

EL beso está en un nivel desenfrenado, se separa de mis labios, y su rostro se pierde en mis pechos aun cubiertos, los besa de una manera húmeda aun sobre mi remera, los acaricia, y se hunde entre ellos. Mis gemidos son cada vez más altos, trato de contenerlos, pero las sensaciones son muchas, no puedo resistirlo.

-Samuel, para, un segundo

-Amor, vamos, ya casi, solo un poco más.

-El exhibicionismo no es lo mío, las azafatas están mirando.

-Cuando lleguemos no te salvas.

EL resto del vuelo hablamos de los niños, están pasando de año, llega su cumpleaños número 11, y debemos planificar la fiesta.

Llegar al hermoso caribe fue hermoso, el calor se siente de una manera deliciosa, el sol se infiltra en mis poros, y el viento salado choca en mi rostro.

El hotel 4 estrellas es majestuoso, y en lo menos de lo que canta un gallo mi esposo me levanta y de la manera nupcial ingresamos directamente a nuestra habitación, donde consumamos nuestra boda de la manera más romántica, entre besos, promesas de amor, y envestidas lentas que te llenan tanto físicamente como emocionalmente.

Cada momento es hermoso, cada movimiento es cuidado para el mutuo placer, al momento de llegar al clímax fue en un grito con nuestros nombres en ellos. Y la palabra "te amo" en cada envestida, reafirmando la ruptura de cada barrera que estaba en mi corazón.

En sí, eso es lo que logra Samuel en mí, como ha destruido cada barrera de mi corazón, es lo que me llevo a enamórame de mi protegido.

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Después de 1000 años llego el epilogo, había perdido el word  con esta historia, pero luego de ver en todas mis carpetas lo encontré :D

Espero que lo disfruten, Adios!!

Los quiere R.C.R


Enamorandome de mi protegidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora