Capitulo 11

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Annabelle P.O.V

Nos encontrábamos en camino a la mansión junto a Liam, el novato me cae bien, insiste en que nos detengamos en el bar que está a las afueras de Santiago, y accedo a la idea. Nos bajamos del coche y las personas nos miran raro, yo no llevo la chaqueta puesta, por ende se notan mis marcas, y Liam tiene la remera ensangrentada, ignorando a las personas pasamos a una mesa que está en el fondo

--Jefa,--carraspeo Liam llamando mi atención --Siempre fuiste así de fría?

--Desde los 19 o 20 años, más o menos, por qué la pregunta?

--Dicen que antes era buena, y cálida—me mira a los ojos—porque el cambio?

--James, mi hermano, murió en mis brazos—miro la cerveza que nos acercaron recién—y esa parte de mí que describes murió con él.

--También murió mi hermano jefa, pero trato de ser una buena persona para que se sienta orgulloso de mi desde donde este. —Suelta una risa—me aleja de los malos caminos.

Me siento cómoda hablando con Liam, nos pasamos un buen rato hablando, y la hora voló. El me conto gran parte de su vida, como murió su hermano Tom, como yo fui su inspiración para salir adelante, un modelo a seguir, lo cual me hizo emocionar, a pesar de llevarnos unos pocos años, me siento responsable por él. El reloj da las 2 am, y decidimos seguir el camino a casa, el cual estuvo plagado de risas, y conversaciones de borrachos.

Cuando estuvimos frente a la mansión solo dijo un Wow, y al decirle que me pertenecía abrió más la boca, y me dijo que me propondría matrimonio si lo dejaba vivir ahí, yo solo sonreí, sabía que mañana no recordaría nada. Lo guie hasta su habitación y acto seguido fui a la mía.

--Hasta que llegaste Anna, estaba preocupado—Mi padre está furioso, pero no sube la voz por respeto a Harrison y Roberts

--Ya estoy aquí—me saco la campera—fui a tomar unos tragos con el novato, que por cierto está bien

--Que le sucedió, y desde cuando tanta simpatía por los novatos, no lo habías amarrado cual ganado hace una semana?—Mi padre el bromista volvió

--Primero, lo apuñalaron, pero nada importante, está bien—levanto dos dedos—segundo, estaba haciendo las paces con él, y tercero—levanto otro dedo—te divertiste cuando los encontraste, acéptalo... y déjame dormir, tengo sueño, fue un largo día

--Muy bien, duerme, tu cama está al lado de la de Samuel, tu ropa en el último ropero, y tu cuchillo está bajo tu almohada.

--Gracias padre, buenas noches—me giro sobre mis talones y voy al ropero, busco una piyama, y me despojo de mi ropa ahí nomás, estoy confiada en que ese par está durmiendo, tomo un bra deportivo, un pantalón de chándal y me adentro en la ducha.

Samuel P.O.V

Escuche cuando ella entro por la puerta, a las risas con el novato, hubo silencio y luego la puerta se abrió, el padre de Bestia está furioso, pero no grita porque estoy "Dormido" luego de dar por terminada la conversación, me giro y la busco con la mirada, por la tenue luz de la luna, veo a Bestia despojarse de su ropa dejando la silueta de su hermosa figura al descubierto, minutos después se escucha la regadera y tras 15 minutos de escuchar la lluvia artificial, la puerta se abre, y sale ella vestida muy simple, pero hermosa. Esta chica alborota mis hormonas, es tan, terca, fría, dura, pero sensible en cierto modo, un misterio que me gustaría descubrir. No me doy cuenta cuando ella ya está acomodando la cama, saca un gran cuchillo debajo de su almohada, lo toma entre sus manos.

Enamorandome de mi protegidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora