Pandora

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Pandora me estaba esperando en el aparcamiento del instituto mientras acababa mi maravilloso día de castigo.
Había pasado una semana desde que el Director decidió que iba a pasar castigada todas las tardes en la biblioteca, hasta que pasara el baile.
Era una mierda, me importaba una mierda el baile, pero estar castigada con unos gilipollas era ya la mierda de todas.
Entré en el coche plateado de Pandora, me sonrió traviesa.
-¿Qué tal con tus amiguitos?-Puso en marcha el coche.
-Vete a la mierda Pandora, si hubiera querido estaríais  haciéndome compañía.
-Ya, pero como tú eres el cerebrito, te toca palmarla.
-Espero que está noche me lleveis a algún sitio para desconectar-Pandora sonrió, y yo sabía perfectamente que quería decir esa sonrisa.
-Destruction-y con éso, sonreímos las dos , encendió un cigarrillo y nos fuimos del aparcamiento.

Había estado toda la cena con el móvil mandando mensajes a mis chicas para que nos organizaramos para esta noche.Cuando acabé de cenar la mierda que había preparado mi hermano, me fui directa al armario para ver con que sorpresa iba a aparecer. Siempre tenía que estar a la altura cuando salíamos las BLACK ROSES, porque era uno de los cargos de la líder, así que puse el armario patas arriba hasta que di con el conjunto perfecto.

Me coloqué un body de manga larga, de terciopelo rojo color sangre, con un escote en pico que se ceñía y marcaba mi pecho, encima me puse una falda negra de cuero y unos zapatos plateados de tacón.
Mi maquillaje era discreto, no quería pintarme demasiado los labios por si se me corrían si es qué me dejaban liarme con alguien, por que siempre que salíamos acababa siendo la niñera y lo odiaba.
El telefonillo de casa sonó y fui disparada hacía el.
-¡FIESTA!-reconocí la voz de Pandora y a las demás riéndose por lo bajo.
-Su carruaje espera, señorita Taiga-Lilit puso una voz grave que dejo de serla cundo dijo mi nombre mientras que se partía el culo, ella y las demás.
-No tenéis remedio-dije y colgué el telefonillo.
Agarré mi mini bolso en el que llevaba mi teléfono, dinero, documentación, las llaves y unos pañuelos.
En el perchero de la entrada encontré el abrigo corto de pelo gris que compré en una tienda vintage de segunda mano, y que había estado peleando por el durante unos diez minutos porque una puta cocainomana se le había antojado, pero claro esta que a mí nadie me quita nada de las manos.
Bajé poniendomelo y cuando llegué abajo había un taxi parado enfrente de mi piso, una ventanilla se bajó y una preciosa Lilit me chillo algo y yo fui directa a la puerta que se me abrió.
Me introduje en él, y cerré la puerta con fuerza, saludé a las chicas.
Pandora estaba sentada en el asiento de alante con un vestido dorado ceñido y que dejaba ver su espalda al desnudo. En el asiento de la izquierda estaba La pirómana de Gabriela, o más conocida como Gabi la chispas.
Llevaba el pelo enmarañado y tenía puesto un mono largo negro y en la parte del pecho unas plumillas rojas colgaban de su escote.
Lilit estaba en el medio con unos labios rojos perfectamente pintados que resaltaba su rubio de pelo.Ella era la más despampanante rubia que existía, y hoy estaba increíble.
Un vestido de satén en morado grisáceo tapaban lo justo y una cazadora dorada a juego con sus zapatos que estaban pegados a los míos en el suelo del asiento.
Pagamos al taxista cuando nos dejó en la entrada.
Una fila inmensa estaba plantada en nuestras narices.
Y en lo alto del lugar en unas letras neón se leía «DESTRUCTION».
Habiamos llegado.
Destruction era la mayor discoteca por la noche y bar por el día, que jamas había existido.
Ponían música desde los 80 hasta la actual y había todo tipo de gente que venía a beber, bailar, follar y no acordarse de nada al día siguiente.
Era perfecto, y lo mejor era que ninguno del instituto venía por aquí.
Después de unos minutos esperando en la entrada, un coche grande se paró en seco y salieron dos chicas con un vestido igual pero de distinto color, uno azul plateado y otro rosa oro.
Eran las hermanas ross.
Taylor y cassie, unas completas salidas y sin escrúpulos que habían compartido novio más veces que de ropa.
Así ya estábamos todas las BLACK ROSES.
Nos reunimos y empezamos a hablar mientras que andábamos hacía las puertas y el principio de la cola.
Un segurata enorme se nos quedó mirando.
Las únicas que eramos mayores de edad éramos Pandora y yo, así que las demás no podían entrar a menos que tuvieran un carnet falso o le agradaramos al segurata.
-Hola chicas, se os ve genial-Le sonreímos a Matt.
-Mucha gente veo hoy-Le dije.
-sí, hoy está lleno de pelotas, pero faltais vosotras-Nos hizo un gesto con la mano para darnos el paso y nos abrió una puerta con una cortina roja de terciopelo.
-Gracias, Matt- Le gritamos con una sonrisa y él se nos quedó mirando con deseo.
Cuando entramos a la oscuridad, simpathy for the devil, de los rolling sonaba a un volumen extremo y la gente se volvía loca cundo sonaba el coro.
Las hermanas ross se dirigieron a la barra para pedir nuestras bebidas.
Gabi y Lilit fueron a buscar una mesa libre, mientras que Pandora y yo nos fuimos a los baños.
No había mucha cola cuando nos tocó entrar, y lo agradecí porque no me aguantaba más.
Pandora se quedó en la zona de los lavabos por si algún gilipollas borracho intentaba algo indecente.
Cuando acabé me lave las manos y algo en la cara de Pandora me hizo fruncir el ceño, algo no iba bien.
-¿Qué pasa Pandora?-Mi voz era suave y fraternal.
-Es Nick-Entonces toda mi dulzura se desvaneció al oír el nombre de Nick.
Nick era el mayor gilipollas, narcisista, putero de todo el Instituto y de todo el universo, y también era el novio de Pandora hacía medio año.
Yo había impedido por todos los medios que siguiesen juntos pero Pandora estaba demasiado enamorada de ese capullo.
-¿Qué ha pasado, le tengo que matar?-Pandora sollozo una pequeña sonrisa.
-Nos hemos peleado otra vez, y está vez sus ojos estaban más perdidos.
-Tú no me quieres hacer caso Pandora, así que yo ya no te voy a decir lo que tienes que hacer, pero ten cuidado, ya sabes que ellos no se andan con tonterías.-Con esto dicho ambas salimos del baño y apartando a la gente de nuestro paso, fuimos donde Cassie hacía señales con las manos y señalaba una mesa.
Me senté en un sofá al lado de Lilit que estaba tomando una bebida de color rosa.
Taylor me dejó encima de la mesa una jarra fría.
-Tú cerveza-Se sentó enfrente de mí junto con su hermana Cassie.-Bien,¿Y qué tal llevas las tardes?-Bebí un gran sorbo y la miré con asco.
-Sigo esperando un gracias, vosotras odiais el baile y si no fuera por mí, me estaríais acompañando.-Taylor me sacó la lengua como una niña pequeña.
-Sabes que estás castigada por que el director te tiene asco-Soltó Lilit apoyándose en el respaldo del sofá.
-Le odio, y a Jonathan también, los odio.-Mi furia se abrió camino por todo mi cuerpo al pensar en esos dos capullos que me querían ver acababa en cualquier esquina.
-Dejemos el tema-Las dije con tono seco.
-Vale, pues hablemos del tío que no para de mirar aquí.-Todas nos dimos la vuelta, y alzamos las cabezas arriba para ver mejor.
-Muy sigilosas,creo que se ha dado cuenta hasta el último de la fila de que le estáis mirando-Taylor nos hizo una señal para que pararemos de mirar, pero pasamos de ella y le miramos más descaradamente.
Lilit de tanto estirar su cabeza, se resbaló con la mano que tenía apollada en la mesa y se estampó contra el suelo de la forma más patética posible, al oír el golpe todas dirigimos la mirada a Lilit que estaba besando el suelo.
-Lilit quieres parar de hacer tonterías-Cassie la cogió del brazo y la levantó.
-Mierda, que viene.-Dije y todas nos quedamos rígidas.
Era un chico alto y guapo, muy guapo, de pelo negro y ojos marrones.
Vestía sencillo y tenía buenas espaldas.
-Hola señoritas-Nosotras hasta el momento de su llegada a nuestra mesa habíamos actuado indiferentes y como si Lilit no se hubiera caído por estar mirándole.
Taylor se giró y él se quedó medio boquiabierto.
Ya está era de Taylor, la muy puta se los llevaba a todos con esos ojos azules que tenía.
-Hola-Le saludo Taylor.
Otro chico muy parecido a él se acercó sin despegar los ojos de Cassie.
Y ella ya lo había enfilado.
Llit y yo nos miramos con cara de estúpidas mientras que las hermanas ross se iban con los chicos.
-Cosas de hermanas-Dijo Lilit triste-No lo entiendo siempre ligan todas y yo estoy aquí contigo sentada en el sofá.
-Gracias-me la quedé mirando con asco-Nadie te obliga estar aquí con la bruja de Taiga.
-¿Bailamos?-Lilit me extendió la mano y yo sonríe.
-Por supuesto.
Gabi corrio por toda la discoteca eufórica y apartando a todo el que estaba a su paso, llegó a nosotras, que llevábamos baila como una eternidad.
Se paró en seco,colocó sus manos en mis hombros, y se agachó un poco hacía adelante cogiendo aire.
-Nick está y aquí, ellos están aquí.-Aparte rápidamente sus manos de mis hombros y comencé a correr por todos los lados gritando desesperada el nombre de Pandora.
Gabi y Lilit se fueron a buscar Taylor y cassie.
Gritaba más fuerte pero ni yo podía oír mis gritos.Sabía perfectamente que sí Nick estaba aquí y sus amigos también no era para nada bueno, y menos aún si como me había dicho Pandora, ambos estaban peleados.
Me paré en la zona reservada y cogí aire, no me iba a poner a llorar pero estaba a punto de ahogarme, no la encontraba, no encontraba a mi mejor amiga, a mi hermana.
Entonces me vino la imagen en los baños cuando apenas hace unas horas me había contado su pelea con Nick.
No tuve tiempo, salí corriendo hacia la puerta de los baños.
-Woo, que tía,¿Porqué no me haces un trabajito, Tai?-Eran los amigos de Nick, estaban a unos metros del baño de guardaespaldas, me dio un asco y una rabia.
-Por que no te lo hace tu madre,gilipollas-Fui corriendo a la puerta sin que ninguno logrará alcanzarme, porque era una puta gacela.Entré en el baño, estaba vacío, y unos pequeños gritos y sollozos hicieron que mi respiración se parara.
Fui uno por uno abriendo las puertas, hasta que di con una melena rubia que estaba de espaldas, tenía los pantalones medio bajados junto con sus boxer.
-¡QUITA!-Le aparte de un golpe y ambos caímos al suelo.Nick se levantó rápido y se subió los pantalones,
Vi como me sonrió y se fue.
Mi cabeza había amortizado el golpe y dolía como nunca.
Me levanté poco a poco, mis ojos buscaron con desesperación a Pandora, y allí la encontré.
Tenía los ojos rojos y las lágrimas salían con rapidez de ellos, la nariz estaba roja y los labios los tenía hinchados y con todo el pintalabios corrido, su vestido estaba destrozado y tenía marcas en las piernas.
-Pandora-La susurre con un nudo en la garganta.
Ella me miró y empezó a gritar desesperada, llorando con fuerza.
Yo la cogí y la abracé lo más fuerte que pude.
Tenía que llevármela de allí ya.

MALAS INFLUENCIAS(+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora