I KISSED A GIRL

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El lunes por la tarde me tocaba papeleo en el taller de mi hermano, y sinceramente no me apetecía nada de nada.

En verdad quería estar metida en la cama y no salir como en un año, los motivos eran simples.

El baile de fin de curso se acercaba y aun teníamos que preparar un montón de movidas y entre tanto, luchaba por que las animadoras y mis chicas no se mataran; también estaba el hecho de que mi madre no se volviera mas loca y decirle que mi padre se volvía a casar con una más guapa, más delgada y mas joven, no creo que ayudara mucho.

La boda de mi padre y la barbie, eso si que era para meterme bajo tierra y morir allí, es que en que mundo vivía mi padre para decidir casarse otra vez. La primera le salió como el culo y ahora parece que quiere repetir.

El tema de la universidad, el futuro y no acabar en la cárcel o de stripper también era algo que últimamente no me deja dormir muy bien.

¿Qué futuro iba a tener yo?, no me gustaba estudiar, tenia problemas familiares, y problemas mentales.

JODER.

Y entonces ahí era cuando mi respiración no llegaba a mis pulmones, ejercía fuerza para que mi respiración entrara y saliera, pero nada.

Me sentaba, me tumbaba, intentaba concentrarme en la respiración y para cuando seguía haciendo fuerza en mi garganta, en mi nariz para que el aire entrara, aparecían puntitos negros en mi habitación, en la calle, en donde me pillara.

Sentía el corazón en la garganta y en mis oídos solo había pitidos, las piernas me empezaban a temblar y tenia un agujero enorme en mi pecho, vacío.

Cerraba los ojos pensando que era el final, pero luego pasaba.

Todo pasaba, mi respiración volvía a ser constante, y no necesitaba estar pendiente de controlarla, mi corazón ya no lo sentía en la garganta y los pitidos se iban silenciando.

Seguía mareada pero ya estaba tranquila.

No me moría, pero parecía el final.

Todo me absorbía, me superaba, la gran masa de todo lo que me rodeaba me iba inundando todo mi cuerpo y mi mente estaba dividida, había tanto que no podía controlar, asumir o solo comprender.

Y lo que más me hacia daño y con quien nadie compartía, era que me sentía sola.


Era simple y cada vez me asustaba más, a medida que iba creciendo pensaba más en cosas como: la muerte, la soledad, la familia, mis amigas.

Y en todas esas me veía sola.

                                                                                 -

-¿A donde estuviste el otro día?-Me preguntó Dani mientras me entregaba facturas-Pandora me dijo que tenias una cita-Me sonrió.

En ese momento me dieron ganas de romperle los dientes pero luego pensé en la factura y se me pasaron las ilusiones.

-A ti que coño te importa, ¿Acaso te pregunto que tal te va con Pandora?-Le conteste notablemente irritada, esta conversación no iba a llegar a ningún lugar bueno.

-Pues nos va bien, no sabes que tigresa es, se tira todo el día encima mía.

-¡eh!, cuidadito cerdo, que estas hablando de mi mejor amiga-Le amenace mientras me sentaba en la silla para empezar a realizar el papeleo.

Y justo en el momento más perfectamente imperfecto, apareció Cameron con la cazadora que aparecía en mi cabeza cuando pensaba en él.

No habíamos hablado  desde nuestra cita, y era un poco preferible, no porque la cita hubiera ido mal, si no porque me obligo a jugar al billar aun habiéndole advertido de que no sabia y bueno, habíamos tenido un pequeño accidente.

MALAS INFLUENCIAS(+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora