Lealtad Tatuada (R#4) [Lealtades #1]

14. Trabajo de escolta

Acompaño a Keisy al centro comercial, hago mi supuesto "trabajo" y me mantengo alerta, ya que no tengo nada que hacer. La adolescente hormonal sale corriendo de una de las tiendas y me muestra un vestido, estando muy alegre.

—Este es muy bonito.

—Seguro que sí —Fuerzo una sonrisa y bueno, me aburro —ni mis novias de la adolescencia se cambiaban tanto —Me río.

—¡¿Te burlas de mí?! —Se desconcierta.

—¡Sí! —Hago una carcajada.

—¡Que malo! —Se queja y yo me sigo riendo.

—Es que no tengo nada que hacer —Luego reacciono y me lo pienso —¿Por qué necesitas un escolta Keisy? —Muevo las cejas demostrando burla —¿Algún novio molesto te persigue? Suena a que lo saturaste.

Ella se ríe.

—No, te digo la verdad, ni idea —Se cruza de brazos indignada —¡Y no tengo novio! —Me mira pícaramente —Aún.

—¿Ya se te activaron las hormonas? Eso no va a pasar, así que deja de pensar así y buscaste un chico de tu edad —Muevo mi dedo índice, reprendiéndola.

Frunce el ceño.

—No eres mi papá.

—Pero podría serlo —sonrío.

Su semblante se hace alegre.

—No eres tan viejo.

Me lo pienso y vuelvo a reír.

—Tienes razón —Luego reaccionó —¡Ese no es el punto!

—Claro que lo es —Se agarra de mi brazo —te hice un halago.

—¿Tus hormonas no se cansan? —Bufo.

—Es que tener tan buen macho adelante las hacen reaccionar —Su sonrisa se amplía.

—¿Macho? ¿Acaso soy un animal? —Levanto una ceja.

Se ríe nuevamente.

—Es una forma de decir.

—Si ya terminaste tus compras y tu coqueteo ¿Podemos volver a la casa? —Saco mi brazo de su agarre.

—Si me dices dónde está tu tatuaje —Hace una risita.

—No —sonrío.

Une sus manos y se pone a rogar repetidas veces.

—Por favor, por favor, por favor.

—No —Sigo determinado. Levanto la vista y veo algo sospechoso, me pongo serio —. Silencio.

—¿Qué? —Se voltea.

—Nos están vigilando.