Lealtad Tatuada (R#4) [Lealtades #1]

96. ¿Quién es Yerik?

Me niego a que Kovalev intervenga en esto, tengo que convencerlo de que se vaya.

—Vamos a hablar —Miro en todas direcciones —sigueme.

Salimos del edificio y en frente hay un restaurante, así que entramos allí.

—¿Me invitas a comer? Que linda —Se ríe —¡Pero hoy no tengo esmoquin, sólo esta remera y mis sexys jeans!

—Cállate y sientate —Señalo una silla y al camarero le pido dos cafés. Me siento y al fin él también lo hace —. Escuchame, debes desistir, yo me encargaré.

—Sí como te encargaste de azulito —exclama en un tono algo tosco y mira hacia un costado.

—¿Azulito? Hablas de Yerik —lo confirmo cuando me vuelve a mirar —. Sí, hablas de él.

Frunce el ceño.

—¿Quién es Yerik? ¿Por qué tanta confianza qué hasta lo llamas por su nombre? ¿Dónde quedo tu profesionalidad que tanto dices?

—¿Qué te pasa? —Continuo sin expresión ante su interrogatorio que no tiene ningún sentido.

Hace puchero.

—Estoy celoso —Es sincero.

Controla tus emociones Aleshka. Dejo de observarlo mientras siento que mi corazón se acelera.

—Eso es innecesario y perjudicial para la misión, no puedes intervenir pensando en algo como eso —Aprovecho la oportunidad.

—¡¿Qué?! —Se sobresalta —¡¡No uses mis sentimientos como una excusa para evitar que te proteja!! Antes de estar enamorado, también soy un soldado y fui tu compañero, no puedes dudar de mi eficiencia.

—No dudo de tu capacidad, pero Yerik es diferente, es peligroso —advierto y vuelvo a observarlo —descubrí que pertenece a un proyecto —le cuento a ver si me hace caso.

—Se ve que lo conocés bien —Bufa y luego hace una pausa —. Necesito paciencia, devuelvanme mi paciencia —Juguetea y sonríe, haciendo una especie de melodrama, se cubre la cara —. Oh mi paciencia —Levanta la vista y me mira para repetir —. Hablando en serio ¿Quién es Yerik? Se veían muy cercanos.

—Si te lo digo ¿Vas a desistir?

Sonríe.

—No. Aunque podría darte una de mis ideas fabulosas para deshacerte del director —Me guiña el ojo.

Me lo pienso.

—De acuerdo.

—Te escucho —Apoya su cabeza en su mano y su codo en la mesa para sostenerse —tierra llamando a Aleshka, estoy esperando.

Maldita sea, ¿Para qué acepte?

La boca de Kovalev se abre levemente cuando ve que me sonrojo y frunce el ceño cuando comienzo a bajar la vista.

—Yerik es... —Mis mejillas arden —es mi primera vez.

—¡Ay! —Levanto la vista cuando grita. Se quemó con el café.

¿Justo ahora lo tenían que traer? Que vergüenza.