XV. La verdad completa

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Hola. Decidí poner uno más para que salgan otras dudas y se resuelvan anteriores. Sé que están un poco en shock y tristes pero las voy a recompensar en algún punto. Es una promesa. Sólo pido paciencia.

DISFRUTEN SU LECTURA...

Desgraciadamente, la fuerza de él era mucho mayor así que sólo cerró los ojos resignada, sin embargo, de momento sintió que el peso se quitaba de su cuerpo y escuchó una voz que irrumpía la habitación

La: ¡suéltala Julio!, ¿qué estupidez estás haciendo? (Agarrándolo entre él y un enfermero que lo acompañaba)

J: esa perra tiene que ser mía (fuera de sus cabales) ¡no puedo permitir que sea feliz con San Román, no llegué tan lejos para quedarme con las manos vacías!

La: no sabes lo que estás diciendo (forcejeando por tenerlo quieto) ¿estás bien María? (Ella asintió entre lágrimas) vamos, ayúdame a ponerle esa camisa antes de que se suelte de nuevo (a su acompañante)

El enfermero le ayudó a ponerle la camisa de fuerza a Julio mientras Larios le inyectaba un sedante muy fuerte, lo mantuvieron quieto por unos momentos hasta que el sedante comenzó a hacer efecto...

La: (acercándose a María) tranquila, ya está sedado (calmándola) ¿qué fue lo que pasó?

M: pasó que es un desgraciado que me destruyó la vida y que yo fui una estúpida cobarde que lo permitió (llorando) lo odio Larios, ¡lo odio como jamás imaginé hacerlo y quiero verlo pagar el daño que me hizo!

La: ¿tan grave fue? (Sorprendido)

M: sí Larios, fue demasiado lejos y no puedo permitir que siga haciendo daño o que mate a más gente (recordando) ¿viste a Blanca?, Julio le disparó y estaba tirada en el piso

La: no, no vi nada pero vamos abajo a buscarla

M: vayan ustedes, mientras llamaré a la policía

La: ¿segura? (Muy sorprendido)

M: completamente segura (decidida)

Larios bajó con su ayudante y encontraron a Blanca viva, tenía una herida considerable pero no era nada grave, por fortuna. María llamó a la policía y en menos de veinte minutos el lugar se llenó de oficiales haciendo preguntas y tomando declaraciones.

*Mansión San Román*

Los muchachos bajaron a desayunar con una resaca terrible por la noche anterior y se preguntaban si su plan habría funcionado, sus tías llegaron después de ellos al comedor.

A: ¿alguno sabe algo de lo que pasó anoche?

Es: no tía, no sabemos nada

Va: me muero de la curiosidad por saber en qué terminaron las cosas entre ellos

R: (interviniendo) pues si me permiten interrumpirlos, las cosas no salieron bien, Tránsito y yo los escuchamos discutir y al parecer su mamá ya firmó el divorcio (ellos la miraron sorprendidos)

E: (entrando al comedor) efectivamente, ya firmamos el divorcio y veo que ustedes fueron los chistositos que planearon todo lo de ayer ¿verdad? (Molesto)

H: papá nosotros sólo deseábamos que se arreglaran las cosas entre ustedes

An: no queremos que se separen (triste)

E: pues ya es un hecho, no hay marcha atrás, sólo me resta esperar a que Luciano llegue por los papeles

C: mijito, papi chulo, ¿de verdad ya no hay nada para salvar el matrimonio?

El Último Suspiro IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora