SUFICIENTE

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Era inútil, la mancha no saldría, así como así. Además, no serviría de nada, todo el traje estaba manchado. Me quite mis lentes y los limpie, abrí la llave para poder limpiar mi cara. La puerta se abrió y de ellos emergieron adrián y Adam, mis amigos.

- Esas hijas de perra la pagaran caro. - murmuro Adam

- Ya hemos ido a hablar con ellas por décima vez, John... esto debe cambiar. - dijo adrián.

- Es mi culpa, debí haber sabido que el invitarme a la fiesta no era necesariamente una disculpa o algo para hacer las paces.

- Ese el problema, piensas que siempre que te hacen algo tú lo has ocasionado. - Adam se acercó y me miro a tras vez del espejo.

- Vamos a cambiar esto. - se le unió adrián. - esas hijas de perra verán todo lo que han estado haciendo durante este tiempo y se arrepentirán.

- Por hoy solo quiero regresar a casa. - dije mientras me ponía los lentes en su lugar.

- Mañana esto va a dar un giro, veras que las tendrás comiendo en la palma de tu mano. - dijo adrián.

Con esa frase salimos del baño, oía las risas de todos cuando pasaba a su lado, esta era la última vez que hacían algo así. Estaba dispuesto a cambiar fuera lo que fuera y si necesitaba vender mi alma al diablo eso estaría bien.

Cuando regresé a casa, mama y papa pidieron explicaciones sobre mi aspecto, pero solo pude decir que estaba cansado y quería ir a dormir. Después de haber tomado un baño, me recosté en la cama y no pude evitar sentirme débil y tonto. Era un hombre, "los hombres son valientes y generalmente son más fuertes", decía papa cada mañana. Pero en ese instante estaba roto no solo en mi cabeza si no en todo lo que dependía de mí.

Quede dormido después de llorar. Para cuando desperté mama y papa ya estaban abajo desayunando. Me acerqué a la mesa, y comencé a desayunar. Mi plato estaba tibio, pero no sabía mal.

- Hijo, ¿paso algo ayer que quieras platicar? - dijo papa sin quitar la mirada del periódico

- No, todo ha ido como siempre.

- Hijo, ¿Cuándo se va acabar esto?, no te puedo comprar un traje nuevo cada vez que salgas.

- Lo siento padre, siento no ser el hijo que deseas.

- Hijo, eso no es lo que quiere decir tu padre. - dijo mi madre.

- Solo les comento que hoy cambiara eso.

Con esto último me levante de la mesa y subí a mi cuarto, me cambie de ropa. Los chicos llamaron minutos después, querían que los esperara fuera de casa. Según ellos tenían el plan perfecto para esto. Costoso, por cierto, ellos pidieron mi chequera ya que tenían planeado gastar en un par de cosas.

Salí poco después, mis padres no cuestionaron nada, solo me observaron salir. Adam y adrián ya estaban afuera esperando.

- Estas listo. - dijo Adam

- Por supuesto, ¿Qué vamos hacer primero? - dije mientras entraba al auto de adrián

- Visitaremos a una experta en deseos carnales. - dijo adrián mientras ponía en marcha el auto.

- ¿deseos carnales?

- Esas jodidas desearan tenerte, y estamos hablando enserio. - dijo Adam.

- No entiendo. - dije mientras los veía un poco preocupado.

- Cambiaremos tu imagen. - hablo adrián. - pero nosotros no sabemos sobre esas cosas, así que te llevaremos con una experta en eso

Los chicos manejaron un par de minutos. Me dieron una plática de como se trata a esa clase de chicas. Finalmente, después de un tiempo los chicos estacionaron frente a un lugar poco vistoso.

Había dos guardias grandes afuera. Los chicos bajaron del auto y se acercaron a hablar con ellos. Solo hizo falta un par de palabras para que los guardias nos dieran acceso al lugar.

La música estaba alta, había muchos hombres bebiendo. Mis ojos viajaron por todo el lugar hasta toparse con unas chicas que bailaban en un escenario, hacían movimientos sexys y los hombres metían dinero en su ropa interior. Baje la mirada.

Los chicos seguían caminando, hasta que se sentaron en una mesa.

- ¿Qué hacemos aquí? - les dije mientras intentaba no mirar todas esas faldas cortas.

- Tranquilo, una amiga trabaja aquí. Le pediremos que nos haga el favor, pero enserio te va a costar.

- Solo espero que enserio haga un buen trabajo. - ambos se miraron y rieron. - ok vale, ya entendí. - dije rodando los ojos.

Minutos después una chica vistiendo de colegiala con la falda extremadamente corta, y una blusa que apenas la cubría se dirigía hacia nosotros.

- Hey muchachos, me buscaban. - dijo sentándose en la mesa

- Sí, tenemos una propuesta para ti. - dijo adrián mientras la chica los miraba extrañados

- Hey chicos, no hago cuartetos, así que háganse a la idea

- No es para nada eso. - dijo Adam. - te presentamos a Johnny. - dijo Adam haciendo que ella dirigiese su mirada hacia mí, me dedico una dulce sonrisa.

- ¿Quieren que le quite su virginidad?

- Para nada. - dijo Adam. - solo necesitamos que lo hagas verse deseable.

- ¿para qué quieren eso?, el chico es lindo solo necesita cambiar su guarda ropa. - no pude evitar sonreír.

- Lo sabemos. - dijo adrián. - pero unas hijas de perra han estado fastidiándolo últimamente, queremos darles una lección.

- Vuh, ya veo eso sí que me interesa. - dijo la chica mientras ponía atención a todo.

- ¿entonces nos harás el favor?

- Le hare el cambio de look, solo tengo que pedir permiso de irme esta tarde y lo tendré listo mañana

- Además, queríamos pedirte otra cosa. - tanto yo como la chica nos giramos a ver a adrián. - ¿queremos que finjas que es tu novio por unos días. - abrí la boca en cuanto adrián termino de decir eso.

- ¿Saben que les costara?

- No te preocupes, él tiene pasta de sobra. - la chica me miro y finalmente asintió

- De acuerdo, los veo en un rato en el centro comercial del centro. Comenzaremos por darte el cambio de look que necesitas. - me dijo antes de que se parara y se fuera.

JUGANDO A SER NOVIOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora