Especial 03: Disculpas.

1.5K 161 17
                                    

Después de secuestrar a (t/n), Kaido se llevó a Kid, donde fue torturado por su atrevimiento, también fue privado de todos sus lujos y beneficios.

Cierta noche Kaido llamaba al joven frente a su presencia, quién iba cortante en cuanto actitud, al verlo frente a él, el mayor suspiró con frustración.

-Me he equivocado contigo... cuando tu madre me confió tu vida le prometí que nada te faltaría, y al parecer eso es lo que te ha corrompido... dime ¿qué tienes que decir en tu defensa?- el pelirrojo chasqueo la lengua, desviando la mirada.

-Esa chica... debía ser mía...- Kaido le dio una bofetada, derribándolo.

-Imbecil... la ibas a obligar a estar contigo, yo de idiota que había aceptado la idea de la alianza, me habías dicho que esa niña era tu novia...- Kid se levantó, volteo a mirarlo.

-Si... lo era... esa mocosa me cambio por ese guardián... por eso tenía que darle una lección, conmigo nadie juega...- Kaido se lamentaba, había malcriado a aquel muchacho, le había mostrado que podría ser dueño del mundo, pero al parecer el menor agregó el "Por los medios necesarios".

-Al parecer nunca te arrepentirás de lo que hiciste... Doflamingo pudo haberte denunciado, pero llegue a un acuerdo con él... he perdido mucho dinero por tu culpa... así que trabajaras hasta pagarme el último centavo...- Kid se sorprendió.

-Debe ser una broma...-

-Yo nunca bromeo... trabajaras, pero no dónde ya estabas acostumbrado, harás el trabajo que has evitado toda tu vida... tendrás dinero limitado, ya no tendrás escondites y sobre todo, ya no vas a tener hombres a tu disposición, ahora tendrás un jefe al que respetarás y obedecerás...- a cada palabra el pelirrojo no daba crédito a lo que decía el mayor.

-¡No puedes hacerme esto!- se molestó.

-Por supuesto que si... ya me había tardado en hacerlo, así que obedece o lárgate de mi vista, sin nada más que lo que traes puesto...- regañó seriamente, su tono era tan frío que le erizó la piel al menor.

Pasaron algunos meses, en los que Kid hacía trabajos pesados, ya sea cargando mercancía o dando mantenimiento a las lanchas, sin duda era un trabajo pesado, que él no soportaba. En la escuela veía a (t/n) a lo lejos, no podía acercarse a ella o lo lamentaría, solía verla con sus amigos, ya habían pasado varias semanas desde aquel acontecer, por supuesto no se le hacía raro ver al guardaespaldas con ella.

Le daba tanto coraje, el podría estar en ese lugar, maldecía la hora en la que el peliverde se entrometió en su vida, cierta tarde en los puertos de Sabaody, Kid trabajaba hasta que apareció alguien.

-Eres tú... ¿qué quieres Trafalgar...?- limpiaba sus manos de la grasa de los motores.

-Quería decirte que pese a que intentaste matarme, no te guardo rencor, veo que estás pagando todas las idioteces que has hecho...- dijo con cierta burla.

-Como sea... ya me viste, ahora ríete y cuéntale a tu hermanita...- su tono era sarcástico. –Todo es culpa de ese entrometido guardaespaldas...-

-Aunque Roronoa-ya no hubiera estado, nunca hubieras logrado tus ambiciosos sueños...- Kid se intrigó y bajo de la lancha.

-¿De qué hablas?- se molestó. –Es obvio que (t/n) sería mía, yo me hubiera convertido en el dueño y señor de los negocios de Doflamingo...- exclamó.

-Te equivocas... pudiste haberte quedado con (t/n)-ya... pero con los negocios no...- Kid abrió la boca incrédulo. –¿De verdad crees que Doflamingo te dejaría a cargo de sus negocios serios?, eres un ingenuo Eustass-ya...-

-Eso dices porque no me salí con la mía...- sentenció, pero le intrigaba la sonrisa ladina del ojigris.

-Espero que en verdad aprendas de tus errores, sino Kaido te dejara en la ruina y por tu cuenta...- comenzó a caminar. –Por cierto, gracias por provocar mi accidente, Doflamingo me dio un mejor vehículo por ello...- el pelirrojo se molestó al ver que Law se dirigió a un automóvil, era un modelo reciente y elegante.

-Maldito...- subió de nuevo al yate y continuó con lo suyo.

Pasaron varias semanas, en las que Kid trabajaba, el problema ahí era su temperamento, no se acostumbraba a que le dieran órdenes, por lo tanto se metía en muchos problemas; nada le estaba saliendo bien pues en la escuela escuchaba rumores de la fiesta de (t/n), cumpliría 18 años, además se prometía una enorme y lujosa cena, donde serían invitados pocos.

En todo ese tiempo Kid notó que (t/n) estaba feliz y más radiante que nunca, al verla, se sentía ofendido, pues cuando eran novios ella no parecía estar igual de feliz.

Durante la hora del almuerzo, se las arregló para verla, la abordó antes de que entrara a la cafetería.

-¡Déjame en paz!- dijo deteniéndose, estaba molesta. –Sino le diré a mi padre...- amenazó, Kid carcajeo.

-Estamos en la escuela... ¿esperas que venga tu noviecito?- cuestionó con burla.

-Cuando le diga te buscara para darte una lección...- él la tomó del mentón. –¡Suéltame!- apartó bruscamente la mano del pelirrojo, quien no se apartaba.

-(t/n)... perdóname...-soltó al borrar su sonrisa, sorprendiendo a la joven. –Aún no aceptó que nunca te hayas entregado a mi... pero tienes razón... nunca te amé...-

-Kid...- dijo en un susurro la (t/c), no creía que su exnovio fuera tan sincero.

-Para mi sólo eras un boleto para ser dueño y señor de un gran negocio... eso me cegó... y no media mis actos...- miraba con dolor a la joven.

-Está bien... yo no te odio... sé que estás pagando tus errores- dijo mirándolo fijamente. –Sabes... yo tampoco te amaba...-

-Lo sé... sólo era tu excusa para no estar sola...- dijo sonriendo levemente. –Cuando me di cuenta de eso, no quería creerlo... me sentí dolido y por eso buscaba dañarte de la peor manera... ahora me doy cuenta de lo mucho que sufrirías... por eso perdóname...- tomó con delicadeza la mano de la joven.

-Te perdono... pero entiende que después de lo que me hiciste y lo que le hiciste a Law-niisan, yo no puedo verte de otra manera...- apartó la mano del mayor. –Sólo deseo que te vaya bien, no te vuelvas a acercar a mi...-

-Eso también lo sabía...- tomó de nuevo el mentón de la joven, y sin avisar la beso de manera delicada, apartándose casi de inmediato, eso la sorprendió, apartándose y tocando sus labios sonrojada. –Se feliz... princesa caprichosa...- se adentró a la cafetería dejando atónita a la joven.

-Tú también se feliz...- sonrió levemente entrando después a la cafetería, donde sus amigos la esperaban.

Kid cambio de la escuela, sólo así podría avanzar y forjar su propio futuro, lejos de la ambición y la venganza.

Arrodíllate y besa mis pies. (One Piece. Zoro y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora