El lunes llegó, Zoro llevaba a la joven a la escuela, sin embargo Baby 5, iba con él, pues temía que las calles cambiaran de lugar y que la chica llegara tarde, no podía permitir que lo despidieran por algo tan simple.
-Y aquí es...- dijo señalando el estacionamiento. –Ves no está tan lejos...-
-Usualmente las calles se cambian de lugar- dijo con cierta vergüenza.
-Eso no es verdad...- dijo la mujer mirando a Zoro con cierta acusación.
-Que ridículo...- soltó un bufido la menor ante tal escena, el auto se estacionó, ella tomó su mochila, iba vestida con una blusa ombliguera de color blanca y mangas negras, así como un patalon azul entallado y tenis. –Recuerda que mi salida es a las 3 de la tarde, ni un minuto tarde, no quiero tus ridículas excusas...- salió del vehículo y azoto la puerta.
-Disculpa a (t/n)-chan, ella...-
-Puedo darme una idea...- dijo serio Zoro. –Dime... ¿sabes manejar?- la interrumpió.
-S... si...- dijo desconcertada, el peliverde se quitó el cinturón. –¡Oye!-
-Llévate el auto...- salía del vehículo. -Yo la cuidaré, después de todo es mi deber...- la mujer tomó el volante y recordó el porqué Law abogaría por el guardaespaldas.
Flash Back.
Law había bajado de haber dejado a la joven en su cama, Baby 5 salía de la zona del servicio.
-¿Cómo está?- cuestión preocupada.
-Dormida...- parecía molesto. –Esto ya es demasiado...-
-¿De qué hablas?- preguntó.
-Si no hacemos algo, (t/n)-ya se pondrá peor...- nada cambiaba su expresión dura.
-¿Y qué propones?- Law pensó un poco.
-Roronoa-ya debe cuidarla...-
-Pero estoy segura que mañana lo querrá en la calle- afirmó la mujer.
-Ya no más, estoy cansado de ser el único que llame la atención de (t/n)-ya... así que usare a ese guardaespaldas para cuidarla...-
-¿Crees que él te quiera ayudar?- cuestionó incrédula.
-Yo nunca dije que le diría... simplemente haré que dure como el protector de (t/n)-ya...- dijo con una sonrisa maliciosa.
Fin del flash back.
-Bueno... le diré a Gladius que te traiga el auto...- dijo mientras se ponía el cinturón y cerraba la puerta.
-Por favor...-
Mientras tanto (t/n) entraba a la escuela, llegando a un patio, buscando con la mirada a alguien, enojándose levemente.
-¿Me buscabas preciosa?- ella volteo con una sonrisa, abrazando al joven, más alto que ella, de mirada sadica y cabello rojo, quien correspondió al abrazo y la beso con pasión, separándose a la brevedad.
-¡Kid!- sonrió levemente. –Me alegra que hayas venido... no sabes cómo me aburría sin ti...-
-Sabes que lo siento, pero el profesor se busco que destruyera él vidrio de su auto...- sonrió con burla.
-De acuerdo, pero no me dejes sola mucho tiempo...- hizo un leve puchero.
-Te lo prometo... que te parece si vamos al centro comercial, nos saltamos las primeras clases...- sugirió, ella sonrió y acaricio el pecho.
-Me gusta mucho eso idea...- contestó.
Kid tomó la mano de la chica y la llevo al estacionamiento dónde se subieron a una moto, alejándose del lugar, esa escena no pasó desapercibida por el guardaespaldas, quien se disgustó, sin duda Mihawk tenía razón, no sería misión fácil.
Mientras tanto Doflamingo llegaba a la residencia, donde Corazón lo esperaba.
-¿Qué pasa?- preguntó intrigado ante la mirada acusatoria.
-Doffy, ¿podemos hablar?- dijo muy serio.
Ambos hermanos fueron al estudio, Doflamingo se sentó en uno de los sofás, mientras Corazón le servía una copa de coñac.
-Bien, dime ¿de qué quieres hablar?- preguntó tranquilo, aunque ya tenía una idea del tema de conversación, su hermano le entregó la bebida y se sentó en un sillón frente al él.
-Sabes que me preocupas, tú y (t/n)...- soltó y el mayor suspiro con fastidio.
-¿Ahora qué hizo?- preguntó con cierto enojo.
-No tienes que hablar de tu hija cuando haga algo, Doffy es obvio que tú y ella no son padre e hija...- el mayor frunció el ceño.
-Pagó sus estudios, necesidades y caprichos, ¿de dónde no es mi hija?- cuestionó con cierto enojo.
-Tú sabes bien de qué hablo...- dijo mirándolo duramente. –Desde que murió (n/m) no eres el mismo, te has alejado de (t/n) drásticamente...- regañó. –Diez años... en todo ese tiempo no la has vuelto a abrazar o cuidar como antes...- dijo, Doflamingo chasqueo la lengua molesto.
-No quiero hablar de eso... no me hables de (t/n) si no es para algo de vida o muerte...- se termino de golpe la bebida, se levantó bruscamente y salió del estudio.
Subió a su habitación y de uno de los muebles tomó un portarretratos, dónde estaba él y una hermosa mujer, su difunta esposa, el día de su boda, sin duda (t/n) era idéntica a ella, por eso cada vez que veía a su hija, el dolor de su soledad lo atacaba.
-Me dejaste un gran vacío y una gran responsabilidad...- dijo con melancolía, colocando la imagen de dónde la tomó, dirigiéndose al baño de su habitación.
Mientras tanto en un centro comercial, cerca de una fuente, (t/n) estaba sentada entre las piernas de Kid, hablaban de algunas cosas, aveces había besos fugaces, sin embargo el pelirrojo comenzó a besar el delicado cuello de la menor.
-Tranquilo Kid... estamos en un lugar público...- trataba de no dejar salir algún gemido.
-Entonces podríamos ir a un lugar más... privado- sus manos acariciaban la piel expuesta por la blusa, mientras repartía besos en el cuello de la menor, a él no le importaba las miradas indiscretas de los demás. –Vayamos a un hotel... y sé sólo mía...- decía con voz ronca de exitacion, cerca del oído de la joven, quien se sonrojó, pero optó por separarse.
-Kid... ya lo habíamos hablado... yo no me siento lista para tener relaciones contigo...- el mayor sé molesto levemente.
-Llevamos saliendo 2 meses, (t/n) soy hombre, tengo necesidades...- reclamó. –Quiero que seas sólo mía...-
-Seré sólo tuya... pero necesito tiempo...- trataba de calmarlo, pero su novio estaba enojado. –Regresemos...-
-¿Acaso ya te aburriste de mi?- dijo indignado.
-¡No es eso! Sólo quiero regresar a la escuela... odio cuando te enojas por ese tema...- ella también comenzaba a enojarse. –Si no me piensas llevar yo me voy sola...- se levantó, pero Kid la tomó del brazo.
-Tú no te vas de aquí... dijimos que estaríamos las primeras horas...- exclamó, la (t/c) trataba de zafarse.
-¡Suéltame! No tienes que tocarme así...- se asusto levemente al ver la mirada de furia de su novio.
-Tengo todo el derecho, soy tu novio...- eso molestó a la joven.
-Suelta a la señorita sino quieres que te muestre modales...- la pareja volteo sorprendida.
(T/n) vio atónita a su guardaespaldas, con los brazos cruzados y observando fríamente a Kid, quien miraba con odio al entrometido.
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Arrodíllate y besa mis pies. (One Piece. Zoro y tú)
Hayran KurguUn suceso inesperado unirá la vida de dos personas. El orgullo puede ser el peor enemigo del amor.