El secreto de Anubis (Anubis y tu)

10.- El verdadero Walt

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Claramente eso no fue suficiente, la vi negar con la cabeza e irse lo más rápido posible del salón. Maldije internamente y volteé a ver a Sadie. Sabía que esto era culpa mía, pero en parte está enfadado con ella por haberlo dicho todo así sin más.

- Quiero hablar con Walt. El verdadero – dijo cruzándose de brazos – ahora

Negué con la cabeza y salí de ahí sin decir nada más. Sabía que estaría enojada por desobedecerle, pero no podía soportar la decepción en los ojos de Jane al verme. Tenía que hablar con ella ahora, era lo importante.

Podía sentirla aún dentro de la casa, y su aura me llevó hacía el balcón de la que supuse era su habitación. Entre sin avisar y cuando se dio cuenta de mi presencia, limpio sus mejillas rápidamente. Lo que me hizo sentir peor al saber que estaba llorando

- Realmente no... ¿no te llamas Walt? – preguntó volteando a verme

Negué con la cabeza sin verle

- Y eres... ¿eres ese Anubis? - enfatizó "ese" dando a entender lo que conllevaba que dijera que si

Asentí sabiendo que me miraba, le escuché respirar profundamente y entonces supe que estaba tratando de contenerse por mí. El dios del cuál no debía de haberse enamorado

- Te aseguro que no era ningún juego como Sadie lo hizo ver. Nunca...

- Entonces ¿por qué mentiste? – me miró herida - ¿por qué seguiste visitándome sino querías que pensara eso? ¿Te parece divertido? Sigo tu senda y no pensaste en lo patética que me sentiría de saber que me enamoré de un dios. – cuestionó viéndome ahora enojada - De un dios con el que no solo es imposible tener una relación, sino que también es el dios que elegí y debo respetar

- No es cómo crees, sé que no es lo convencional, pero eso no significa que es imposible. Y porque yo también me enamoré de ti es la razón por la que no he podido dejarte. Sabía que no me aceptarías si me presentaba como quien era realmente, así que tuve que ponerme otro nombre.

- Es increíble cómo puedes seguir mintiendo a estas alturas. – negó con la cabeza – Es obvio que la chica de hace rato tiene algo que ver contigo, no soy ciega.

- Es muy complicado de explicar, pero Sadie es...era, en cierta forma, mi novia hasta hace unos años. Pero eso ya pasó, ello no estaba enojada conmigo realmente, sino con el verdadero Walt, el chico con el que comparto cuerpo – le expliqué

- Pues no parecía muy contenta con ninguno de los dos. ¿Alguna vez le dijiste que ya no sentías nada por ella? – me miró sabiendo la respuesta

Me quedé callado sin poder dar más razón, en ese aspecto había sido un miedoso y lo sabía. Otro rayo de dolor cruzó en sus ojos y supe que le había vuelto a decepcionar.

- Eres un dios, y por el bien de la convivencia que debo tener contigo siendo tu seguidora, lo mejor será que ambos olvidemos todo – dijo tomando una postura seria

- No, Jane, no voy a....

- Limítate a ayudarme solo cuando te lo pida. Por el resto del tiempo, mantente lejos de mí – fue lo último que dijo antes de dar una leve reverencia con la cabeza por respeto y salir de la habitación