El secreto de Anubis (Anubis y tu)

17.- Tragos de más es igual a un dios muy enfadado

J

A

N

E

- ¿Segura que no puedes tomar algo con nosotras antes de irte? - Sandy volvió a insistir

- Me temo que no, unos familiares llegan de viaje hoy y todos debemos estar presentes - me disculpé - pero la próxima vez sí que les acompaño

- De acuerdo, que te diviertas, Jane - me sonrió Caroline

Las despedí con un movimiento de mano y subí al autobús que me habían ayudado a encontrar para regresar a casa. Estaba tan contenta que no podía esperar para contarle a los chicos lo bien que me había ido en mi primer día tanto como no podía esperar para conocer al faraón y su esposa de cerca.

Tan pronto ingresé a casa, dejé mi abrigo y mochila en el perchero de la entrada y corría en busca de Félix, quién ya me había dicho estaría esperando a mi llegada, pero la sorprendida fui yo al ver un montón de cajas de bebidas por el suelo junto con pingüinos llevando figuras de hielo en brazos.

Mi amigo apareció desde la piscina con platos en mano y sonrió al verme

- Estás de vuelta justo a tiempo - se acercó a saludarme - Sadie y Jaz están preparando el almuerzo para su hermano y Zia

- ¿Ya están aquí? - le miré sorprendida

- Si, han ido a desempacar en lo que yo acomodo algunas cosas aquí

- ¿Qué es todo esto? - señalé las casas alrededor

- Sorpresa, tendremos una fiesta de bienvenida - sonrió ampliamente - primero será un almuerzo por los recién casados, pero al anochecer será nuestro turno de divertirnos - me guiñó un ojo - Cleo, Jaz y yo invitamos a todos los que conocemos así que me temo que los pingüinos deberán irse para entonces

- Vaya, pues sí que van a montar una gran fiesta - volví a mirar las cajas alrededor - solo espero que me dejen dormir con tanto ruido

- Eres muy inocente, Jane, tú también estás invitada - rio - debes ver como es una verdadera fiesta universitaria antes de que vayas a una

- Increíble, gracias por tenerme en cuenta - sonreí emocionada - iré a cambiarme

- Sí, no deben de tardar en servir la comida

Asentí y le dejé preparando todo para su fiesta en lo que buscaba algo más adecuado para estar en casa y que al mismo tiempo no sea tan simple ya que tendríamos una especie de almuerzo familiar y luego la fiesta.

Opté por una blusa corta y unos jeans junto a mis alpargatas con detalles floreados, me miré al espejo y solté mi cabello para que me diera un aspecto más mayor, después de todo, en la fiesta todos serían mayores. Una vez estuve lista, salí de mi habitación esperando encontrarme con Walt antes de llegar al comedor, me sentía más segura si estaba presente ya que mi relación con Sadie no había mejorado mucho a pesar de que ahora me entrenaba como se debía y, siendo el faraón su hermano, realmente deseaba que no me odiase también.

No sé si fue suerte o coincidencia, pero le encontré a punto de entrar al comedor y me miró terminando de bajar los últimos escalones

- Walt, ahora sí puedo respirar en paz - deteniéndome frente a él - temía ingresar al comedor sola, ya sabes, el faraón es hermano de Sadie - resoplé

Rio levemente y asintió

- Te entiendo, pero descuida, la cena es en la mesa de la piscina - me hizo una seña para que le siguiera - dudo mucho que le caigas mal, Jane, Carter conoce a su hermana, entenderá que solo está exagerando por la primera impresión