Descubriendo a Akihito

Cap. 1- Cartas sobre la mesa.

Aroma de cigarros, sudor y alcohol, un estruendo ruido de hombres silbar a los bailarines que se desnudaban en el escenario, clientes siendo satisfacidos sexualmente en las mesas o en privado, un lugar nauseabundo y horrible un cabaret de mala muerte. Me marchaba de aquel lugar hasta que la oscuridad se hizo presente en aquel lugar unas luces iluminaron al escenario mostrando una silueta esbelta, tonificada, sensual sincronizándose con la música. Oscuridad y silencio solo el sonido de la música junto aquel joven misterioso, provocador –Un dios bajado del cielo, dije internamente disfrutando del espectáculo, fue el principio de mis innumerables visitas aquel diablo que te incitaba con su mirada con cada movimiento, supe que él era lo que buscaba me faltaba su rebeldía la dulce sensación de prohibición. Aquel joven rubio era la tentación y perdición en persona, te ahogabas en sus ojos azules que brillaban con intensidad como un animal salvaje y su cuerpo tallado por los mismos dioses. Me las arregle para invitar aquel joven a mi club, averigüe la razón de porque una persona como él estaba trabajando en un lugar tan lamentable –"Vendido por un traidor" dije en tono bajo cuando page llevándomelo al club donde trabajaría de mejor forma. El mundo en el que vivo siempre ha sido estricto lleno de reglas, convicciones y cadenas aún sigo pero con una diferencia cree un lugar donde las personas como yo sé liberaran de su rutina. Un club estilo barroco, románico modernizado está ambientado al gusto de los clientes incluye casino, sala de recreativa, mis anfitriones ofrecen su compañía incluida en la cama, la mayoría de los clientes son hombre con gran poder e influencia pocas mujeres se adentra a este lugar. Por fin tengo mi propio rincón rodeado de belleza, elegancia, armonía y también un ángel caído del cielo llamado Takaba Akihito quien desprende seducción, tentación, embriaguez, encandilador profesional. Soy un empresario emprendedor tuve éxitos, soy dueño de varias cadenas de hoteles en Japón y en el extranjero además de otras cuestiones ilícitas que no son de uso público, tengo amigos y conocidos en el bajo mundo.

Deambulando por mí el club procurando que todo estuviera impecable sonreía latinamente al ver a Takaba dar algunos consejos a los novatos además de echar una mano a los de seguridad, realmente es un ángel caído del cielo que lamentablemente fue enviado al infierno apoderándose de él. Tome mi abrigo para dirigirme a un negocio que tenía con uno de mis conocidos me despedí de aquel flamante joven que salí a su trabajo, mi chofer me recogió dirigiéndose al lugar donde iba reunirme sin prisa disfrutaba del paisaje que pasaba rápidamente. Después de veinte minutos de travesía llegue al club de Shion su dueño era un viejo amigo mío su fama era larga y extensa en este mundo, al entrar al lugar fui guiado por un subordinado hasta su jefe que se encontraba en su rincón preferido. Saludándolo cordialmente aquel potencial hombre de nombre Asami Ryuichi quien era temido por sus enemigos y muy popular con las mujeres al ver que todas se sienten embriagadas por su presencia tiene una expresión carnal. El camarero me sirvió un vaso de coña mientras observaba el ambiente en el que estaba, en mi pensamiento entraba Takaba quien estaría siendo acorralado pero de alguna manera dejaría el centro de atención para ocultarse, nunca he sabido porque se oculta solo en su trabajo deja ver su verdadera forma cuando está trabajando para mí o se infiltra es otra persona, no soy nadie para juzgarle con esa manera de llamar atención paso de mariposa a camaleón se adapta a su entorno.

-Como siempre Ryu eres el centro de atención, comente de manera sencilla si entrar en discusión bebiendo de mi vaso, siempre me sentí un poco celoso de su manera de captar a las personas pero era más su personalidad su mirada la que hace que sea él, yo soy popular a mi modo.

- Jum no lo puedo evitar de todas forma con ellos vamos a causar favor, insistió con una pequeña sonrisa mirando hacia el frente notando que llegaban Feilong y Mikhail conversando de forma retadora, ambos llegaron a la mesa y se acomodaron.