➵La niñera; nash grier

Capítulo 9

PDV. Miranda

Mamá había apenas llegado, según ella iba a llegar después de medio día pero NO.

Lo peor es que llegó borracha.

Me comenzó a gritar muchas incoherencias. Y la mayoría desagradables.

Por eso mismo me encierro en mi cuarto y me cambio para dormirme.

Pero entra una llamada a mi celular.

Es Nash.

Me tenso, ¿que habrá pasado?

Contesto y me invita al parque de diversiones. A lo que yo acepto.

Mamá no se calla y eso es vergonzoso.

Nash me pregunta si pasa algo, por los gritos que creo que ya escuchó.

Le digo que no pasa nada y cuelgo.

–ABRE LA PUTA PUERTA—grita mamá desde el pasillo.

–NO, HASTA QUE TE TRANQUILICES—respondo.

–SAL AHORA MISMO.

Soy tan estúpida que salgo de mi cuarto.

–¿POR QUÉ NO HAY NADA DE COMER EN LA COCINA?

–No has comprado nada y yo ya había comprado antier, no he comido mucho—digo extrañada—No sé porqué se acabó tan rápido la comida.

–ERES UNA PENDEJA, ¡SI VES QUE NO HAY COMIDA VE A COMPRAR!

–NO ME LLAMES ASÍ, NO ES SIEMPRE MI OBLIGACIÓN HACER LAS COMPRAS.

–Yo me mato trabajando y tú... Tú NO LO VES. No agradeces NADA—dice con una rabia.

–¿QUÉ QUIERES QUE HAGA?, YO TAMBIÉN TRABA...-

–Ve a comprar la despensa, AHORA—me manda—RÁPIDO. Agg te hubiera abortado.

Reprimo mis absurdas ganas de llorar.

–¿NO VAS A IR?–y me agarra del cabello—VAS A IR.

–¿SABES QUÉ HORAS SON? SON LAS 12 DE LA MADRUGADA.

–ME VALE QUÉ HORAS SON, VAS A IR A TRAER LA DESPENSA. VE O TE JURO QUE...-me suelta.

–¿O qué?—la desafío.

–VE, MIRANDA. NO QUERRÁS SABER QUÉ—dice mirándome fijamente a los ojos. Conozco esa mirada, es casi el diablo en persona.

Paso saliva con mucho miedo.

–MUÉVETE—y ahora sí me muevo y bajo por las llaves.

Mamá sigue gritándome, esto no había pasado desde que murió papá, ya hace un largo tiempo.

Manejo y llego rápidamente a Wal-Mart. La ciudad no está tan despierta.

Quito las lágrimas que se me salieron del coraje y salgo del auto.

No sé qué faltaba en la casa, así que llevo lo básico.

–¿Miranda?—dice un chico detrás de mi.

Volteo y es Matthew.

Mierda.

–¿Matt?

–Hey qué haces a mitad de la noche—pregunta el rubio.

–Larga historia—respondo—¿y tú?

–Estoy comprando leche porque se me echó a perder—dice nervioso.