➵La niñera; nash grier

Capítulo 22

<<1 día para el cumpleaños de Miranda>>

–Aléjese señorita, no es de su incumbencia—dice una de las policías.

–Si es de mi incumbencia, aquí vivo. Déjeme pasar.

La mujer entiende y hace retroceder a la gente de alrededor de mi casa.

–¿Qué está pasando?—estoy asustada.

Siento que Martha está detrás de todo esto.

Los policías me explican que los vecinos empezaron a escuchar gritos y que después de una hora, comenzaron a escucharse disparos.

En eso veo que están subiendo a alguien a la ambulancia.

Dejo al policía hablando solo y voy a ver quién es.

Mi mamá.

No mames, no mames, esto no es cierto, es un mal sueño.

Me empiezo a tallar los ojos para despertar pero no sucede nada.

Suben a mamá a la ambulancia y yo me subo con ella.

En el camino voy sosteniendo su mano.

Yo sé que se recuperará.
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Los doctores inmediatamente la internan y a mí después de horas de espera me hablan.

–Familiares de la señora Santorski.

–Yo. Soy su hija.

El me dice que una de las balas fue extraída pero hubo mucha pérdida de sangre. Y se le transfirió sangre.

Ya le están haciendo exámenes para ver cómo está el bebé. Si aún sigue con vida o si sigue, si está en riesgo.

Ella no está para nada estable.

Todo depende de sus ganas de luchar, como dijo el doctor.

Espero que todo salga bien.

Me siento culpable por lo qué pasó ayer.

Yo no deseé realmente que ya no quería verla, yo quiero seguir haciéndolo.

Me voy al baño y al verme al espejo me siento totalmente basura.

Estúpidos problemas.

Estúpida yo por no manejarlos adecuadamente.
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He estado toda la noche sin noticias de ella y el bebé.

¿Por qué tardan tanto?

Marco llegó hace unas horas pero no ha estado conmigo, el está en otro piso tratando de conseguir más información sobre el estado de mi mamá.

El doctor sale de un cuarto y manda a hablar a los familiares nade mamá.

Ahora que ya tiene los resultados, me dice que el bebé están aún con vida pero están riesgo.

Ay no.

El bebé no tenía la culpa de que Martha hiciera tal tontería.

Enserio que ya no puedo conmigo misma.

Al amanecer llegan mis abuelos con Babi y me dicen que vaya a la casa a descansar y tomarme un baño.

No acepto a la primera, pero termino cediendo.
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–¿Bueno?—había tomado el celular por menos de 5 minutos y vi que tenía muchas llamadas perdidas.

–Gracias a Dios que contestas. ¿Qué está pasando? En tu casa había miles de patrullas y ambulancias.

–Nash no puedo hablar en este momento, más de rato te hablo.

–Bien, te quiero.

–Adiós—y cuelgo.

Salgo al hospital y me quedo junto a mis abuelos por más noticias.

Mi mente no me deja de torturar por lo tonto que había actuado ayer.

Por las estupideces que le dije.

No puedo, simplemente no.
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-GossipGirl.