Capítulo 6

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–Hoy no me verás en todo el día, estaré trabajando horas extras. Mañana al amanecer tal vez llego—dice mamá.

–Okay, cuídate. Me tengo que ir, te quiero mamá—digo dándole un beso.

–Hasta mañana Miranda—y salgo de la casa.

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Ella sigue dormida y él está con ella en la sala.

Se ve tan tierna Sky. Y bueno Nash junto a ella también.

Decido tomarles una foto.

–¿Aún no se despiertan?—dice Hayes saliendo de la cocina—Nash tiene asesorías, ya debería estar listo.

Y dicho esto trata de levantarlo.

–¿QUÉ QUIERES?—le dice Nash a Hayes—tengo mucho sueño.

–¿No recuerdas que tienes asesorías?

–Mierda, llámale a Cameron a ver si podrá llevarme.

–¿Y tu carro?

–Shh, sólo llámale.

–Bien—dice Hayes tomando el teléfono.

Decido cargar a Sky hasta su cuarto para que no se vaya a despertar con otra pelea que estos tengan.

Afortunadamente no se despierta.

Bajo y Nash está todo apurado.

–Dijo que se le había pasado y ahorita mismo está preparándose para una entrevista de trabajo.

–No puede ser—dice pasando su mano por el cabello—Hayes, ya tienes permiso para conducir, ¿no?

–¿Es enserio? Sí lo tengo pero está demasiado lejos las asesorías y sabes que aún no domino tu nuevo carro.

–Cierto, no quiero que... No importa.

–¿Y por qué tú no te vas manejando sólo?—pregunto.

–Mi permiso de conducir se venció y apenas lo estuve tramitando. En un mes llega.

–Y la vez que fuimos a cenar, ¿tenías aún vigente el permiso?

–Sí, hace unos días se venció por eso le pedí a Cameron que me llevara pero—y hace una pausa—Tú.

–¿Yo?

–SI, TÚ. ¿Me podrías llevar? ¿Traes tu carro, no?

–Sí per...—

–Por favor, por favor, estas asesorías son muy importantes.

–¿Y Sky?—no pensaba dejarla con Hayes, tal vez si la cuidaría pero si Elizabeth llegara a saber que no estoy cumpliendo con mi trabajo, me daría mucha pena—debo de cuidarla, es mi trabajo ¿recuerdas?

–Nos la llevamos.

–Está dormida—digo.

–Yo me encargo, tú llévale de comer en una vasija o algo. Para que cuando se despierte, le des de desayunar.

–¿A cuánto tiempo están tus asesorías?

–Uh, a 2 horas—dice temeroso.

–Y cuánto tardarás ahí—pregunto.

–Una hora y media.

Tardaremos más en el trayecto que en lo que él va a estar ahí.

–Te pago pero por favor, llévame.

–No es necesario, deja prepararle el desayuno a Sky para el camino.

–Gracias, gracias—y me da un abrazo.

➵La niñera; nash grierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora