➵La niñera; nash grier

Capítulo 21

<<2 días para el cumpleaños de Miranda>>

Estoy triste y enojada, tal como dijo Rafa.

Nash llevó a una chica a su casa.

Bien le daré el beneficio de la duda, no pensaré mal.

–Vamos arriba—dice la zorr... La chica a Nash.

–Um, bueno. Allá te digo—y suben.

Cálmate no pasa nada, es solo una chica...

UNA CHICA QUE QUIERE REVOLCARSE CON MI... Mierda, no somos nada.

Entonces no puedes reclamar.

Aún no.

El día transcurre en llevar de compras a Sky, al parecer a Elizabeth le organizará una fiesta a su sobrina Natalia. Y la temática es de deportes.

Tuvimos que ir hasta el centro, por así decirlo, a conseguir ese tipo de cosas.

La gente no sabe caminar, es tan desesperante que caminen con su maldito paso flojeroso. SI VAN A VENIR AL PUTO CENTRO APURENSE A CAMINAR.

No estamos en la Alameda para andar tomados de la mano y caminando a 0.00005 k/h.

Dios, estoy de un humor de perro.

Al finalizar de comprar las decoraciones, Sky y yo vamos a comer.

Estamos esperando nuestra orden.

Mi celular comienza a vibrar mucho.

Mamá está llamando.

Contesto de mala gana.

–Miranda—habla ella.

Pff, debes tratarla bien. Hazlo por el estado en el que está.

–Mande.

–A las 8 te quiero en el hotel Bee's. Marco estará ahí—espera, ¿me está mandando?

–¿Quién es Marco?—lo dice como si ya lo conociera.

–Alguien importante, te quiero a las 8 cenando aquí, así que a las 7:50 ya debes estar llegando a más tardar.

–Yo salgo del trabajo a las 9:30.

–Me vale, tu debes estar aquí a las 7:50. No sé cómo le hagas pero te quiero a esa hora. Me tengo que ir, arréglate bien porque debes dar una gran impresión.

¿Quién es el tipo con el que cenaremos? ¿Es el que embarazó a Mamá? ¿Quién es?

Quiero preguntarle pero me cuelga antes de decirle.

Les juro que si me sucede algo más. Estallaré.

Sky no se porta para nada mal y eso me relaja un poco.

Regresamos a casa con las cosas y Elizabeth ya está presente.

Y tal como la otra vez, me dio la salida temprano.

Le agradecí infinitamente y salí volando prácticamente de su casa a la mía.

Me bañé y me arreglé.

Me puse un vestido rojo, no tan corto. Llegaba a las rodillas.

Y me "maquillé". Lo que más se me notaba era el labial rojo que combinaba obviamente con el vestido.

A las 7:35 iba saliendo de la casa, tenía el tiempo de mi lado.
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–El es Marco, es el padre de tu futuro hermanito—lo sabía.