CAPITULO VIII

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>>Gracias por la mejor noche, Altaira. Hasta el lunes<<


Fue así como mi jueves terminó.

Me desperté temprano así que comencé a recoger mi cuarto, bajé las escaleras y me dirigí a la cocina. Mi mamá como siempre ya estaba despierta y estaba preparando el desayuno.

- ¿Y papá? –pregunté mientras me disponía a poner los manteles y los cubiertos.

- Le hablaron del trabajo, tuvo que irse temprano así que hoy es sólo nuestro, más que ya hayas hecho tus planes, niñita –me dijo pasándome los platos.

- De hecho sí –le dije risueña para que no se molestara- pero esta vez no son con Adán, ¿con quién crees que me encontré ayer? –le dije juguetona.

- No lo sé, con... -tardó un poco mientras pensaba- ¡con alguien de la escuela!

- ¡Con Vania! Me dijo que si hoy íbamos a nuestro jardín, ¿puedo ir? –le pedí emocionada.

- ¿Y cuándo tendremos una tarde madre-hija? Claro que puedes, pero recuerda que cuando entres a la escuela ya no habrá tantos permisos. –me dijo acercándose a la mesa para desayunar.

- Sí, ya lo sé. ¿Te parece si vamos mañana al cine?

- No hay ninguna película buena, mejor vamos por un café y un postre y me cuentas todo lo que ha pasado con Adán yo también merezco emocionarme –dijo mi mamá muy feliz.

- Claro que sí –le respondí intentando no sonrojarme.

Terminamos de desayunar y me dispuse a lavar los trastes y limpiar la cocina. Cuando acabe subí a ducharme, me arreglé y me miré al espejo.

- Sabes mamá, regresando a la escuela deberíamos meternos al GYM, eso de comer donas diario me está afectando –le dije entré risas a mi mamá.

- ¿Afectando? Tú puedes comer todos los días la cena de navidad y seguirás siendo un palito. Pero sí, ya solo falta un mes para que entres.

Eso me desconcertó. Un mes. Ya llevaba un mes de conocer a Adán y aún no podía creerlo.

Tomé mi celular y vi la hora 3:35. Tenía un mensaje de Vania.

>> ¿Podemos vernos a las 5? Voy retrasada<<

>>Claro, te veo a las 5<<

Le avisé a mi mamá que sería más tarde nuestro encuentro, me resigné y fui a la sala. Encendí el televisor pero no encontré nada bueno, así que lo apagué y sonó mi celular de manera que pareció estar sincronizado con el televisor.

Tenía un mensaje de Leo.

>>Hola<<.

>>Hola<<. Le respondí

>> ¿Cómo estás?<<.

>> ¿De verdad tendremos esta plática tan predecible?<<.

>>No jaja, sólo que no sabía que decirte, en parte si quería saber cómo estabas<<.

>>Jajaja, bueno puedes decirme de todo. Estoy muy bien, gracias, ¿cómo estás tú?<<.

>> ¿De verdad estás bien? Vaya pensé que me dirías "Oh Leo estoy devastada llévame al loquero" Jajaja, Adán tenía razón<<.

>>¿Por qué habría de estar devastada? ¿Al loquero? Por favor, a ese tienes que asistir tú, deja de echarle tu carga a los demás jajaja. ¿En qué tenía razón Adán?<<.

La galaxia y luego yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora