CAPITULO X

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Existe en la rama de las matemáticas la "probabilidad". ¿Pero qué es la probabilidad? Si bien se sabe es la mayor o menor posibilidad de que ocurra un determinado suceso.

Sumándole el que no tienes en definitiva una respuesta y estás a la deriva de tenerla, todavía tenemos que diferenciar los tipos de sucesos que pueden ocurrir, pueden ser: sucesos naturales, es decir cuyo resultado podemos predecir; y sucesos por azar, los que no podemos predecir, pero que sí se conoce los resultados posibles que se pueden dar.

Pero no es nada fácil, la probabilidad también tiene clasificaciones como el suceso seguro, es aquel que es cierto, que ocurrirá sin lugar a dudas. También el suceso posible, es todo lo que compone un fenómeno determinado. O también encontramos al suceso imposible, el que no puede ocurrir.

Y he aquí el dato curioso porque me encantan las matemáticas. Sin embargo, no era por eso por lo que lo pensaba, simplemente es porque usamos la palabra probabilidad sin tomar en cuenta toda aquella definición y nos arriesgamos en la vida a tomar toda aquella decisión que nos parezca buena. Que ante nuestros ojos tenga cierta probabilidad de ser concreta.

Quizá basamos toda nuestra vida en una probabilidad. Como cuando terminas un curso de la escuela y te despides de tus compañeros "probablemente nos veamos en el futuro". Cuando comienzas a tener síntomas de una enfermedad "probablemente sea un resfriado".

Cuando sacas una mala nota en una materia "probablemente le caigo mal a la maestra". Todo es una probabilidad, y eso no necesariamente es malo.

Usamos la probabilidad de excusa de la misma manera que decir "soy adolescente". El ser humano está habituado para caer en la probabilidad.

Es un hábito que se nos forma de manera involuntaria se le puede comparar con el crecimiento tanto físico como emocional. Te desarrollas involuntariamente, te sale acné de manera que tú no lo predices, porque no existe una manera exacta de decir cuándo te va a comenzar a salir, pero sí existe la probabilidad de en qué rango lo hará un ejemplo: de los 12 años a los 21. Por decir una edad. Sin embargo pueden tener 40 años y les sigue brotando.

En mi caso, caí en una probabilidad segura al ver sus ojos, en una posible al escuchar sus pensamientos, hubo una probabilidad que se dio en un suceso natural al conocer a Adán poco a poco. No fue por azar.

Pero en este preciso momento en el que me veo en el espejo mientras me cepillo el cabello para ir a escuchar una probable despedida me hace pensar que el que se quede aquí conmigo sea una probabilidad imposible.

Estaba lista para verlo. Hablando de una manera superficial.

Me puse un vestido negro con flores rojas. Bajé las escaleras y le pedí a mi papá que me llevara, pues mi mamá había salido.

- ¿Y qué celebramos? –preguntó curioso.

- Nada, ¿por qué? –le dije confundida.

- Pues vas muy arreglada –me dijo risueño.

- Sólo es una despedida –le dije.

Entonces me di cuenta de lo que estaba sucediendo. Era la despedida y no era capaz de sobrellevarlo.

Mi papá se levantó del sillón y me llevó a la biblioteca. Recorrí aquellos pasillos tan familiares que ahora me parecían tan vacíos.

Alan iba saliendo de la dirección.

- ¡Altaira! –me dijo sorprendido.

- Hola Alan –le dije algo triste.

- ¿sucede algo? –me cuestionó.

La galaxia y luego yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora