Capítulo 2

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Llegué a mi trabajo cerca de las 8:00 am. y estacioné mi auto, bajando todas mis cosas como mi ropa, maquillaje y eso. Cuando entré al camerino estaban Julieta, Diana y Cindy, ellas eran muy buenas conmigo y habían llegado a este lugar por casi los mismos problemas que yo, por lo que nos entendimos muy bien las 4 y cada vez que nos toca el turno nos dábamos fuerza y apoyo para aguantar a cada hombre que venía a este lugar.

-Hola Vane, ¿cómo estas hermosa?-me saludó Cindy-

-Hola Cindy, bien y ¿tú?- dije dándole un beso en la mejilla de saludo-Y hola chicas que temprano están acá...me sorprenden.-Les dije graciosa ya que siempre llegaban a último minuto.

-Ja-Ja que graciosa Fuster –dijo Julieta haciendo una de sus muecas-Y Hola enana.

-Hola cariño, Jajaja ya sabes preciosa en los lunes se dan sorpresas inimaginables Jajaja-Dijo Diana abrazándome-

-Jajajaja bueno chicas hay que arreglarse- suspiré-

Nos demoramos aproximadamente 30 minutos en estar lista, y sí, tenía que admitir algo de este trabajo es que me sentía bastante sexy con la ropa de trabajo que constaba de un top blanco dejando al desnudo mi abdomen con una chaqueta negra de cuero apretada, unos short que dejaban ver parte de mi trasero y unos zapatos con tacones de 15 cms. los cuales verdaderamente te jodían los pies.

Salimos de los camerinos lo más sexys que nuestros contratos pedían y empezamos con nuestro trabajo de servir, coquetear, bailar y cosas por el estilo, la verdad no me era muy placentero hacerlo ya que algunos eran unos viejos verdes y asquerosos, pero lo único bueno de la mayoría de los hombres que venían como los empresarios, alguno que otro famoso, o relacionado con los del gobierno y cosas así era que daban muy buenas propinas.

-Uff estoy cansadísima, ya vengo Diana. Toca mi hora de almuerzo-le dije mientras me marchaba a donde se encontraba el restaurant del Café para poder comer algo. Al llegar me senté adelante del mesón hasta que llegó Carlos, el mesero y barman del local.

-Hola! Vanessa ¿cómo estás? –me preguntó alegremente-

-Muy bien Carlos y ¿tú querido? – dije simpática-

-Pues de aquí para allá y ¿tú? ¿Quieres el menú de la casa hermosa? –Dijo con su hermosa sonrisa-

-Como siempre Carlitos, ya me conoces-dije divertida-

-Okay en 5 minutos lo traigo preciosa, ya vengo-dijo yéndose a entregar la orden a la cocina-


Inferno [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora