Capítulo 40

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Gustavo

Al decirle "te quiero" imaginé que ella se sorprendería. Anoche estaba algo sobrepasada con el alcohol y dijo muchas cosas. Sólo espero que la frase que dice "los borrachos y los niños siempre dicen la verdad" sea cierta. Terminé de ponerme unos cómodos short deportivos, zapatillas y una polera y bajé, encontrándome a Vanessa tomando una pastilla. Debe dolerle la cabeza aún.

-¿Desayunas?- entré a la cocina.

-Am sí, te ayudo.

Comenzamos a preparar el desayuno. Café, tostadas y rebanadas de queque que había.

-¿Gus? Luego de venirnos ¿dije algo?

-dejé mi café de lado- Bueno sólo algunas, te dormiste rápido.

-Pero además de pedirte dormir conmigo...-insistió.

-Dijiste que me querías.

-¿Qué?- abrió los ojos.

-Eso-seguí comiendo.

-Wow- se agarró la cabeza.

-¿Es malo eso?- pregunté.

-No, pero...o sea, no tenía por qué haberte dicho eso, no sé.

-¿Tan malo es quererme Vanessa?- hablé serio.

-No Gus, no es eso...sólo que...

-Come- era obvio que sólo lo dijo por el alcohol, quizás sólo se le salió, y yo diciéndole lo mismo en la mañana. Quizás esto del trato no haya sido tan buena idea.

-Gus, no quería decir eso, enserio.

-Tranquila, y come- asentí. Me duele que quizás ella no sienta nada por mí. Sentí su supiro y siguió comiendo.

***

Ya habían pasado algunas horas, y ninguno de los dos se había acercado a hablar. Era jodidamente incómodo, sólo quiero que me quiera, y se deje llevar.

Vanessa

Me sentía horrible en esta situación, haber bebido fue lo peor que pude haber hecho. Gus se ha molestado conmigo, cree que no lo quiero, y sí lo hago, pero decirlo sobria y confiada a decirlo borracha y sin vergüenza es muy distinto.

Y aún tenía que decirle que volvería a mi casa, pero creo que aún no es el momento. Hoy al menos no. Debo arreglar las cosas con Gus.

Bajé a buscarlo, y no estaba, recorrí todas las habitaciones de la casa, la cocina, el jardín y nada. Al parecer salió. Volví al living y me senté en el sillón a ver televisión.

***

Pasaban las horas y Gus no volvía, lo llamé muchas veces y no contestaba, me estaba poniendo muy nerviosa. Viendo mi celular corrí los contactos pensando a quién podría llamar. ¡Drew! Claro él podría saber algo.

Marqué su número.

-¿Vanessa?- respondió.

-Drew, hola- saludé- perdona que llame, es que Gus no ha vuelto y quería saber si estabas con él- mordí mi uña.

-¿Gus? No cariño, no lo he visto desde ayer que vinieron ¿pasó algo?

-maldición pensé- Drew, Gus se ha enojado conmigo y cuando bajé a hablar con él no estaba.

-¿Se enojó contigo?- preguntó extrañado.

-Sí, anoche dije cosas que sentía, pero no de la forma que quería.

-¿Hace cuánto rato que no aparece?

-Hace ya 5 horas, Drew. Gus no es así, siempre me avisa.

-Tranquila Vanessa, dale su espacio ¿bueno?

-Ya sé...pero no me contesta el celular.

-Veré que hago, tranquila. Te estaré llamando.

-Está bien, gracias.

-No hay problema- colgamos.


Inferno [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora