Vanessa
Luego de salir de la "oficina" de Gabriel, conté hasta 10 y me dirigí a los vestidores, tengo que despedirme de mis compañeras y contarle a Cindy lo ocurrido.
-Hey Cindy- grité sobre la música que ya estaba un poco fuerte- tengo que contarte algo, ven- la agarré de la mano y seguimos caminando llegando finalmente al vestidor.
-Cuenta Vane, ¿cómo te fue con el galán de ayer? ¿Fue caballero? Cuenta pues mujer! –insistió.
-Ya ya jajaja, sí me fue bien, de hecho por eso quería hablar contigo. Trabajaré con él, renuncié Cindy. Al fin me iré de aquí- sonreí.
-¿¡Qué?! ¿Es enserio? Dios santo Vanessa esa es una excelente noticia –celebró- te felicito, al fin te alejarás de toda esta porquería de lugar.
-Ya sé Cindy, es increíble. Por eso quería hablarte, venía a despedirme aunque sé que seguiremos siendo amigas.
-Oh pero claro, pero no te preocupes por mí, he estado viendo otros trabajos y sólo estoy esperando a que me llamen, ya sabes- se encogió de hombros.
Para Cindy tampoco su vida ha sido muy fácil, cuando nació su madre la dejó en un orfanato y nunca supo su paradero años después, tampoco fue adoptada, así que nunca supo de una familia, aun así siguió adelante y aunque desgraciadamente tuvo que caer acá, es una chica excelente.
-Pues mucha suerte amiga- la abracé- cualquier cosa me hablas ¿sí?
-Claro nena, tu igual, ya sabes mi Whatsapp está disponible 24/7 únicamente para ti- sonrió.
-Gracias, lo tendré presente- vi mi reloj de pulsera y ya era hora de irme. Bueno amiga me voy, debo ir por los chicos.
-Claro, estamos en contacto.
-Le mandas saludos a Diana ¿bueno?- nos despedimos de beso en la mejilla y me fui.
Al salir sentí como el aire fresco chocaba con mi cara y la felicidad y esperanza se vinieron a mi mente de inmediato. Seré libre y normal de una vez por todas.
Seguí caminando unas cuadras y entré a un mini market a comprar algo rico para la cena. Saco varias cosas cuando de repente siento mi móvil vibrar y lo saco –número desconocido- que raro pensé, y contesté puede ser importante.
-¿Hola?-contesté.
-Vanessa! Hola soy Gustavo, ¿cómo estás?
-Hola Gustavo, bien gracias y ¿tú?- respondí.
-Excelente, y ¿qué haces?- preguntó.
-Pues vengo de renunciar, ya sabes. Ese fue el trato y lo hice, ahora compro algo para la cena- comenté.
-Oh Vane, eso es estupendo me alegra tanto que hayas renunciado, y ¿dónde estás comprando?
-Pues en un mini market cerca de aquel lugar ¿por?
-¿Te paso a buscar? Así te llevo a buscar a tus hermanos, ¿qué te parece?- preguntó.
-¿Estás seguro? No es necesario, pensaba tomar un taxi e ir- dije.
-Que va, voy para allá, no te muevas-podía sentir su risa.
-Pero Gus...-colgó. Okey tendré que esperar entonces. Me puse a reír, este tipo es grandioso.
********
-¿Ya estás lista Vane?- preguntó Gus
-Sí vamos, se nos hace tarde para ir al colegio- comenté.
Llegamos a caja, pagué y salimos al auto de Gustavo. Íbamos conversando de muchas cosas, él me hace reír mucho. Luego de varios minutos llegamos al colegio, y ahí estaban los chicos. Salí del coche y me acerqué.
-Hey enanos, ¿cómo les fue?- los besé.
-Si bien- respondieron al mismo tiempo.
-Qué bueno, ahora vamos que nos espera Gus, apuren.
-Siii! –se emocionaron. Woow eso no me lo esperaba.
-Hermana Gus es hermoso y te mira como si fueses la única mujer en el mundo, asique apura antes de que te lo quiten –me susurró Bella guiñándome un ojo.
Subimos y tanto Matt como Bella hablaban y reían con Gustavo, no podía creerme esto, nunca los había visto tan emocionados con otras personas. Llegando a casa bajamos e invitamos a Gus a cenar y aceptó.
Al entrar a casa comencé a hacer la cena mientras ellos molestaban y reían en el salón. Nunca se había sentido tan alegre la casa o bueno en exceso de alegría.
-Hey Vane, ¿te ayudo?- entró preguntando Gus.
-No es necesario, pero si quieres pon la mesa.
Gus puso la mesa en ayuda de mis hermanos y cenamos, todos celebraron mi comida, Reímos de las tonteras de Gustavo, es muy gracioso, y por alguna razón muchas veces me percaté que me veía mucho. A las 21:30 mis hermanos ya les estaban dando sueño y se fueron a acostar a sus habitaciones. Gustavo y yo nos quedamos conversando en el sillón del living.
-Y Gustavo... ¿cuándo empezará todo esto de fingir?- pregunté.
-Justamente te iba a comentar de eso- se rascó la cabeza- sucede que este fin de semana mis amigos vendrán a mi casa y sería ideal presentarte como mi novia, ya sabes...y actuar algo coquetos para que ellos se hagan alguna idea.
-Bueno Gus, no hay problema sólo veré quien dejo a mis hermanos y ya.- Me encogí de hombros. Trabajo es trabajo.
-Si quieres contrato a alguien...porque necesitaré que te quedes el fin de semana conmigo, ¿no te molesta? – preguntó nervioso.
-Yo creo que es mucho, puedo irme el fin de semana, pero antes debo preguntarle a Cindy si puede quedarse...-suspiré- ojalá diga que sí.
-No te preocupes hermosa- sonrió tan lindo como siempre- yo hablo con ella y ya.
-¿La conoces? –pregunté seria y creo que algo celosa, pero más seria.
-¿Por qué? O sea trabaja contigo, algunas veces la vi – dijo algo nervioso. Algo me oculta, losé.
-Bueno, entonces tú habla con ella.

ESTÁS LEYENDO
Inferno [En edición]
RomansaCuando las cuentas se acumulan y tienes personas a tu cargo, pero no hay trabajo aceptas la única salida que te queda y Vanessa Fuster no tuvo más opción que quedarse en Inferno. No hay momentos para pasar de página ni ser mejor, ya que en su vida n...