Capítulo 44

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Gustavo

– Tengo que hablar contigo.

– Tengo que hablar contigo.

– Tengo que hablar contigo.

¿Cómo y qué le digo? De seguro la jodo. Tengo mucho miedo de que se enoje, y se vaya, pero debo atreverme, debo ser sincero además ella estuvo preocupada y le debo explicaciones.

-Vane-seguí con la mirada baja- perdón por no avisar y llegar en mal estado- la miré ahora- no me sentía bien ayer y tenía que salir.

-Tranquilo Gustavo, no tienes que preocuparte de avisarme -sonrió leve- quizás yo fui la exagerada.

-No Vanessa, no está bien-suspire- si te traje conmigo es para apoyarte y protegerte y yo me fui- cerré los ojos.

-Gustavo- tomó mi mano por sobre la mesa- tranquilo, enserio. ¿Pero pasa algo? Te veo preocupado.

-Si Vanessa- debo decirlo ahora, sin rodeos- anoche salí a un bar- seguí mirando sus ojos- y había mucha gente ya sabes, y conversé con una chica.

- ¿Y qué tiene eso?- preguntó alejando su mano de la mía. Adiós confianza.

-Estuve con ella- agarré mi cabeza aún apenado y enfurecido conmigo mismo.

- ¿Qué?- preguntó atónita, su cara reflejaba ¿dolor? -Gus ¿esto es enserio?

-Sí-respondí bajo.

- ¿Porque?- miró a otro lado.

-No tengo una respuesta, porque sólo salí por unas copas, cariño- me paré del asiento sintiéndome aún peor al ver sus ojos tristes- pero me siento horrible, yo no soy así Vanessa. Hace mucho que dejé eso de lado, pero ayer me sentí mal y tuve que salir.

- ¿Te refieres a la discusión del desayuno ayer?- preguntó.

-Sí Vanessa- respondí.

-Intenté arreglarlo pero ya te habías ido- me miró seria.

-Lo sé, y perdón ahora tu perdoname a mi, soy un idiota- me acerqué a ella, pero se alejó un poco.

-Espera Gustavo-me alejó- yo también tengo que contarte algo.

- ¿Que pasa?

-Me voy. Me iré a mi casa te agradezco mucho todo, pero ya es tiempo que siga con mi vida y tu con la tuya- habló.

- ¿Qué? No Vanessa, a mi no me molestas, cariño.- avancé hacia ella- no me dejes por favor.

-Gustavo tengo que hacerlo -respondió- Gabriel ya está fuera de las calles, conseguiré un trabajo y ya.

-No, mierda.Vanessa no, por favor- agarré su delicado rostro- quedate conmigo ¿Que pasa con el trato?

-El trato se debe acabar, no puedo con esto- alejó mis manos- debo afrontar mis problemas y seguir adelante, aunque gracias por todo, te agradeceré toda mi vida por todo lo que has hecho por nosotros y por el empujón para salir de donde estaba, pero...

-Vanessa escuchame, era un trato, mierda ¿acaso no me quieres?- lo solté interrumpiendola, me estaba desesperando.

Ella se levantó saliendo de la cocina lo más rápido que podía, pero no la dejé avanzar tanto, tenía que responderme.

-Vanessa contestame- agarré su mano de atrás, para voltearla.

-Gus ya- secó una lágrima.

- ¿Porqué lloras, cariño?-me acerqué a abrazarla.

-Ya no importa- intentó seguir caminando. Pero otra vez fui más rápido y la tomé apegandola a la pared.

-Dime Vanessa- la miré a su cara otra vez.

-Gustavo ya- me miró molesta- iré a arreglar mis cosas.

-No y respondeme a algo entonces.

- ¿Qué?

- ¿Me quieres?

-Gus, por favor-sollozó- dejame ir.

-No cariño-la apreté más a la pared con mi cuerpo- dime, si me quieres lucharé por ti Vanessa porque te quiero, me gustas desde hace años pero si me miras a los ojos y dices que no... Dejaré que te marches, a pesar de todo lo que sienta y piense.

Inferno [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora