Capítulo 20

1.4K 69 0
                                    


Gustavo

El que Vanessa haya querido preparar el desayuno para todos me sorprendió más o igual que el beso de ayer, fue un detalle muy lindo de su parte, aunque no era necesario que se disculpara, entendía de cierta forma su situación y no la juzgo. Pero había algo que rondaba mi cabeza y era un grito que sentí en la mañana, y la verdad no sé si fue imaginación mía o no.

Ya era medio día y Drew se había ido hace ya media hora. Mientras Vanessa y yo conversábamos de nosotros o lo primero que se nos viniera a la cabeza.

-¿Cuál es tu fecha de cumpleaños?-pregunté.

-25 de agosto y ¿la tuya?

-Te queda casi todo un año, yo el 23 de enero-sonreí. Quedaban pocos meses. De hecho el día en que se cumpliera el trato de los 3 meses será mi cumpleaños.

-A ti si te queda poco- comentó.

-Pues sí, 3 meses- la miré. Odiaré ese día si no pasa lo que más he deseado.

-¿Piensas hacer algo ese día?

-No lo sé, aún queda mucho, y no quiero adelantarme. –respondí.

-Oye por cierto había olvidado decirte que tus amigos son muy agradables, perdona por desconfiar en todo- suspiró- pero es inevitable. Sólo he aprendido eso.

-No te preocupes Vane, lo entiendo- me encogí de hombros- quizás yo estaría igual en tu situación.

-Gracias de todas formas, has sido demasiado amable y comprensivo conmigo.

-No hay de qué linda, ese es mi trabajo. El que tú estés bien.- hablando de eso recordé el grito de la mañana- a todo esto. ¿Has escuchado algún grito en la mañana?- pregunté.

-Ehhh no- tosió- ¿por qué?

-Ahhh- la miré varios segundos. Estaba nerviosa, lo sé. Estos años he aprendido a descubrir algunos de sus gestos, y este claramente es de nerviosismo. – Entonces quizá haya sido imaginación mía.

-Yo creo- miró hacia otro lado mientras tomaba su vaso con bebida.

-Sí bueno...-vi la hora- ¿qué te parece salir a almorzar eh? yo invito.

-Pues está bien, acepto.

-Entonces subamos a arreglarnos y vámonos.

Subimos cada uno a su habitación a arreglarse. Todo iba muy bien. Fuimos a almorzar a un restaurant bastante tranquilo de la ciudad, reímos todo el día, hasta que su celular vibró.

-Jajaja dame un minuto- levantó un dedo sacando el celular de su bolsillo. Imagino que debe ser que Drew la haya agregado al grupo de amigos.

Pero cuando crees que todo va bien y no habrá más inconvenientes en tu vida, es porque al parecer no tienes una vida de verdad. Al prender su celular y leer el mensaje, Vanessa perdió todo color existente en su rostro y su sonrisa se transformó en una mueca. Al segundo comenzó a mirar hacia todos lados y temblar. Creo que no fue Drew, esto debe ser de otra persona.

-Hey Vane- agarré su mano la cual esquivó- hey hey Vanessa ¿qué pasa?- insistí.

-Gus tenemos que irnos- dijo mirándome con unos ojos que transmitían un miedo horrible.- Ahora Gus, vamos.

-Pero Vanessa...está bien toma tus cosas y dame la mano- la agarré dejando unos cuantos billetes sobre la mesa y caminamos a paso rápido hasta el auto.

-Ve a cualquier lado, por favor.

-Está bien, no te preocupes- prendí el auto y aceleré hacia cualquier lado que me permitiera la autopista y entrando por calles que nunca había visto. Luego de media hora de andar por todos lados estacioné en una calle no muy transitada por lo visto. Esperé unos segundos y me volteé a verla, su cara estaba aún muy pálida y de sus ojos corrían demasiadas lágrimas, esto me preocupa.

-Vanessa háblame, ¿qué ha pasado hermosa?

-No..no...Gabriel...tú no sabes...yo no creí...ahora viene por mí –hablaba tan rápido y angustiada que apenas pude entenderla.


-Haber... ¿quién es Gabriel? ¿Qué no le ha creído? Y ¿qué jodidos te ha dicho para que te pongas así?- pregunté demasiado nervioso.

Inferno [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora