Capítulos 39

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Vanessa

Desperté con un fuerte dolor de cabeza, anoche me había pasado de la raya con los cortos, pero la había pasado muy bien. Moví mi cuerpo, y ¿había alguien a mi lado? Abrí los ojos de inmediato y me giré viendo la cara de Gus totalmente relajado durmiendo a mi lado. Me abrazaba por atrás. ¿Pero qué? Maldición no puedo creer que se haya aprovechado.

-Gus- lo moví.

-Mmm.

-Gus- seguí moviéndolo.

-Cariño, dame unos minutos- se acomodó más.

-¡Gus! – grité, y mi cabeza dolió.

-Maldición, pero ¿qué?- despertó.

-Vete- lo miré seria.

-¿Por qué?- se asombró.

-Estás en mi cama, ¿qué se supone que hacemos juntos?- pregunté alterada.

-Dormir- se sentó- Vanessa tranquila no ha pasado nada- fregó sus ojos- anoche me lo has pedido tú.

-¿Yo?- ¿yo? Me pregunté a mi misma.

-Sí Vanessa, te quedaste dormida en el auto y cuando te subí me pediste que durmiera contigo. Ahora si no recuerdas no es mi culpa- se levantó de la cama aún vestido y algo enojado- permiso.

-Gus- lo llamé-

-Dime.

-Perdón, no sabía, no recuerdo mucho de ayer- lo miré apenada-.

-Tranquila-suspiró-pero lo digo enserio.

-Lo sé Gus, te creo.

-Me alegra, porque sabes que no haría nada malo, al contrario.- era cierto, ha hecho todo por mí, que estúpida soy.

-¿Me abrazas?- me sentía mal.

-Claro nena, ven- abrió sus brazos.

Me acerqué rápido y nos fundimos en un muy tierno y tranquilo abrazo, me gustaba estos gestos de él, era tan lindo y yo tan idiota con mis pensamientos.

-Perdóname Gus, enserio- seguí abrazándolo.

-Sí, tranquila con este abrazo soy más feliz- me abrazó más fuerte y me levantó girándome por los aires dentro de la habitación.

-¡Gus!- reímos-¡¡ paraa!!

-¡Nooo!- siguió girándome.

-¡Gus!

-Vale, vale – paró y me bajó- listo.

-Por Dios- me maree- tengo que...

-Vanessa estás blanca- me alzó la cabeza. Tapé mi boca y salí corriendo al baño. La pequeña resaca y el girar en brazos de Gus fue mala idea, segundos después apreció tras mío sujetando mi cabello para poder vomitar bien, que espectáculo más agradable pensé.

Me levanté después de ya sentirme bien, y enjuagué mi boca y cara con agua, que asco.

-Gracias y perdón por tener que ver eso.

-No te preocupes, fue un momento lindo- rio-

-Tonto- reí también.

-Te quiero castaña- besó mi sien- iré a cambiarme de ropa- ¿dijo "te quiero"?

-Amm bueno- me sonrojé.

-¿Tomamos desayuno juntos?- preguntó.

-Claro.- respondí y él salió. ¿Nos habremos dicho algo anoche?


Inferno [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora