3|🔯|KAPITEL

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[Guía anti secuestro, AVISO:poco efectiva]

(PARTE 3)

Abrí los ojos lentamente, me pesaban mucho los párpados, sentía mi cuerpo magullado y pesado.

Miré a mi alrededor, seguía estando en la habitación de Míshko pero era de dia y 3 para variar, no estaba.

Recordé lo que paso la noche anterior y roce mi cuello con las llemas de mis dedos,no había nada, la herida que me hizo ayer Míshko había desaparecido.

Coji mi móvil de la mesilla y vi que tenía llamadas perdidas de Erkila. Me apresure a responder sus whattsaps para informarla de las nuevas noticias.

Me fijé en la fecha de mi móvil y vi que habían pasado 4 dias desde que Míshko me mordio.

Mi mirada se paró al ver la cantidad de mensajes y llamadas perdidas todas de Erkila, estaría muy preocupada y furiosa por no haberle dicho nada.

No la culpaba...

Me dirigí al baño de la suite para darme una merecida ducha pues no paraba de salir de mi cuerpo un olor desagradable, mugre sudor y sangre seca.

Encendí la luz y de manera inconsciente me topé con el espejo.

Me mire.

Mis rasgos faciales estaban más afilados y los ojos los tenía tan oscuros que casi no podía distinguirlos del iris.

La palidez de mi piel me mantuvo en trance un buen rato sin apartar la mirada mi cuero a través del espejo.

La ira se apoderó de mi.

Sin saber muy bien por que no notaba latir mi corazón, no necesitaba respirar.

Me volví a mirar, me giré dándole la espalda al espejo y me volteé dándole un puñetazo al espejo. Antes de que pudiese darme de cuenta estaba el suelo lleno de pequeñas piezas de cristal. Me quedé boquiabierta al ver que aparte de romper el espejo había hecho un boquete en la pared.

Miré mi mano, no parecía haber sufrido el mínimo daño.

Entró Stanis con un fuerte portazo preocupado por lo que había sucedido.

Me miró a los ojos, me recorrió con la vista de pies a cabeza y sonrió.

-Ya has despertado- bromeó entre sonrisitas¿Enserio que no le dolía la boca de tanto reir?-.

-Que me ha pasado-Dije con un tono neutro-.

-Eso te lo debe explicar Míshko- Sentenció poniendose serio ¡Por fín!

Se me escapó una risita y me miró con cara de circunstancias.

-Voy a buscar a alguien que limpie todo este estropicio-dijo guiñandome el ojo de manera amistosa-.

-Gracias- Pero el ya se había ido-.

Me metí en el cubículo de la ducha, haciéndolo todo a correr para estar lista antes de que llegase alguien a limpiar los cristales del espejo roto.

Salí del cubículo y me vestí a toda prisa.

Llamaron a la puerta.

-¿Si?-.

Por la puerta entró Marie con una escoba y un recojedor y vi que bajo el brazo llevava y espejo para sustituirlo por el antiguo.

Stanis había vuelto a su posición de guarda espaldas delante de mi puerta.

-Hola Marie-dije con una sonrisa-.

-Buenos días señorita Valisev- respondió mientras se dirigía al baño dispuesta a hacer su tarea-.Me alegro de verla -dudo que decir- tan bien-.

Destruktiven GeistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora