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Me la pasé muy bien con ellos, me hicieron olvidar todo.

Ya había pasado una semana y como era de esperarse Umbridge se apoderó de Hogwarts. Después de ver lo que ocurrió con la profesora de Adivinaciones entramos. Se formó un grupo para ver la conversación entre el sapo y Mcgonagall. Los gemelos se encontraban a mi lado y alguien se colocó detrás mío, mire disimuladamente y era Draco.

*Umbridge dice todo lo de la película*

-Debemos hablar-Me dijo Draco sin que nadie más se dieran cuenta de eso.

Yo lo ignore y caminé junto a los gemelos, ellos iban hablando y yo me quedé callada. El trío de oro se acerca para hablar con ellos y yo quedé un poco atrás.

Sentí una mano en mi boca impidiendo me hablar y otra en mi estómago llevándome a la primera sala abierta. Me gira y me topo con sus ojos grises, lo miro de mala gana.

-¿Qué quieres ahora Malfoy?

-Ahora soy Malfoy, no Draco, bien- suspiro- me gusta como te queda el verde- hizo referencia a los mechones que coloqué verdes.

-Si es eso lo que me quieres decir me voy- dije un poco fastidiada.

-No lo hagas- me dijo rápido.

-¿Por qué no lo haría?- me crucé de brazos

-Porque necesito hablar contigo.

-Yo no, necesito ir a entregarle un libro a George, si no te molesta- dije dándome la vuelta y llegando a la puerta, el sujetó mi mano contra la manilla y se colocó detrás mío.

-Por supuesto que me molesta-saqué su mano de la mía y me giré- me haz dejado solo y no me haz hablado en toda la semana-esto es el colmo, pensé.

-Si lo olvidaba, tu también me dejaste sola, porque yo tengo que ir tras de tí. Vienes ahora solo porque odias a los Weasley. Si yo estubiera sola no me hablarías-le dije con un poco de enojo, no me decía nada solo miró hacia abajo, le tome la barbilla e hice que me mirara- Demuéstrame lo contrario y quizá te hable- dije para poder salir.

"No voy a llorar" pensaba una y otra vez. Llegué a la torre de astronomía y me quedé a mirar la hermosa vista que tenía este lugar. Era tarde, estaba atardeciendo y era magnífico. Unos brazos rodearon mis caderas y me sobresalté.

-Tranquila soy yo- me dijo al oído- me encanta tu perfume.

-George, que haces aquí?- dije mirando al paisaje y colocando mis manos sobre las suyas

-El paisaje es hermoso- giré un poco mi cabeza para mirarlo- tú también lo eres- me miró y nos mantuvimos así un rato.

Saqué sus manos y me giré para estar frente a frente, sostenía sus manos entre las mías y lo miraba a los ojos. Guíe sus manos a mi cintura y luego llevé las mías a su cuello. Me sonrió, se veía tan tierno.

-____- me dijo pero coloqué un dedo sobre sus labios, comprendió y no dijo nada más

Me acerque a él. Me tuve que colocar de puntillas para alcanzar su rostro, el sólo seguía mis ojos. Junté nuestros labios en un beso lento, que yo necesitaba. Él me correspondió tímido.

Nos sepamos y juntamos las frentes, me sonrió y yo a él.

-George- le dije pero esta vez el hizo lo mismo que yo.

-Me gustas y mucho- me dijo y yo lo abracé fuerte, el me correspondió, no quería separarme me hacía sentir segura.

-y Tú a mí- le dije aún en el abrazo.

Nos quedamos así unos minutos más, luego de un rato nos separamos y caminamos juntos hasta la entrada de la torre de Slytherin, me besó la frente y se fue. Al entrar a la sala común estaba con una gran sonrisa, me tiré al sillón quedando acostada.

-Por qué tan feliz?- dijo alguien, me giré y lo ví, el soltó una risa.

-Nada Malfoy- me levanté y subí las escaleras.

Solo Nosotros. Draco Malfoy y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora