Quieren que creas, que quieras, que desees, que seas. Quieren todo, y piden todo a gente que no es (casi) nada.
Te cuentan lo bonito que es el amor, como se conocieron, el ruido de su corazón cuando late, el color de su ilusión, la fecha en la que se dieron su primer beso, y lo bonito que es despertarse en sus brazos. Te describen las líneas de sus manos, la curva de su sonrisa y la camiseta de los domingos, sin olvidarse de cómo tararea su canción favorita y como cierra los ojos cuando canta esa parte que se sabe de memoria, porque es su favorita.
Ah, y sobre todo, cómo se ríe cuando le haces cosquillas, y cómo te mira entre beso y sonrisa...
Quieren que creas en el amor, que quieras enamorarte, tener una pareja, y que tú mismo seas la palabra amor.
Nos (casi) exigen todo eso.
Pero no explican lo duro que es despedirse de ti, lo vacía que se queda la cama cuando sales de fiesta, y yo me quedo en casa (el corazón ya ni te cuento), lo mal que sabe el café recalentado, de esperarte y que llegues tarde, y cómo se me destroza el alma cada vez que te veo triste.
No cuentan que el amor también duele, aún estando juntos, cariño; imagínate lo que dolerá cuando ya no...
Lo peor aún está por llegar...
¿O no?
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La vida entre líneas.
Короткий рассказAquí me he quitado mis cadenas y he quitado el peso que llevaba sobre mí. No sé si realmente el amor existe, o si es una jodida farsa, o llamamos a amor el hecho de acostumbrarnos el uno al otro. Aunque supongo que no, porque si no, al besarte no s...
