Pongamos que nos ponen un laberinto.
Pongamos que tengo que salir. Que tengo que salvarme.
Y una mierda
Mamá siempre decía: "cuando estés perdida no te muevas, quédate donde estás y yo te voy a buscar".Eso hago joder,estoy aquí parada esperando a que alguien venga a buscarme, y cuando digo alguien me refiero (siempre) a ti.
Ven. Rescátame.
Nada de príncipes azules (o en cualquier caso morados si les hagamos un poquito), ni princesas débiles.
No quiero que venga nadie con un caballo blanco, espada en mano a salvarme mientras lloro tirada con un precioso vestido rosa. Yo lo que quiero es que vengas paseando con tu sudadera y tu sonrisa, me encuentres aquí perdida y me agarres de la mano mientras me susurras que me vas a sacar de aquí.
Así sería mi príncipe como tú.
Supongamos que nos ponen un laberinto, y que tenemos que salir.
Tiremos los muros (cortemos los arbustos) que forman el laberinto.
Volvámonos locos o vuélveme loca (como prefieras).
Aunque hablando de preferencias creo que quito el laberinto, y me quedo contigo.
Aquí, ahora y siempre.
Probablemente seas mi laberinto favorito, porque siempre me pierdo en ti.
Pero siempre me encuentras

ESTÁS LEYENDO
La vida entre líneas.
NouvellesAquí me he quitado mis cadenas y he quitado el peso que llevaba sobre mí. No sé si realmente el amor existe, o si es una jodida farsa, o llamamos a amor el hecho de acostumbrarnos el uno al otro. Aunque supongo que no, porque si no, al besarte no s...