Sábado. Oh qué descanso.
Después de que Alek se fuera diciéndome eso, yo me metí en mi cama y vi 3 películas hasta las 12 de la noche.
Me desperezo y me pongo las zapatillas de estar por casa. Bajo a la cocina y veo a Natalie, nuestra empleada.
–Buenos días– digo sentándome en una de las sillas de la mesa.
–Buenos días, señorita. ¿Qué quiere de desayunar?– me pregunta. Yo pienso y miro el reloj. Las 11:46.
–Una tostada francesa y un zumo de pomelo con azúcar– respondo y ella siente antes de ponerse manos a la obra.– Y oye, Natalie, ¿mi hermano sigue durmiendo?– le pregunto. Ella me mira.
–No, el señorito Theo está con sus amigos en el cuarto de juegos– me responde y yo ruedo los ojos.
–¿Han dormido aquí?– le pregunto y ella asiente. Vuelvo a rodar los ojos.
¿Es que no tienen casa estos chicos?
Cuando he desayunado, voy a subir a mi habitación, pero llaman a la puerta.
Cuando abro están Andrea, Ángela y Gabe esperando. Todos me abrazan.
–¿Cómo estas pequeña saltamontes?– me pregunta Andrea. Yo río.
–Mejor, aunque los idiotas aún no se han ido de mi casa– bufo. Gabe frunce el ceño.
–¿Quieres que les eche de aqui?– pregunta y yo suelto una carcajada.
–No, solo ignorémosles– respondo.
–¿Y dónde está tu hermano? Es que tengo que pedirle una cosa– pregunta Gabe de nuevo.
–En el salón de juegos– le respondo y él se aleja.
–Bueno, hoy al menos salimos de fiesta, ¿no?– pregunta Ángela. Yo bufo.
–Tampoco es que me apetezca demasiado, pero luego vemos– respondo y ella sonríe.
–¿Nos metemos en la piscina? Hace mucha calor– dice Andrea.
–Claro, vamos a cambiarnos– les digo.
Subimos a mi habitación y nos ponemos un bikini. Yo elijo uno que me compré hace un mes y que aún no había estrenado.
Y cuando y estamos las tres listas, bajamos las escaleras. En el salón están mi hermano, Alek y Erik sentados en el sofá sin camiseta y jugando a la Xbox, y en el suelo están Jason y Gabe (también sin camiseta), alentándoles a matar a su contrincante.
Cuando llegamos al salón, las 5 miradas se posan en nosotras. Jason silba.
–Vaya modelazos– nos piropea y yo me pongo un poco roja.
Ángela y Andrea, como buenas chulas, pasan por delante de ellos llevándose las 5 miradas a sus culos.
–Eso sí que son curvas y no lo de la autopista– les piropea Erik y ellas ríen.
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Dangerous
Fiksi RemajaNo les mires a los ojos. No les toques. Obedécelos. Alek, Jason y Erik eran los chicos más temidos y más sexys del Kingdom's College y de toda Londres. Nadie se atrevió a romper esas reglas. Excepto Abby Johnson. A ella nunca le ha importado ellos 3...