A la tercera bala, vencida.(Ian Somerhalder)

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Narra Ian.

Siempre estaba preciosa por que lo era, por dentro y por fuera, pero esta noche llevaba el pelo revuelto que me hacia recordar lo que habia pasado en la mesa del comedor.

Y en mi cama.

Y lo que posiblemente pase en la ducha cuando volvamos.

O en la cocina.

O en el suelo.

O quizas ni siquiera lleguemos a casa por que no puedo apartar la mirada de ese maldito vestido de lentejuelas negro. Elegante pero condenadamente caliente como el infierno.

Y yo quiero bajar a pecar con ella.

Entramos en casa de mi madre, ella por detras de mi algo acobardada y con el ceño fruncido. Enfadada se ve todavia mas caliente.

Maldita mierda.

Centrate!

Le dio dos besos a mi madre con la mejor sonrisa finjida que estoy seguro que puede hacer. No la escuché antes cuando se estaba quejando, debí escucharla, ahora tengo curiosidad.

Ella entró por delante de mi por que mi madre le indico donde estaba Yavé.

Me sentó como una patada en el culo, no deberia de estar follando con ella.

Abracé a mi madre y me dirigí al comedor, Yavé estaba abrazando a mi bombón con todas sus malditas fuerzas, pero ella apenas le devolvia el abrazo.

¿Quereis que toque el violín y haga salir el arcoiris?

Malditamente ridiculo.

Le di un beso a Valeria mientras me arrastraba al arbol a ver lo que le habia traido Papa Noel.

Mierda se me ha olvidado comprarle algo enorme y genial.

Y poner el arbol.

Valeria hablaba, sus labios se movian con juguetes en sus manos pero no podía parar de mirar a Yavé como ya se habia separado de ella pero mantenia sus manos en su diminuta cintura.

Voy a matarlo.

-Y esta es la barbie que me ha traido por parte de Yavé- Una barbie rubia se interpuso en mi visión.

-Vaya Vaya, casi es tan guapa como tu- dije centrándome en mi hermana pequeña.

Respira, inspira.

Valeria sonrió avergonzada y yo miré la muñeca, llevaba un vestido morado oscuro ¿Desde cuando las barbies no van de rosa?

Y entonces las imagenes de Deniss con esa maldita tela transparente me invadieron, todavia podia escuchar sus gemidos gritando mi nombre como si la estuviera matando.

Conmovedor.

Dejé la muñeca y la imagen de valeria sentada en el suelo todandose las puntas de los pies y mirandome fijamente me sacó de la escena de la mesa. Esperaba su regalo.

-He hecho un trato con papa noel- ella abrió sus ojos de par en par.

No-mires-ha-Deniss-y-Yavé.

-¿Hablas con Papa Noel?

-Por su puesto, somos hombres de negocio. Me ha dicho que la Mansión de Barbie, el descapotable 500 y el barbie crucero no podian traertelo a la vez, y que si lo traian por separado solo llegaria una cosas.

-Pero yo quiero las tres!

-Eso mismo le dije yo- le contesté con falsa indignación -Así que despues de una discusión larga llegamos a la conclusión de que vendria aposta a traerte el descapotable 500 y la Mansión la noche de reyes.