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Narra Ian.

El ruido de la música de la música revotaba por todo el yinyer.

Francis había empezado una relación con un hombre mayor que el y estaba realmente insoportable hablando todo el tiempo de lo feliz que era y de que nunca había sentido algo igual.

Y yo aquí, sin nada que contar y dándole vueltas a un vaso de whisky.

La boca de Francis gesticulaba palabras que sinceramente mi cabeza omitía quitándole la voz mientras que fingía prestar atención.

En estos casos cambiaría de conversación pero solamente se me ocurren asuntos de trabajo que el ya sabe.

Miré a Deniss acomodada en la barra a lo lejos por detrás de Francis. Hablaba con su amiga rubia, pero se veía apagada, sin vida.

Esta mañana me habían llamado los abogados que llevaban el caso de su padre. Fraude y Malversación de fondos. Complicado de ganar pero no imposible.

Cuando lo tenga todo gestionado podre contárselo todo a Deniss. No puedo parar en pensar el cabreo que va a coger conmigo cuando se entere de que estoy gestionando el caso de su padre a escondidas.

El nombre de Deniss pronunciado de la boca de Francis tomó toda mi atención.

-Es como una adolescente, se pasa el día encerrada en la habitación, ya no se que hacer.- le dije sincero. Francis me miró con ternura.

-Nunca te habías preocupado así por nadie- soltó el rubio tomándome por sorpresa.

-¿Y Dulce? Sabes que me desvivía por ella- el rodó los ojos.

-Es diferente, ella estaba mal y tu esperabas a que se le pasara, no ibas detrás de ella- abrí la boca para negarlo pero lo cierto es que tenia razón, no podía parar de pensar en ella.

-Creo que me estoy obsesionando- dije confundido bebiendo un largo trago de whisky. -Y ya sabes como soy cuando me obsesiono, lo exploto hasta que me canso.

-Si tu quieres llamarlo obsesión..- levanté una ceja tras su tono acusador. Sabia a lo que se refería y no. -Pero si me hiciste que te acompañara a una tienda de perros- reí entre dientes al recordar la escena. La dependienta nos confundió con una pareja y Francis decidió seguirle el royo contándole que como no podíamos adoptar un niño queríamos intentarlo con un perro.

Y lo adoptamos para Deniss pero poco después me dejó en claro que no quería ningún perro. -Me hiciste llevármelo en una cajita con el lazo puesto todavía- mi risa aumentó al recordar el momento.

-¿Que querías? Que fuéramos a la tienda después de que nos hiciera un descuento de casi doscientos euros y decirle: Oye mira, que nos hemos peleado- Francis comenzó a reírse.

-Le he puesto Francisquito junior, debo admitir que hace muy buena compañía- sonreí de medio lado, abrí mis ojos y levanté mis cejas.

-Francis y Francisquito, vaya, que original- dije sarcástico.

Narra Deniss

Era la única de la barra que bebía agua, era raro pero mi cuerpo no estaba para cosas fuertes.

-Me he enterado de lo de Yavé- me soltó de repente Raquel.

Abrí mi boca algo sorprendida ¿Como se entera de todo? -Es raro, me lo esperaba, sentía que lo iba perdiendo poco a poco.- bebí un gran trago de agua. Tengo la boca seca. Raquel me analizó por unos segundos.

A la tercera bala, vencida.(Ian Somerhalder)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora