-¡Ciel! ¡Ciel!-buscaba el pelirrojo dentro de la casa en llamas, esta era de tres pisos y habia comenzado a colapsar, tenia que salvar rápido al pequeño y salir de ahi cuanto antes.
-¡Grell!-se pudo escuchar un grito en la planta superior, a lo cual el carmín reaccionó y corrió subiendo las escaleras; estas ya estaban destrozadas a partir del segundo piso, por lo tanto se disponía a hacer saltos enormes sin pensar que también corría peligro la estructura.
-Senpai, no podra pasar por aquí. -advirtió el rubio.
-Ronny, ¿Somos capaces de subir de un salto a un tejado pero no podemos subir tan solo tres metros?
-Sabe que no es eso, el edificio ya esta debil de por si, eso podria matar a Ciel de todas formas si es que la casa llegase a derrumbarse.
-Tienes razón... ven aquí, subeme.
-¿Esta seguro de ir solo?
-El es un humano, yo soy el mas fuerte aquí, y si seguimos conversando mi niño va a morir.
-Bien, deje ayudarle. Ire a pedir ayuda....
-¿Te crees muy afortunado mocoso inútil?-amenazaba aquel hombre con la pistola en el cuello del menor.
-¿Pretendes llamarle afortunado a mi situación? ¿Que pretendes? ¿Porque no me matas de una vez y terminas con esto?
-Deseo ver... que fue lo que te salvo la ultima vez... aquel demonio, el no pudo haber fallado en su misión, mi hermano murió despues de hacer ese contrato y es imposible el que ahora estes vivo... tiene que haber otro igual a el...
-No hay otro igual a Sebastián.
-¿Sabes de quien hablo?
-Se mas que tu, mucho más; eres una basura... un pobre delincuente que tiene que recurrir a estos engaños para sentirse levemente importante en esta vida...
-¿Me quieres sermonear niño rico? Tu riqueza lo ha comprado todo, no me vengas a hablar de importancia en el mundo. ¿Hay algo que tu dinero no pueda comprar?
-A mis padres...-el matón miro al muchacho algo confundido.-o a Sebastián.
-¿Al demonio?
-El deseaba mi alma, la ha perdido... nada de lo que puedas dar te asegura una compra segura de cualquier objeto o servicio... incluso cualquier cariño.
-Maldito huérfano, vete al infierno.-decia al momento de soltarle y comenzar a patearlo en el suelo.
-¡Deja en paz a ese niño!-exclamó una voz externa y algo grave. Aquel hombre se giro y pareció mofarse de la apariencia del carmín.
-Vaya, vaya... por un momento creí que eras un hombre.-se burló.
-Al menos mas hombre que tu si cariño...
-Maldito maricon.
-Ciel... ven aca.-el pequeño se dispuso a correr a los brazos del dios de la muerte, pero su agresor volvió a jalarlo pegandolo junto a el.
-¿Eres tu aquello que le ha salvado la ultima vez?
-Dejale ir bastardo.
-¡Vamos! ¡Haz algo! ¿Que no eres un demonio o algo parecido? ¿O es que acaso no puedes salvarlo de todo? ¿Necesitas un truco de magia acaso?
-Bien... de todas formas tu nombre esta en la lista.-decidio el pelirrojo al invocar su guadaña y darle cuerda.
-¿La lista? ¿Eres la muerte acaso?-Grell se aproximó a aquel hombre dando el primer ataque, a pesar de ello... sintió la presión en su guadaña y notó que algo habia parado el golpe.
-Thara... ¿Que diablos haces aqui, perra?
-Londres es taaan pequeño... me sorprende que sigas vivo querido; aunque era de esperarse ya que el idiota de Sebastián cubrió mi ataque... ¿Sigue vivo por cierto?-Grell volvió a atacar, la demonio esquivo y se acercó de nuevo para brindar un golpe seguro; el shinigami lo recibió y balanceó la fuerza con un puñetazo en la mejilla de la contraria.
-Eso a ti no te importa.
-Tranquila princesa... no estoy aqui por algo personal. Tengo un trato con este imbécil; has de saber cual es su deseo.-abalanzó su guadaña y esta le detuvo con ambas manos.
-Se mas clara, perra.
-Te he dicho, no he venido a hacerte daño, calmate un poco... solo vine a asegurarme de que el mocoso Ciel Phantomhive muera esta vez... ese fue su deseo.
-Este niño no puede morir.
-¿Porque no, ah? ¿Porque te involucras en cualquier asunto?
¿Que tiene que ver este crío contigo?
-El...
-Soy su hijo.-Aclaró el ojiazul; Grell le miro apenas dos segundos de manera esperanzada.
-Ay... que ternura, ¿Como lo obtuviste, eh? ¿Te acostaste con una humana? Vaya farsa de hinojo que eres.
-Maldita gata vulgar.-siseo al atrancar a esta contra la pared y su arma.
-Anda cariño, destroza lo poco que queda de estructura y termina de matar al mocoso.-de pronto, el hombre, quien se encontraba observando todo en la espera de que el edificio se derrumbase, recibió un corte profundo desde el tejado de la casa de junto. Miro su brazo, aquella arma larga le habia destrozado dicha extremidad provocando que el menor se soltase pudiendo apartarse de el.
-¿Que demonios es...?-exclamó molesto.
-Normalmente esta prohibido que intervengamos en los casos especiales de muerte, pero... tu nombre esta en la lista y tratandose de esto, no dudaria ni dos minutos en matarte yo mismo.-se adentraba el shinigami moreno apoyándose en su guadaña por un agujero en la pared de madera.-Nadie ofende a Grell mas que yo; ahora... Ciel, ven aca.-ordenó al extender su mano al menor. Grell seguia forcejeando con la sukubo, esta, al ver que el peliazul avanzaba hacia el moreno, dio una patada con impulso fuerte a uno de los pilares que sostenía el piso, por lo cual, este comenzó a tambalear. Thara miro a Grell a los ojos mientras este le observó con furia.
-Lo siento cariño, sabes que no es personal.-sonrió al volver a tomar impulso y dar una patada fuerte en el suelo; este se destrozó y Grell trato de correr por el menor, cosa que le fue imposible ya que Thara comenzó a jalarle; Will cayó hacia atrás saliendo por el mismo agujero por el que habia entrado y cayendo directamente al suelo.
Aquel hombre se acercó a Ciel con esfuerzos mientras que este trataba de aferrarse a algo solido.
Finalmente, la estructura se desplomó quedando en solo un monton de madera en llamas.
Ronald, quien estaba afuera junto a Sebastián, trataba de apagar el fuego, mientras que el mayordomo se apresuró a buscar entre los escombros al pelirrojo y al ojiazul.
-¡Grell! ¡Grell!-exclamaba desesperado el supervisor levantandose adolorido y acercandose a la madera seca.
-Spears-san, tranquilo, ayude a Sebastián a apagar lo que queda mientras descubro el lugar. El estara bien... es... Grell.
-Tienes razón, apresuremonos.
...
"-¿Ciel...?-se arrastraba el pelirrojo quitandose los escombros del segundo piso, el menor habia caído hasta el fondo y Grell se sentía impotente al tratar de buscarle cerca suyo y no encontrarle.
-Este niño no puede morir.
-¿Porque no, ah? ¿Porque te involucras en cualquier asunto?
¿Que tiene que ver este crío contigo?
-El...
-Soy su hijo."
-No puedo darme por vencido ahora que el dijo eso... no... no le dejare... morir.
...
-¿Donde... donde estoy?-desperté entre un monton de restos y oscuridad.-mi brazo...-me ardía, no sabia porque...
Trate de moverme pero me topé con un dolor horrible en mi estomago.
-¿Que es...?-lo toque... parecia un enorme trozo de pilar... me habia atravezado por completo.
No podia moverme.-maldita sea...-era un dolor insoportable.
Moví un poco mis brazos buscando como liberarme, cuando sentí junto a mi una mano.
-¿Quien...?-junto a esa mano sentí también el arma que aquel hombre habia utilizado para amenazarme.
Trate de alcanzarla pero justo antes de eso pude ver algo de luz, me habian encontrado... sin embargo, era un hecho que moriria... no queria que nadie me viera así, mucho menos Grell. Mi nombre estaba en la lista, cada suceso fue inevitable... mi muerte sera inevitable; si Grell esta destinado a cosechar mi alma creo que seria una enorme tortura el dejarle ver el proceso de mi defunción.
-Ciel...-llamó Sebastián levantando los restos del edificio.
-Sebastián...-salude apenas con esfuerzo.
-Aguarda, te sacare de ahi.
-No lo hagas.
-¿Que dices?
-Sebastián... en estos momentos no hay nada mas seguro que mi muerte...
-Aun te podemos salvar.
-Mi nombre esta en la lista... necesito que me ayudes antes de que Grell pueda venir a verme.
-¡Sebastián!-llamó Ronald desde lejos.-¿Aun nada?-el mayordomo me miró y se quedo pensando.-¿Sebastián...?
-No... aun nada.
-Gracias.-sonreí.
-¿Que planeas?
-Pasame esa pistola.-apunté, el me miró sorprendido.
-¿De que estas hablando?
-Me suicidare.
-No hay shinigamis jovenes, tu alma sera directamente recolectada.
-Eso no me importa, no quiero que el me vea así.
-No hare eso. Grell estaría lastimado si sabe que tu te suicidaste.
-Entonces matame tu mismo.
-¿Que te hace pensar que eso si lo hare?
-Porque... me lo debes.
-Yo...
-Fallaste a nuestro contrato... puedes recuperar tu honor de esta forma... sera mi ultimo deseo, mi ultima orden.
-Yo... no puedo.
-Eres un demonio.
-¡Grell logró salir!-informó Ronald.
-Tienes que ser rapido... no quiero que me vea así.
-Maldito mocoso...-interrumpio el hombre junto a mi; este tomó el arma.-¿Como es que sigues vivo?
-Deberia darte lo mismo, morire dentro de poco.
-No, tengo que asegurarme yo mismo.-aquel demonio se atravesó velando por mi vida.
-Sebastián... dejale... si el tiene las agallas que a ti te faltan, el nos hara un favor.
-Ciel...
-Por favor......
-¿Donde esta Ciel?-exclamó el pelirrojo buscando sus hojas de registro.-morirá dentro de poco... no puedo permitirlo.
-Grell, calmate.-tranquilizaba William levantando al carmín.
-Tengo que encontrarlo.-De pronto, un disparo se escucho en el ambiente, Grell pareció enloquecer y ponerse mas nervioso.-¿Que fue eso?
El moreno comenzó a correr al sitio donde se habia hecho presente aquel sonido, seguido por Ronald y el pelirrojo.
-C...Cie...Ciel...-Soltó el carmin comenzando a llorar.-No...no, no,no, no... el no...
La sukubo estaba junto a ambos cadáveres, Ciel y el contratista.
-Solo vine a reclamar su alma... lo siento querida.-se despidió huyendo de ahi mientras Sebastián aparecía detras del shinigami extrovertido.
-No... no llegamos a tiempo.-consoló William.
-¿Porque...?-sollozaba cubriendo su rostro. Grell se arrodilló, tomó al pequeño en sus brazos y acarició su cabello, desatando así su parche.-Perdoname Ciel...
-Nosotros no podemos hacer nada contra un récord cinemático... no es tu culpa.
-Yo... quiero estar solo...
-¿Estas seguro?
-Si... necesito un momento antes de tener que reclamar su alma.
-Bien... estaremos cerca.El pueblo solo eran ruinas y cenizas en aquellas enormes casas que alguna vez estuvieron de pie. Poco a poco se alejaron dejando al shinigami adolorido con el cuerpo de su hijo.
No dire nada de este capítulo, solo esperare sus opiniones; siento que no di todo de mi en esta actualización. He vivido varias cosillas esta semana y pues... me distrae un poco, lo siento.
Saludos princesas, y recuerden que cuando actualizo en esta historia también lo hago en el otro fic llamado Cheshire Sutcliff, esperenlo.
Buenas noches :3
Besos, las amo.