No me queda nada... varias veces habia pensado en viajar, alejarme de todo... pero bien, lo considero algo completamente innecesario debido a que... no puedo valerme por mi mismo, y al hablar de ello no me refiero a no poder vestirme, no poder bañarme, ni mucho menos cocinar por mi cuenta... eso podria aprenderse con el tiempo, incluso un conde como yo podría hacerlo...
Al tocar dicho tema, me refiero realmente a que... no puedo valerme por mi mismo... sentimentalmente.
Suena estupido, pero creo que nunca pensé en la posibilidad de perder a Sebastián, quien era mi unico apoyo al final. Hablo de que nadie es mas cercano a mi que ese maldito mayordomo estúpido. Al final... me abandono y se fue... como todos.
Incluso pense en contratar a alguien para matarme... esto porque yo no tendría el valor suficiente para hacerlo y se que mis sirvientes no se atreverían a hacerme daño.
Al final ese soy yo... un cobarde... el niño mas inutil y solo de todo Londres...
Si, suena tan egoista, pues... teniendo riqueza y de mas para mi solo al final no obtuve nada de lo que queria y me sentí peor de lo que esperaba.
Los primeros dias sin Sebastián pensé que algo le habia pasado o habia vuelto a huir como nuestro viaje a Francia... varias semanas después comencé a buscarlo, nadie sabía nada, incluso Undertaker fingió ignorancia pura sobre el tema... meses despues acepté que no volvería, pues la marca del contrato habia desaparecido.
Llegué a pensar que estaba muerto y esa idea me aterraba, no sabia porque realmente, pero ese idiota habia logrado preocuparme... era tan... extraña en mi esa sensación.
Nunca me habia sentido mas solo, nunca habia experimentado un dolor semejante al del vacío y el silencio que habia dejado ese demonio... me sentia ridículo.
Una tarde, planeaba ir a tomar una siesta en mi habitación, sin embargo, comencé a escuchar disparos; por obvias razones pensé que era Meyrin, y por consiguiente supuse que alguien trataba de invadir la mansión.
Me sentí seguro, pues ese era un equipo especializado y eso me reconfortaba. Era lo unico que Sebastián me habia dejado como recuerdo.
Pense que todo habia parado al terminar el ruido afuera, pero mi sorpresa fue enorme al mirar desde la escalera como alguien forzaba la cerradura...
"Maldición"
Creí que ese era mi fin, esta vez no esperaba que alguien me salvase, habia utilizado y terminado con todas mis cartas de juego.
Corrí a tratar de esconderme dentro de una de las habitaciones, al entrar atranque la puerta y me escondi bajo la cama... hace tanto tiempo no sentía un miedo similar a aquel.
Fue entonces que aquel hombre pudo entrar como si nada abriendo la puerta y librandose de los obstáculos que habia impuesto. Se acercó a mi como si supiera exactamente donde estaba, se inclinó y levantó un poco la cama tratando de sacarme de ahí.
Cuando al final pudo hacerlo, me tomó del cabello y puso su mano en mi cuello.
-Se...bas...tian...-balbuce en una esperanza inconsiente de que Sebastián volviera... internamente sabia que no seria asi.
El hombre al escuchar mis palabras, me miró y dejo de apretar tan fuerte. Acercó su rostro al mio y fue entonces que mi corazón se paró ante un nuevo sentimiento...
-Esos ojos...
-Me parece tierno que aún esperes que yo te proteja... ya no es mi deber... nuestro contrato fue librado el dia de mi muerte.
-Sebastián...-no me interesaba cualquier cosa que me dijera, por primera vez sentí la necesidad de abrazar a alguien de manera sincera. Dicha emoción se fue cuando el volvió a hacer su agarre mas fuerte y volví a quedarme sin aire.-Se...bastian... ¿Por...que?-esos ojos me miraron de forma lastimera, incluso pense que el podia estar sufriendo mas que yo.
-Es una orden.-susurró seguro, tan seguro que me resigne por completo y habia comprendido que mi tiempo de irme habia llegado... ante aquel rostro que ya no era el mismo con el que le habia conocido... solo pude sonreír. A el le gustaba eso.-¿Estas... sonriendo?-preguntó sorprendido.-¿Porque?
-Te... te amo.-pude decir apenas; esa frase le habia dejado helado.
De la nada, el shinigami rojizo entró por la puerta de la habitación y grito a Sebastián para que me soltase. Este me dejo caer tan fácil, y solo pude acariciar la zona adolorida en mi cuello.
Fue entonces que escuché a la parca hablando sobre la muerte de Sebastián... el sabia todo y yo no podía enteder nada.
Al final, Grell me salvó y pudimos salir de ahí. Sinceramente no pensé que esto terminara así.
El idiota que habia odiado anteriormente tuvo que salir; tardó mas de tres horas, tiempo en el cual yo aun procesaba todo lo qur habia sucedido... no entendía porque habia sido salvado por el pelirrojo afeminado, ni mucho menos porque Sebastián habia vuelto si se supone que estaba muerto...
Grell llegó y me había traído un postre, tal vez no sepa que un niño no se debe alimentar asi, pero para mi era mucho mejor.
Se que ya le había preguntado el porque me habia salvado, incluso jugamos un rato con un juego de mesa algo raro, bueno, tan tipico del mundo de los no muertos. No lograba comprender su amabilidad y mucho menos el como le pidió a su superior que le dejara quedarse conmigo.
William me había obligado a decirle Sr. Spears, pues según el, yo aun era un niño y debia tener respeto a los adultos; no se que haya pasado exactamente, pero creo que ellos son pareja o algo parecido... incluso he llegado a pensar que Grell comenzó a verme con cariño... tal vez se deba a que es hombre y según recuerdo, hizo lo que hizo en el mundo humano debido a que el no podia tener hijos... como Madame red...
Gracias a ese recuerdo no puedo evitar el desconfiar de el, incluso se que podria matarme ya que alentó a mi tía a que ella cometiera dicho asesinato.
William es mas serio, incluso es molesto; cuando viene a ver a su "trabajador" he notado los intentos por parte del pelirrojo de obtener cariño del moreno, este solo corresponde agunos, como si le molestara mi presencia o si no quisiera actuar debido a que estoy ahi.
Grell ha tratado tal vez de crear un vínculo conmigo, pues trata de hacer que entre en confianza e incluso parece que tratase de hacer una familia...
Si asi fuere, seria la familia mas extraña que he visto... un shinigami travestido que fue un asesino, un hombre tan serio e incómodo, sin mencionar que ambos se suicidaron y ahora son casi eternos, y yo... un niño humano que contrató a un demonio y ahora lo perdió, mas aun, soy un conde y no puedo volver a ser nombrado asi o podrian matarme.
No me agrada esta situación...
Grell me ha traído algunas de mis pertenencias y me ha ayudado como lo hacia Sebastián, algo a mi parecer algo extraño.
-Ciel, ya es hora, levantate.-decía el carmín entrando a mi habitación, la cual por cierto, era un cuarto donde el tenia un monton de trajes... vivía solo, tal vez fuese por eso que no sabia como llenar el departamento.
Comienza a vestirme y yo aun sigo somnoliento; esto ya era rurinario de al menos dos semanas.-Tengo que ir a trabajar, se me hizo tarde de nuevo; aun así, alcancé a hacerte el desayuno.
-Uhmmm...
-Te lavas los dientes después de desayunar... tengo que irme ya.-decía al terminar de anudar el liston de mi cuello y despues el de mi parche. Se quedó mirandome por dos segundos.-¿No crees que ya no es momento de usar ese parche? Según se... tu lo usabas por tu contrato con Sebastián. Tienes unos hermosos ojos azules...
-No me interesa, son mis ojos, mi problema.-el agachó la mirada.
-Tienes razón, lo siento.-se acomodó el cabello y salió de mi habitación.-¡Trataré de llegar temprano!-avisó desde la puerta, la cual después se cerró.
Grell me había traído varios libros, he estado leyendo mucho por la noche... incluso vienen historias de shinigamis retirados, finados, e incluso "perdonados".
No lograba entender a que se referían con perdonados... de hecho, no sabía como era que nacía un shinigami... ¿Acaso Grell tuvo familia alguna vez? Y de no ser así... ¿Como puede dar algo que nunca ha recibido? ¿Cual es su deseo de tener hijos?
No lograba entenderlo.
Hay algo en lo que tiene razón... no se porque aun utilizo el parche, mi ojo esta totalmente sano, pero lo sigo usando de manera inconsiente.
Hice a un lado el libro que estaba leyendo y me levante a desayunar. Caminé hacia la mesa para dos que tenía junto al desayunador.
-Rayos... esta tibio.-Grell habia logrado hacer un omelette, unas cuantas galletas de vainilla y un chocolate caliente. Era un sabor tan distinto a lo que habia ingerido durante mucho tiempo... todo lo que hacia algun sirviente, Sebastián lo mejoraba dandole un toque perfecto... esto no lo era... no sabia mal, de hecho sabia muy bien, tenia ligeros errores pero se notaba el esmero. Grell no era un ser perfecto, Sebastián sin embargo podía realizar cualquier acción en un abrir y cerrar de ojos sin tener nunguna imperfección; cosa que era muy distinta viviendo aquí, pues el carmín trataba de mejorar mi situación muy a pesar de como me he comportado, se que el no tiene la obligación de cuidarme y sin embargo lo hace...
Casi toda mi vida me la pase tomando desabridos tés y comiendo comida de calidad; algo que provocó que el chocolate caliente me hiciera sentir relajado y como si aun fuese un niño pequeño.
![](https://img.wattpad.com/cover/81802720-288-k375874.jpg)