—¡Mamá dejó la puerta abierta! — exclamé a mi hermano gemelo mientras yo cerraba la puerta de su Mustang '67. Era el último día del onceavo grado y habíamos parado por unas hamburguesas y malteadas en Grannie's Diner con unos amigos para celebrar después de la escuela. Nathan y yo entramos oficialmente a nuestro último año de escuela y ninguno de los dos podíamos quitar la sonrisa de nuestros rostros.
—Esto es raro — dijo, con una mano alisando su cabello rubio-castaño. —Ya sabes como es ella siempre nos esta molestado con eso.
Yo sonreí y mantuve la puerta abierta para él. — Te puedo asegurar que ella se olvido de esto.
Mamá estuvo casada con un policía una vez, mi padre, y se había grabado en la cabeza lo importante que era mantener las puertas cerradas con llave, incluso hasta cuando estuvieras en casa.
Nathan me siguió a la cocina y abrió la nevera.—Oh, Dios mío,— bromeé. —¿Cómo se puede todavía tener hambre después de comer semejante monstruo de hamburguesa y de malteada?
Él flexionó un músculo. —Me estoy desarrollando,— dijo. —Sólo porque eres una imbécil pobre flaca no quiere decir que todos los demás tiene que comer como un pajarito.
Me acerqué y le di un puñetazo en el brazo. —Muy gracioso — exclamé.
Él sonrió y levantó el cartón de leche para tomar un trago cuando ambos escuchamos algo.
—¿Qué es eso?— Le susurré.
Él cerró de un golpe el cartón de leche y salió corriendo de la cocina.
—¿Nathan?— Grité, persiguiéndolo escaleras arriba. Los sollozos venían de algún lugar en el nivel superior de la casa y mi estómago se retorció de horror.
¿Mamá?
—Oh, Dios mío,— se atragantó, entrando en su oscuro cuarto. Ella yacía desnuda en el suelo junto a su cama, con la cara hinchada y ensangrentada, y con el cuerpo magullado.
Corrimos a su lado y ella entreabrió unos de sus ojos negros. —Llama a la policía,— murmuró, apenas coherente.
Comencé a llorar mientras cogía el teléfono y marcaba el número nueve-uno-uno. Ni siquiera recuerdo haber hablado con la persona que había contestado. Todo lo que sabía era que estaba lloriqueando y ella estaba tratando de consolarme con el hecho de que la ayuda estaba por llegar.
Colgué y me quedé mirando a mi quebrantada madre en estado de asombro, con sentimientos de impotencia y miedo. Afortunadamente, Nathan manejaba el estrés mucho mejor que yo.
Él agarró un edredón y la cubrió con suavidad. —Mamá, ¿qué pasó?— Preguntó, empujándole el flequillo oscuro fuera de sus ojos.
La vergüenza de su cara era desgarradora y yo más o menos sabía por su apariencia lo que había sucedido. Era evidente que había sido golpeada y violada.
Me enjugué las lágrimas de mi cara, me arrodillé a su lado y suavemente tomé su mano. —La policía y la ambulancia están en camino.—
Ella asintió con la cabeza y cerró los ojos.
—¿Mamá?— Preguntó Nathan preocupado. —¿Qué pasó?
—Nathan, sólo observa,— le susurré. —Ella ha sido violada.— Sus labios temblaban mientras él buscaba su rostro. —¿Mamá, un desconocido entró aquí y te... hizo esto?
Ella abrió los ojos y nos miró a los dos durante unos segundos. —No... no era un desconocido,— ella susurró con voz ronca. —Fue su padre.
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Hola! Espero que les vaya a gustar este libro...
Les soy sincera, no es mio, en la descripción del libro esta el nombre de la autora.
Si les llama la atención ayudenme recomendandolo, prometo que les parecerá muy interesante...
Hasta pronto ;)
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Confusión *Vagabundos De La Noche 1*
VampireNikky de diecisiete años de edad y su hermano mellizo, Nathan, se trasladaron al pequeño pueblo llamado Shore Lake para comenzar una nueva vida después de que su madre fue atacada brutalmente. Cuando una adolescente desaparecida es encontrada muerta...