Diabolik Lovers Zone! -Imaginas, frases, chistes, zodiaco y más- [TERMINADA]

Ayato Sakamaki (Para Andrea).

Andrea's POV.

—Andy-San, ¿qué te parece mi nueva pijama?— Ayato sale del baño con sólo un pantalón de pijama color negro a cuadros.

—Muy, muy sensual, Sr. Sakamaki.— Me muerdo el labio. Ayato sonríe complacido y se acuesta conmigo en la cama de seda color rosa.—Pero...— Ayato me mira alzando una ceja.—No creo que a Reiji le guste que salgas así de esta habitación.— Sonrío torcidamente.

—Sabes que lo que piense Reiji me importa una gran mierda.—  Rueda los ojos.

—Está bien, está bien.— Le doy leves palmadas en su espalda.

—Mejor hagamos... Otras cosas...— Me besa intensamente.

De nuevo su lengua explora mi boca tan detenidamente, Ayato recorre con sus manos  mi cintura por debajo de mi blusa. Yo acaricio su cabello, es tan suave. Él se separa de mí para quitarme la blusa y así, quedar en sostén y pantalones. Por otro lado, dejo su cabello, para luego ponerme sobre él y poder bajar su pantalón de pijama nuevo. Él sonríe pícaramente.

—Eres una pervertida, Andy-San.— Termino de quitarle los pantalones y subo la cabeza para mirarlo con una sonrisa pícara también.

Iba a pasar a la siguiente fase, pero tocan la puerta. Ayato rueda los ojos y me quito de encima suya.

—Hum... A-Ayato-Ku... Kioto-San no deja de llorar.— Suena la voz de Kanato del otro lado de la puerta.—  Intenté darle dulces y jugar con ella, pero no quiere ceder.

Ayato bufa y me mira frustrado.

—Nunca podremos tener tiempo a solas.— Se sube los pantalones.— Desde que Kioto llegó, no ha habido nada de tiempo a solas.

—Sabes que aún es pequeña, es natural que llore. Ya habrá otra ocasión.

Me pongo mi blusa y abro la puerta.

—Ven aquí, bebé.— Kanato pone a Kioto en mis brazos y sonríe apenado. —Gracias, Kanato-Ku.—Le sonrió torcidamente.

—No hay de que... Lo siento.—Dice y se va sin más. Otro cambio de humor repentino.

Siento a Kioto en la cama y voy a la recámara de la misma para sacar su pijama. Al regresar me encuentro con Ayato y la pequeña dormidos sobre la cama. La bebé sobre el pecho de Ayato y él sosteniendo a la pequeña con su brazo izquierdo.

Ayato puede ser muy frío a veces con respecto a Kioto. Aún no sabe cómo tratar a un ser humano tan pequeñito, pero las veces en las que sucede esto, sé que él va siendo mejor padre, día con día. Simplemente no puedo pedir más que esto. Es todo lo que necesito.

Yo apago las luces y me recuesto con ellos. Más no podría pedir.

—Esto lo compensa todo, mi amor.

Susurra Ayato y casi puedo sentir su sonrisa. Me apega a ellos con la mano que tiene libre y quedamos dormidos.

En serio, no hay nada mejor.

Espero y te haya gustado, discúlpame grandemente por la espera.
¡Gracias, andrea260614!