one shots Daryl Dixon

"IV"

Lágrimas surcaban tus ojos, desesperación por salir huyendo de esta situación, de salir corriendo y despertar en tu cama sola y sudada por la horrible pesadilla, pero no podías, tu cuerpo demostraba, que por primera vez en mucho tiempo estabas aterrada

te sentías debil mirando como el sol poco a poco salía y tu no levantabas la vista de aquel suelo encharcado de sangre provinente de la cabeza de tu hermano mayor Abraham, solo podías llorar al recordar lo que pasó aquella misma noche 

- vaya, Lucille tenía sed, el pelirrojo se ha llevado seis o siete golpes por todos vosotros- dijo Negan dirigiéndose a vosotros, con el bate lleno de sangre pasándolo por vuestras caras, hasta pararse frente a ti no llorabas, no gritabas, tu respiración era pausada, tus manos arañaban las piedras que se encontraban bajo vuestros cuerpos- estabais juntos?- te pregunto a lo que tú solo negaste furiosa- no? Pero era familiar tuyo, Tú padre... no, hermanos, si era tu hermano verdad?- no contestaste pero seguro ya se dio cuenta de su acierto, ya que te sonrió cínicamente- sabes, lo siento mucho de verdad, pero no tenía más remedio, y además tengo motivos más que suficientes para justificar mi elección- balanceo el bate llenando tu cara y la de Rick de un hilo sangre, pestañeaste varias veces seguidas para aguantar las lágrimas que suplicaban ser liberadas esta noche pero te negabas a dar a ese hombre encuerado las lágrimas que tanto ansiaba ver- era pelirrojo, rojo nació y rojo murió- se carcajeó delante tuyo colocando el bate a escasos centímetros de tu cara- échale un último vistazo a lo que queda de tu hermano- fijaste la vista en el suelo negándole a Negan sentirse superior sobre ti- mira el bate, míralo diablos no seas terca niña- te grito y sentías como el labio inferior empezaba a ceder temblando por la ira de no poder volver el tiempo atrás y evitar aquella pelea que hasta el momento de su muerte tenías con el- MIRALO!- volvió a gritar más fuerte- mira los putos sesos del pelirrojo- y en ese momento no solo tú estallaste a llanto.

Daryl que llevaba todo el monólogo de Negan mirándole con odio por todas las cosas que te decía, no pudo aguantar más y de un rápido movimiento se levantó  y golpeó la cara del hombre alejándolo de ti y intentando inútilmente embestir de nuevo contra Negan ya que dos hombres se le echaron encima, y un tipo rubio con la cara quemada, la ropa y ballesta de Daryl apuntándole directamente a un malherido cazador el cual gruñía intimidante sin parar

- lo hago, lo mato ahora, si me lo pides lo mato

- no, Daryl- dijiste con los dientes apretados sufriendo por la vida de tu amigo más que nunca, el líder de los salvadores te miro a ti y luego a Daryl, y así por un par de movimientos más, después de unos segundos en los que el salvador no hizo más que observar actitudes decidio torturar más al grupo en especial a ti

coloco el bate sobre la cara del arquero apretando las púas sobre su piel causándole que pequeños ríos de sangre recorrieran su cara hasta el suelo, con esa acción el grupo entero reacciono de distintas formas expresando el mismo dolor, unos se llevaron las manos a la cara, otros apartaron la mirada mordiendo con fuerza sus labios, y tu a diferencia de los demás sólo pudiste soltar un grito ahogado, al cual Negan sonrió

- no, no lo mates sin antes intentarlo, D tráeme a la chica- te señalo con el bate y el hombre que le robó la ropa a Daryl obedeció agarrandote de la camiseta arrastrandote hasta estar arrodillada frente a Negan sola  y con Daryl aún tirado siendo agarrado por los dos hombres- cual es tu nombre?- te pregunto

- ____ Ford

- bien ____, te explico lo que acaba de pasar y lo que pasará de aquí a no mucho, él- señalo a Daryl- acaba de golpearme, solo por ti, si yo ahora me diera por hacer esto- levantó el bate y golpeó el estómago de Daryl provocando un gran grito de parte de tu familia entera- es tu culpa, y si me diera por hacerle lo mismo que a tu hermano el pelirrojo- volvió a levantar el bate apuntando de una forma que cuando bajara daría directo al cráneo del hombre- también es culpa tuya