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~14 de Julio de 2016~

Era por la mañana y llevaba un rato despierta en la cama, observando mi celular. Sí, tenía un mensaje de Matteo.

Matteo Balsano: Buenos días hermosa, éste pendejo te saluda.

No sabía qué contestar, me sentía diferente y extraña, nunca nadie me había enviado esta clase de mensajes, sobre todo Matteo, o uno de los chicos "populares". Para mí esto era nuevo, no había visto nada igual en mi caso, siempre había salido con chicos normalitos, que eran conocidos pero no populares hasta decir ¡basta! Aunque bueno, viniendo de Balsano todo es posible, incluso podría sorprenderme.

Decidí contestar el mensaje de Matteo con algo de incertidumbre.

Luna Valente: Buenos días.

Me sentí algo tonta al enviar ese mensaje, era simple. Quizás debía completarlo y enseguida continué con el mensaje.

Luna Valente: Pendejo.

Seguro se estaba riendo de mí, pero a pesar de esta sensación y de sentirme una negada por hacerle caso, sentía que mi corazón latía más veloz que nunca, el calor no abandonaba mi cuerpo y la intranquilidad y la ansiedad por saber que pasaría cuando nos viéramos no me dejaba vivir tranquila.

Matteo Balsano: te faltaba el pendejo, JAJAJA. Dale. Iré mañana por la libreta, realmente estoy ocupado en casa. Ya sabes como es mi mamá, quiere que trabaje.

¿Trabajar? ¿Él?

Si es más vago que yo. Y eso ya es decir.

Soy lo suficientemente floja como para mandar a la mierda a mi madre si me dice algo sobre sacar la basura, y ni te imaginas cómo reacciono cuando mi mejor amiga me invita a ir a correr con ella.

Luna Valente: ¿Tú? ¿Trabajando?
Jajaja, perdona que me ría.
S

i eres más vago que yo.

Sonrío ante la idea de Matteo trabajando, es realmente simpático. Sacudo mi cabeza, me estoy dando cuenta de que me dejo llevar fácilmente. Y no puede ser. No debo dejar que Matteo me engatuse.

Matteo Balsano: Reíte si querés, pero gracias a esto tengo buena paga y unos abdominales y pectorales increíbles, vos podrás tocarlos, nena.

Ok, esto me ha matado...

De repente, solo de imaginarme a Matteo sin camiseta, mostrándome sus tatuajes, sus pectorales, sus músculos contrayéndose y frotándose contra mí, me entran ganas de decirle que voy ahora a su casa, pero no puedo dejar que estas fantasías me atrapen. Suspiro hondo.

Luna Valente: Ni te emociones, que no te he dicho que sí.

Y es cierto, si al verlo no se quita la camisa, no pienso decir que sí.

Matteo Balsano: Nena, pensalo bien. Pararemos cuando quieras, sólo debes decir que sí.

Y ese, nena... me derrite.

Sólo de imaginar cómo sus finos labios se humedecen y se mueven al compás, pronunciando una ene, una e, una ene de nuevo y una a, con su voz aterciopelada y sexy, me muero de ganas de oírselo y me reprocho de nuevo.

Matteo Balsano es un mujeriego.

****

Son las seis de la tarde y Nina y yo salimos a tomar algo.

Nina es mi mejor amiga, realmente siempre sabe cómo chantajearme para que salga de casa cuando estoy cómoda con mi pijama. La quiero muchísimo.

Caminamos hacia el parque.

- ¿Qué te dijo Matteo? - me pregunta tras pasar el umbral del parque.

¡DIN, DIN, DIN!

La pregunta que creo que voy a oír muchas veces.

Nos sentamos en el banco y miramos hacia la fuente del parque mientras ella me mira con unos ojos inquisitivos y curiosos.

- Sólo hemos hablado por mensajes. - le digo tranquila sin que vea que me muero de ganas de verlo, aunque quiera negarme a mí misma. No sé por qué me interesa ahora, no lo sé.

No me gusta esta sensación.

- Que bien. - me sonríe y entonces sé que algo va mal. Y para que me lo confirmen, ella continúa su frase. - Porque está con Gastón en este mismo parque y vos y yo nos vamos a acercar.

Mierda.

Gastón Perida, el novio de mi mejor amiga, está en el mismo puto parque que nosotras.

¡CON MATTEO!

Caminamos hacia ellos, y ahora doy caladas mucho más amplias, siento como mi sangre se concentra en mis mejillas y mis nervios chisporrotean a mi alrededor, provocándome calor en mi cuerpo.

¡Y sólo lo he visto!

Pero con solo imaginarme a Matteo encima de mí, siento que me muero, si no supiera como besa, si no supiera cómo es él en bañador no fantasearía, sería fuerte.

Y me reprocho por no serlo, solo debo aguantar y decirle que no.

- ¡Hola chicos! - saluda Nina, Gastón sonríe y la besa dulcemente.

Y me da mala espina, de que esta idiota ha hecho que nos encontremos. Seguramente está planeando algo.

- Hola chicas. - dice Gastón mirándonos con una amplia sonrisa. - ¿Qué hacen aquí?

- Nina, doña yo no sé qué hacer hoy, me ha sacado de casa para dar un paseo.

- ¿Día de pijama? - preguntó Matteo con una sonrisa algo... ¿burlona?

- Sí, día de pijama. - le responde mi mejor amiga. Gastón ríe.

Y me siento tonta por estar aquí escuchando como se ríen de mi día de pijama, que es un día que escojo al azar para no hacer nada y quedarme en la cama en pijama, es el mejor día del mes, lo puedo asegurar.

- ¿Quieren tomar algo con nosotros o prefieren estar solas? - pregunta Gastón.

Matteo me mira directamente.

- Yo estaría encantado de que tomaran algo con nosotros.

Mi sangre se calienta y se alborota disparando mi ritmo cardíaco, sólo de pensar en estar con ellos veo algo claro, Nina besuqueando a Gastón y yo con Matteo a solas.

¡No estoy lista!

Niego con la cabeza.

- No, hoy paso, si quieres ir tú, vete. - ¿cómo demonios suena mi voz normal?

- Oh vamos Luna, quédate. - me dice Nina mientras me mira con suplica.

- No, le prometí a Nico que iría a verlo.

- ¿Cuándo?

- Cuando consulté mi móvil. - le gruñí. Esta perra (con amor) quería fastidiarme, sé que es mi mejor amiga, pero no quiero estar con Matteo, no aún.

- Ah bueno, da igual, ¿nos vemos mañana?

- Te llamo. - le digo mientras giro sobre mis talones para irme, Gastón me grita adiós, el único que no se despide es Matteo.

- Cretino. - digo para mí misma, pero al hacerlo me suena un mensaje de wathsapp.

Matteo Balsano: Hasta mañana linda, es una pena que no te quedes. Dale, nos vemos. Ah, por cierto. Bonito culo.

Follaamigos | LutteoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora