Tras besarme, me dirigió a su coche y me ayudó a subir, pero su estúpida mano se coló en mi trasero.
- Matteo. - me quejé.
- ¿Qué? Tienes lindo trasero. - me dijo con picardía y una voz sensual.
- Mierda, Matteo.
- Vale, vale, ya paro.
Subió su mano lentamente por mi trasero y le propiné una patada hacia atrás, que no esquivó porque no la vio venir.
- Que bruta eres.
- Que imbécil eres.
- Gracias.
- De nada.
- Tú también debes decirme gracias.
- Eso será tu mayor sueño. - le dije molesta.
Pero en realidad no lo estoy. En absoluto, debe haberse esforzado. O eso espero yo. Una vez que conseguí subir a su coche, estuve sentada mucho tiempo, hasta que sentí a Matteo entrar por la otra parte, fruncí el ceño, se notaba en mis cejas.
- ¿Qué hacías?
- Subir parte de la sorpresa.
- ¿Es una persona?
- No. - se ríe. - Hoy somos tú y yo, solos.
- ¿Seguro?
- Seguro.
- ¿Cuánto tardaremos? - pregunté, soy impaciente, por eso no me gustan las sorpresas.
- Aún no hemos arrancado. - su voz suena divertida.
Como le gusta reírse de mis desgracias, si pudiera verlo, lo mataría. Y entonces me acordé del suceso previo antes de que viniera Matteo.
- Sabes... antes de que vinieras.
- Te escucho... - dijo Matteo con la voz curiosa. - Dime, Luna.
- Paulina me hizo una visita.
Por el ruido que hizo el volante, supe que Matteo lo estaba apretando, seguramente estaba tenso, fue frenando, y me imaginé que estábamos en la calle general donde hay un semáforo. Busqué su brazo y lo acaricié.
- Me dijo que aprovechara la oportunidad luego de que le llamara zorra cornuda. - confesé y oí su risa. - Me molestó verla al principio, pero como consiguiente la abracé tras verla llorando, me deseó buena suerte.
- No es tan mala. - dijo Matteo. - Aunque tiene mal genio, por un momento pensé que se te había lanzado a pegarte, estaba por dar la vuelta.
Reí suavemente, por un momento, me sentí como si fuéramos una pareja de verdad en un coche, celebrando algo, una maldita sorpresa que aunque no me gustara, aceptaba con gusto. Estaba deseando que Matteo me enseñara que tenía preparado, las ansias no podían conmigo.
- No la dejaría golpearme. - le contesté. - Le arrancaría lo rubio y me haría una peluca.
- ¿Todo, todo? Ya sabes, ¿todo el pelo? - la voz de Matteo era llena de sorna y perversión.
Me ruboricé muchísimo y lo golpee.
- Idiota.
- Hey, que estoy conduciendo. - se quejó con gracia.
- ¿Cuánto falta? - ignoré su puesto de conductor y lo que me había preguntado y esperé a que contestara.
- Estamos llegando.
- ¿Cuánto tiempo?
- Cinco minutos.
- Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete...
- ¿Qué haces?
- Diez, once, doce...
- ¿Luna?
- Cuento los segundos, para saber cuanto falta.
- Para. - dijo riendo. - Llegaremos, tranquila. Mira, casi estamos.
- Matteo...
- ¿Qué?
- No puedo ver, estúpido.
Se echó a reír, dios mío.
¿Valgo para cómica?
Se lleva riendo desde que entré al coche, será bobo.
- Llegamos.
- ¿Me sacas de aquí?
- Claro linda. - se bajó del coche y esperé unos momentos.
Sentí la puerta delantera de mi lado abrirse, y busqué mi cinturón para desabrocharlo torpemente, ni siquiera veía ese cinturon de seguridad, espero que estimulen mis sentidos como dice mi profesor. Cuando lo encontré lo desabroché, y sentí los brazos de Matteo tomarme malamente, me llevaba en brazos, por una vez, aferré mis piernas a su trasero y mis brazos a su cuello, permitiéndole ver, y dejé que me llevara. Espero no decepcionarme cuando vea la sorpresa.
-
-
-Les subí este capítulo porque... porque no tengo nada que hacer, además no están largos, son super cortitos, aún así me tardo demasiado xdxd
Y si quiero subo el final, pero no quiero, ok no, tal vez lo suba más tarde, tal vez, jaja 😜💓
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Follaamigos | Lutteo
Hayran KurguAdaptada. | Créditos a su escritora original... FrikiIdiot | | Créditos por la portada a @chicafrutilla |