Cuatro.

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Tú decidiste dejarme tú disparaste primero,
Ni se te ocurra acercarte no te perdono ni quiero.
Nada más de ti y aunque tu recuerdo arde
No voy a caer otra vez llegaste tarde...

-No hueón, me dijo: Isidora no me gustaí, lo siento. ¿Y tú sabí lo que siente que no te amen? -me llenó la polera de mocos.

-Sí -me quedé callado y recordé a la María José -, duele pero, se pasa hueón, un palo saca a un clavo, o un pablo no sé -me reí, nunca me había aprendido esa weá.

-Un clavo saca a otro clavo aweonao -se rió y yo le tapé la boca.

-Cállate hueona, si se enteran de que los dos estamos metidos en el baño del conserje nos van a casar la conchetumare en la casa -la miré, no dejaba de llorar. Su mamá tenía razón, no era bueno pa' ella.

-¿Me querí ayudar? -me preguntó sacándose los mocos y parándose -, digamos que estamos juntos. Yo le sacaría celos al Juan y tú a la María Jesús -me estiró la mano.

-José -rodé los ojos, me parecía bien -, trato, mañana me pasaí a buscar.

Tocaron la campana pa' irse y nosotros fuimos los primeros. Y, tomados de la mano.

-Oye -me dijo antes de irme. -Viene la María.

-¿Qué? -miré para los lados ahí venía ella con un culiao. De pronto siento mis labios juntarse con los de la Isidora y atiné a cerrar los ojos y desear que la Cote nos haya visto.

Me separé de ella y vi que ella nos miraba triste. Trataba de esconderlo pero no podía. Así que aproveché y agarré bien de la mano a la Isidora y nos fuimos.

-¡El Pancho nos miró hueón! -se rió y caminó feliz.

-La María igual -su imagen con el pelo liso y sus labios rojos tristes no se me quitaban de la cabeza. Además, ¿quién era el culiao con quien salió?

-Responde po' -me empujó -, ¿seguís enamorado? -se puso a caminar de espaldas sin quitarme los ojos de encima.

-No sé, no te vayaí a caer -le agarré la mano.

-Bien, entonces, te voy a preparar -me hizo un 1313 y se fue riendo.

-¿Para qué? -su sonrisa pícara decía que sería algo divertido.

-A ser un buen pololo falso -me tomó la mano y la entrelazó -, porque quiero uno que parezca real, ¿ya?

-Ya, ¿desde cuándo empezamos esta cosa siniestra? -me reí. Sus manos eran suaves pero no sudaban, eran perfectas.

-Desde, mañana. Después de el colegio nos vamos a ir al parque a practicar besos y abrazos, de todo.

"De todo" Mhh, igual con vo' sí.

-¿Besos? ¿es necesario? -me reí. No quería sacarle mucha pica a la Cote, igual me dolía.

-Sí, lo es weón -me apretó la mano y seguimos caminando así hasta llegar a la casa.





















Fuimos tan hueones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora