Diez.

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Llegué al colegio cagado de sueño, pero había un sendo carrete en una disco, y no podía faltar po'.

Ahí estaba el pobre Fabián, caminando como zombie por los pasillos cuando derrepente escucha una voz conocida.

-¡Adivina quién se cambió! -gritó, era la Amanda.

-¡Weeena conchatumare! -la saludé, igual me alegraba.

-Hueón, me dejaron quedarme acá, mi famili igual se va a venir -sonrió. Y una weona gritó.

-¡Ay! ¡Una maraca llegó, llamen a los pacos pa' que la saquen! -la María José se cagó de la risa y su grupito hueón igual.

-¡Oh miren, un gusano! ¡Písenlo! -gritó la Isidora que acababa de llegar.

-Después seré una linda mariposa -sonrió.

-Polilla mejor dicho -el Benjamín levantó una ceja.

-Hola hermosa -el Marcelo se acercó a la María José y le chantó, el sendo, PERO EL SENDO, beso con lengua.

Nosotros quedamos impakta2.

-Bueno, el show de maracos comenzó y me aburre, me viro -el Benjamín entró a la sala y nosotros cagados de la risa lo seguimos.

-¿Cómo fue tu cita ayer? -preguntó la Amanda.

-Es hoy día, y quiero que vayan conmigo -nos miró serios. Nosotros nos aguantamos la risa.

-Pero, es TU cita, ¿qué vamos hacer ahí? -preguntó

-No sé, mándenme wasaps, ¿qué se yo? Quiero culiarmela -la Amanda miró el puesto donde se había sentado la María José.

-¿Qué miraí? -gritó -, ¿Ahora no sólo te pelaí con el Fabián, sino también conmigo? -se rió -, chucha, y con el Benjamín, ayer bien juntitos que se reían en el paradero.

Miré a la Amanda y a la hueona le salía humo por la nariz.

-Y Benja, no te preocupí, la Camila ya no quiere salir con vo', así que no te arreglís tanto -se rió el enano conchetumare umpa-lumpa jolaperra bastardo weno pal pico.

-Conchetumare -el Benjamín salió de la sala y nosotros fuimos detrás de él.

Se acercó a una hueona de tercero medio. Pelo teñido café al peo. Un poco de pecas y media gordita.

-Oye Cami -el Benjamín le tocó el hombro. Ella estaba con su grupo de amigas.

-Ah Benjamín, erís tú, ¿me vení a explicar que ya salíai con otra? -la Amanda se rascó la cabeza.

Oh, María José reculiá chupa clítoris.

-Con quién hueón si yo quiero salir contigo -trató de explicar -, a ella la conocí ayer, es amiga del Fabián.

La Amanda se acercó y nosotros pa' evitar cualquier pelea también lo hicimos.

-Oye, no sé que te habrá dicho la María José, pero yo a él lo conocí ayer, y a mí me gusta otra persona...

-Tú cállate, todos saben quién erís, qué bueno que la Mari nos avisó la clase de persona que eraí, maraca culiá -se paró para echarle la choría.

La Isidora y yo sostuvimos a la Amanda por si le trataba de pegar. Pero ella solo entró a la sala.

-Qué bueno que no salí con vo' -el Benjamín entró detrás de ella.

-Bueno -suspiró la Isidora -, esa María José sí que está jugando bien -miró a la Camila -, y no volvaí a tratar de maraca a la Amanda, ¿la hay visto chupar pene? No cierto, en cambio yo te he visto a tí haciéndole un Kiko al Sebastián de Segundo Medio en un carrete. Así que la maraca, acá -la apuntó -, erís vo'.

Todos los que estaban en el pasillo incluidas sus amigas empezaron con el: ¡Uhhh!

Entramos a la sala y la Amanda tenía tapada la cabeza con un polerón. Y el Benjamín calmándola.

Nos sentamos con ella y la abracé.

-Quédate tranquila hueón, ya nos dimos cuenta la persona que era, y la vamos hacer cagar, no llorís más -le rasqué la cabeza.

-Es que ya estoy chata hueón, en Santiago, me decían maraca, acá me dicen maraca, y entiende que a mí sólo me gustaí vo' -me abrazó. Y la Isidora se mordió el labio -, yo antes.. era su mejor amiga -me apretó.

-¿La dura? -dijimos los tres.

-Sí, hasta que le dije que me gustaba el Andrés. Como a ella igual, hizo lo posible por estar con él, y cuando el hueón la dejó por mí, la Josefa se encargó de decirle a todos lo maraca que era. ¿Por qué creís que no tenía amigas? Las únicas hueonas que estaban conmigo eran mis primas.

-Y por eso cuando llegué la Josefa me dijo esa weá...-recordé todo.

-Lo mismo de siempre: No te juntís con la maraca de la teñía, ha pasado por todos y blá blá blá. Pero lo que la María José ni el Bruno sabe, es que la Josefa se metió con el Javier en un carrete, estando con el Bruno ya -se limpió los mocos.

¿Me estai weando? ¿La Josefa y el Javier?

-Mentira -me reí y los cabros no entendían -, ¿Y por qué no le dijiste nada? -le pregunté.

-Porque no iba a ser la hocicona culiá que se lo contara, además, se comió al hueón ese día del cumpleaños.

-¿al que le tenía ganas? -el hueón de la tarjeta de cumpleaños.

-Sí.

























Fuimos tan hueones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora