-Chicos, lo que dice es verdad. Podría arrancarme las alas ella misma si quisiera.
-Podría matarte de la forma que yo quisiera.. -tenía una mirada profunda, tan profunda como el cuchillo que le estaba clavando imaginariamente en toda la cara.
-Te juro que si le tocas un sólo pelo te parto el cuello con mis propias manos -dije con rabia, pero calmado. O eso intentaba.
-Controla al chucho -dijo mirando a mi ángel, con un media sonrisa.
-No dejaremos que hagas daño a Cas. Es nuestra familia -dijo mi hermano.
-Chicos, calmáos. Todo está bien. -Cas.
-¿Que todo está bien? -dije mirando a Cas- ¡Quiere matarte!
-Oh no, chicos. Yo no he dicho eso -dijo la mujer.
-¿Perdona? -dije enfadado. Estaba a punto de perder los nervios.
-Has dicho exactamente eso -intervino mi hermano.
-He dicho que podría, no que lo haría. Pero tranquilos, entiendo la confusión, ya que los humanos sois estúpidos -dirigió ahora su mirada a su taza, dejando la cucharilla a un lado y dando un sorbo.
Yo la miraba incrédulo, al igual que mi hermano.
-¿Y tú estuviste con esta gilipollas 15 años? -miré a Cas.
-Dean.. Relájate. -me dijo.
-¿Que me relaje? ¡Estoy muy relajado! -sonaba más enfadado de lo que pretendía, pero no podía evitarlo.
-Puedo hacerle daño. Pero jamás lo haría -dijo la chica- Para él quizás nuestra relación no importó mucho, pero para mi sí.
Tanto a mi hermano y a mi nos sorprendió lo que dijo.
-¿Por qué fiarme de ti? -le dije.
Soltó una pequeña risa.
-Sólo eres un humano, a mi me da igual lo que pienses. Es más, ni siquiera deberíais estar aquí.
-¿De verdad pensabas que íbamos a dejar sólo a Cas? -solté una pequeña risa irónica- Entonces es que no nos conoces ni la mitad de lo que te gustaría.
-Castiel, espero que nos veamos muy pronto -dijo levantándose con elegancia y pasando de mi comentario- Y la próxima vez, no te traigas a los monos.Y se marchó sin mirar atrás. Sammy y yo la seguimos con la mirada hasta que salió, luego nos giramos inmediatamente hacia Cas.
-Os dije que os quedáseis fuera.
-No cambies el tema, Cas -le dije.
Sam se cambió a la silla de enfrente, para estar más cómodos, aún así yo no me separé ni un centímetro de mi ángel, aunque estuviéramos enfadados, necesitaba sentirlo cerca.
-No Dean, no cambies el tema tú. Os dije perfectamente que esperéis fuera -dijo mirándonos a los dos- Pero una vez más..
-¿Una vez más, qué? -le dije, intentando leer su mirada, pero la apartó.
-Una vez más.. No te importó lo que yo dije -aparté la mirada ya que me dolió profundamente lo que dijo.
Puse, inconscientemente, mi mano sobre su rodilla y noté cómo se tensó. Me miró con dolor en los ojos y luego miró a Sam.
-Ya, pues eso..Que me voy fuera -dijo mi hermano levantándose y marchándose.
-Dean.. -comenzó a decir.
-Cas, lo siento -solté, cosa que lo tomó por sorpresa- De verdad que lo siento -puse una mano en su mejilla y cerró los ojos unos segundos, pero luego apartó la cara.
-Dean, yo... Tú te comportaste como un completo gilipollas, Dean. De verdad que no entiendo por qué te enfadaste tanto.. Lo hice para que comprendieras que no quería estar con Sofía, sino contigo.
-Ya sé que fui un gilipollas y lo siento. Pero no estoy enfadado, Cas, estoy preocupado por ti..
-Pero ella no dirá nada, Dean.
-Eso no lo sabemos.
-Confío en ella.
-Pero yo no. ¿Qué pasa si se enfada, o le da un ataque de locura, o yo qué sé.. y cuenta algo? ¡Podrían matarte Cas! Ella mismo lo dijo.
-¡Pero no lo hará! Y lo sabrías si no fueras tan.. -se calló de repente.
-¿Tan qué?
-Tan desconfiado Dean. No confías ni en ti, ni en tus propios sentimientos.. No confías en nadie.
-Confío en Sam, y confío en ti..
-No. No confías en mi.
-Oh vamos. He dejado mi vida, ¡la de Sammy!, en tus manos Cas.. Confío en ti plenamente.
-Si lo hicieras no hubiera pasado toda esta mierda, Dean.. -lo dijo sin mirarme, pero yo no podía apartar la mirada de él.
-Lo siento.. Siento haberte hecho daño. Siento que..sintieras que no confío en ti.. De verdad que lo siento -seguía sin mirarme, y tomé su cara con una mano, obligándole a mirar.
-Dean, esto no va a funcionar.
Sentí que se paró el tiempo.
-¿Qué? -dije, esperando haber oído mal.
-Te quiero, Dean..-¿Entonces..? Tú también sabes que te quiero, Cas, así que.. no entiendo por qué..
-Creo que es lo mejor. Un ángel no debe... Nunca debí permitirme sentir. Me equivoqué y..
-No. No -lo interrumpí- No, Cas. ¿Por qué dices eso?
-Porque es la verdad. Nunca debimos permitir que ocurriera todo esto, así que lo mejor será que lo dejemos aquí.
-¿Lo mejor para quién, eh?
-Lo mejor para ambos, Dean -seguía intentando no mirarme.
-¡Mírame Cas! -dije dolido y me miró sólo un segundo, volviendo a agachar la cabeza- ¿Por qué no me miras? -no respondió- Sabes tan bien como yo que no es verdad lo que dices, Cas, lo sabes..Me sequé una lágrima que salió inconscientemente.
-Se acabó, Dean -dijo frío, pero se notaba el dolor en sus palabras.No podía creer nada de esto. Volvió a escaparse otra lágrima, pero ya no me importaba. Tenía un gran nudo en la garganta que me impedía decir palabra alguna, y que deseaba que me ahogase.
-Dean.. -soltó, pero no dijo nada más.
-Vete.. Si esto es lo que quieres, no voy a impedírtelo.Me miró una última vez y se marchó, sin decir nada.
ESTÁS LEYENDO
Destiel
RandomEs una continuación alternativa de Sobrenatural y más personal sobre Dean y Castiel. Sam ya hacía un tiempo que se había dado cuenta de los sentimientos de Dean, cosa que éste negaba. Sobra decir que hasta el propio Crowley se había dado cuenta de l...