Destiel

Capítulo 29

-Bien, ¿qué pasó? -le dije.
-Me ha llamado Jimmy, un cazador bastante bueno por lo que he oído, y quiere que le ayudemos con una cosa.
-Nunca he oído hablar de ningún "Jimmy".
-Ya, ni yo. Pero me he informado y según dicen es un tipo solitario que nunca pide ayuda con nada.
-Vaya -dije tomando algo de café- ¿y por qué nos ha llamado entonces?
-Lo único que me dijo es que cree que hay demonios por aquí y que en unos días vuelve a llamar.
-¿Sólo dijo eso?
-Sólo eso.
-¿Entonces para qué nos hemos vestido así?
-Porque vamos a investigar, Dean. Hay que averiguar si de verdad hay demonios aquí.
-Está bien. Está bien.
-Y..¿quién es la chica? -Ya estaba tardando...
-Una que conocí anoche. Si supieras el buenos días que me dio.. Te contaría, pero los caballeros no hacen esas cosas -sonreí.
-Tampoco quiero saberlo, gracias.
-Bien.. ¿Por dónde empezamos? -dije dando un sorbo al café.

Dos días después no habíamos encontrado pista alguna de demonios, ni señal del tal "Jimmy".
-Esto es una gilipolles, Sammy, aquí no hay nada -dije mientras dábamos vueltas con el coche, en busca de algún lugar económico para comer.
-¿Te refieres al caso?
-Al caso y a la comida.. ¿Dónde diablos están las hamburgueserías de 3$?
-Ya te dije que nos llamaría, sólo hay que esperar.. Y seguir buscando.
-¿Buscar demonios o hamburguesas? -pregunté dudoso.
-Ambos -dijo y yo sonreí. Por fin comería algo que no llevara 'sano' en su nombre- Mira, vamos a la cafetería de ahí y ya está.
-¡Pero ahí no habrá hamburguesas con papas fritas! -me quejé.
-Estoy cansado de dar vueltas, Dean. Y seguro que tienen otras cosas.

Paré el coche para que mi hermano fuera a coger mesa, en lo que yo buscaba difícilmente un sitio donde aparcar. Tras unos minutos, mientras llegaba a la cafetería andando, me fijé en un puesto de periódicos, donde se anunciaba en una portada el extraño asesinato de una joven.

-Tenemos un caso -dije poniendo el periódico en frente de Sam, al tiempo que él colgaba el móvil.
-Dean, era Jimmy -dijo dejando el periódico a un lado -Dijo que en 2h vayamos a la 3ra de la calle 51 de Sagasta.
-¿Y qué más?
-Nada más.
-¿Después de dos días y sin señal alguna de demonios, en serio no dijo nada más?
-Bueno, ya sabes lo que dicen de él, que le gusta trabajar solo.
-No, Sam. No sé lo que dicen de él. ¡En realidad no sabemos nada de ese tipo! Y hasta donde yo sé, podría ser una trampa.
-También lo he pensado, pero lo dudo mucho. Es un tio bastante solitario y si pide nuestra ayuda será por algo.
-¿Estás diciendo que te fías de él?
-No, estoy diciendo que vayamos, pero con cuidado.
-Como quieras -dije levantándome.
-¿A dónde vas?
-A ver si hay algo decente para comer.
-Pide algo para mi también. Lo que sea.

-Me imaginaba unos viejos almacenes o algo parecido, no un hotel -dije al llegar al lugar del encuentro con Jimmy.
-Sí, y yo.. Pero parece ser que no hay nadie en recepción -dijo mientras entrábamos.
-¿Nos separamos?
-Sí.

Iba caminando, cuando de repente me quedé de piedra al ver a un hombre con un ramo de rosas.
-¿Cas..?

-Hola, Dean.. Ha pasado mucho tiempo..
-Qué.. ¿Qué haces aquí? -dije quieto en el mismo sitio.
-Sabía que vendrías -dijo acercándose a mi- Esto es para ti.
Miré las flores por un segundo y volví a clavar mis ojos en Cas.
-¿Qué diablos pretendes? ¿Cómo sabías que iba a estar aquí? -dije molesto.
-Hace unos días, cuando nos vimos..
-Eras tú de verdad -lo interrumpí- Y estabas con otro..
-Sí, y lo siento. Intenté olvidarte, Dean..pero no pude...

Sentía tanta rabia por dentro, que parecía que iba a estallar. No me lo podía creer. En ese momento sólo quería besarlo y matarlo a la vez..
De repente suelta una gran carcajada.
-¿Qué diablos te pasa? -pregunté completamente confundido.
-¡Tu cara! -reía- Eres tan imbécil que te lo has creído, Dean Winchester -dijo con tono de burla y su mirada no parecía la misma.
-¿Qué..? -pregunté atónito. ¿Qué diablos es esto?
-No soy tu "Cas" -dijo con sorna y un odio intenso recorrió todo mi ser.
-¿Quién demonios eres?
-Precisamente..-mostró sus ojos negros-..soy un demonio. Hice bien del ángel, ¿verdad? Te lo creíste completamente.
-¿Qué has hecho con él y por qué demonios tienes su recipiente?
-Oh, ¿esto? -se miró a sí mismo- Esto es sólo una copia. Tu noviesito anda por ahí..con otro.