Capítulo 10

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Ya es la hora de comer así que fuimos a una especie de restaurante cercano, aprovechamos que tenían un menú económico por lo que Sam y yo pedimos un buen plato de spaghetti con albóndigas.
-¡Dios! Esto está.. -dije con la boca llena.
-Cuánto echaba de menos las albóndigas -Sam.
-Y yo comida de verdad. No te confundas, jamás cambiaría mis hamburguesas pero.. -metí más pasta en mi boca- un buen plato de comida de verdad nunca viene mal.
-Uhm, yo -dijo Sam también con la boca llena- Sí que comí comida de verdad este fin de semana. Jessica cocina muy bien.
-Así que Jessica, eh? -sonreí.
En eso entra Cas al restaurante, que había ido al cielo un rato.
-Sí, al parecer estudiaba en el mismo sitio que yo, pero nunca nos habíamos cruzado.
-¿Y cuándo piensas presentármela?
-No creo que sea buena idea, Dean.
-¿Qué? ¿Por qué? Quiero conocerla.
-¿De quién hablan? -dijo Cas sentándose a mi lado.

 -¿De quién hablan? -dijo Cas sentándose a mi lado

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-De Jessica, la nueva novia de Sam.
-No es mi novia. Sólo..pasamos algo de tiempo juntos, queremos ver cómo nos va.
-Bueno, eso me suena a mi a noviazgo ¿a ti no? -miré a Cas.
-No. -respondió. Fruncí la boca y él el ceño.
-Ya sabes que con nuestro trabajo no podemos tener relaciones serias, Dean. -los dos lo miramos- Bueno, ustedes dos son diferentes, cazamos juntos. Ella sin embargo no sabe que existe este mundo y prefiero que siga sin saber.
-Bueno.. -dije mirando la mesa.
-Nosotros no tenemos una relación seria -dijo Cas con el seño fruncido- ¿o si? -su carita me hacía tener ganas de besarlo.
-No, no. Bueno, no sé.. ¿Tú quieres?
-No lo sé, Dean ¿Tú quieres?
-Creo que esto sería mejor que lo hablen a solas -dijo Sam.
-Sí,  mejor -dije dando un gran trago a mi cerveza.
-¿Ya saben quién es el pishtaco? -preguntó Cas tras unos segundos de incómodo silencio.
-No, pero es un pueblo pequeño, será fácil.
-Bueno, eso espero, que ya quiero volver a casa. Hecho de menos mi cama -dije y puse una mano en la pierna de Cas. Realmente no me incomodaba ya que no se veía nada por la mesa. Cas me miró automáticamente y yo le sonreí.
-Voy a pagar ya para poder empezar a investigar cuanto antes. Esperadme fuera si queréis -dijo Sam levantándose.
Me terminé el trago de cerveza que quedaba y salí fuera con Cas. Estábamos en el porche esperando y yo tenía unas ganas increíbles de besarlo. Él estaba contra la pared y yo sin darme cuenta me pegaba cada vez más a él, hasta el punto de que tuvo que poner su mano en mi pecho para que parara.
-Dean, no. Pueden vernos.
-Lo siento, no me di cuenta de que estaba tan cerca -dije sin separarme-pero es que necesito besarte ya -susurré cerca de su oído y se le erizó la piel.
Di unos pasos atrás ya que sino terminaré comiéndole la boca.
-Dios, ¿por qué diablos tarda tanto? -dije mirando por la puerta y vi cómo pagaba. Cas también se asomó para mirar; lo observé así, distraído, con sus ojos azules mirando a otro lado y se veía tan bien. Sus pómulos marcados, sus labios tan rosas como siempre. De repente se vuelve a girar hacia mi y yo lo sigo contemplando, veo la forma en que frunce el ceño al verme mirándolo, la forma en que se mueven sus labios al hablar.
-Dean, ¿Qué pasa? -me dice, pero yo sólo puedo seguir observándolo, miro sus labios tan tentadores.
Un ángel de Dios.
Me parece tan irreal.
Coloco mis manos en sus mejillas y me acerco despacio a sus labios, depositando un suave beso. Comprobando si son reales, si él existe realmente. Abro los ojos y él los tiene cerrados, aún con el ceño un poco fruncido pero más relajado. Lo vuelvo a besar de la misma manera, pero esta vez sintiendo dos segundos más sus labios.
-Dean.. -dice en un susurro.
-Dean -dice Sam abriendo la puerta y sobresaltándonos a los dos.
Tardé unos segundos en separar mi mirada de la de Cas, es como si por un instante no estuviéramos ahí, ni en ningún sitio. Me separé rápidamente y Sam se quedó con los ojos bien abiertos. Supongo que no esperaba vernos así, en público y ahora. Aunque tampoco es que haya mucha gente, el problema es que nos haya visto algún otro ángel.

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