Ya es la hora de comer así que fuimos a una especie de restaurante cercano, aprovechamos que tenían un menú económico por lo que Sam y yo pedimos un buen plato de spaghetti con albóndigas.
-¡Dios! Esto está.. -dije con la boca llena.
-Cuánto echaba de menos las albóndigas -Sam.
-Y yo comida de verdad. No te confundas, jamás cambiaría mis hamburguesas pero.. -metí más pasta en mi boca- un buen plato de comida de verdad nunca viene mal.
-Uhm, yo -dijo Sam también con la boca llena- Sí que comí comida de verdad este fin de semana. Jessica cocina muy bien.
-Así que Jessica, eh? -sonreí.
En eso entra Cas al restaurante, que había ido al cielo un rato.
-Sí, al parecer estudiaba en el mismo sitio que yo, pero nunca nos habíamos cruzado.
-¿Y cuándo piensas presentármela?
-No creo que sea buena idea, Dean.
-¿Qué? ¿Por qué? Quiero conocerla.
-¿De quién hablan? -dijo Cas sentándose a mi lado.-De Jessica, la nueva novia de Sam.
-No es mi novia. Sólo..pasamos algo de tiempo juntos, queremos ver cómo nos va.
-Bueno, eso me suena a mi a noviazgo ¿a ti no? -miré a Cas.
-No. -respondió. Fruncí la boca y él el ceño.
-Ya sabes que con nuestro trabajo no podemos tener relaciones serias, Dean. -los dos lo miramos- Bueno, ustedes dos son diferentes, cazamos juntos. Ella sin embargo no sabe que existe este mundo y prefiero que siga sin saber.
-Bueno.. -dije mirando la mesa.
-Nosotros no tenemos una relación seria -dijo Cas con el seño fruncido- ¿o si? -su carita me hacía tener ganas de besarlo.
-No, no. Bueno, no sé.. ¿Tú quieres?
-No lo sé, Dean ¿Tú quieres?
-Creo que esto sería mejor que lo hablen a solas -dijo Sam.
-Sí, mejor -dije dando un gran trago a mi cerveza.
-¿Ya saben quién es el pishtaco? -preguntó Cas tras unos segundos de incómodo silencio.
-No, pero es un pueblo pequeño, será fácil.
-Bueno, eso espero, que ya quiero volver a casa. Hecho de menos mi cama -dije y puse una mano en la pierna de Cas. Realmente no me incomodaba ya que no se veía nada por la mesa. Cas me miró automáticamente y yo le sonreí.
-Voy a pagar ya para poder empezar a investigar cuanto antes. Esperadme fuera si queréis -dijo Sam levantándose.
Me terminé el trago de cerveza que quedaba y salí fuera con Cas. Estábamos en el porche esperando y yo tenía unas ganas increíbles de besarlo. Él estaba contra la pared y yo sin darme cuenta me pegaba cada vez más a él, hasta el punto de que tuvo que poner su mano en mi pecho para que parara.
-Dean, no. Pueden vernos.
-Lo siento, no me di cuenta de que estaba tan cerca -dije sin separarme-pero es que necesito besarte ya -susurré cerca de su oído y se le erizó la piel.
Di unos pasos atrás ya que sino terminaré comiéndole la boca.
-Dios, ¿por qué diablos tarda tanto? -dije mirando por la puerta y vi cómo pagaba. Cas también se asomó para mirar; lo observé así, distraído, con sus ojos azules mirando a otro lado y se veía tan bien. Sus pómulos marcados, sus labios tan rosas como siempre. De repente se vuelve a girar hacia mi y yo lo sigo contemplando, veo la forma en que frunce el ceño al verme mirándolo, la forma en que se mueven sus labios al hablar.
-Dean, ¿Qué pasa? -me dice, pero yo sólo puedo seguir observándolo, miro sus labios tan tentadores.
Un ángel de Dios.
Me parece tan irreal.
Coloco mis manos en sus mejillas y me acerco despacio a sus labios, depositando un suave beso. Comprobando si son reales, si él existe realmente. Abro los ojos y él los tiene cerrados, aún con el ceño un poco fruncido pero más relajado. Lo vuelvo a besar de la misma manera, pero esta vez sintiendo dos segundos más sus labios.
-Dean.. -dice en un susurro.
-Dean -dice Sam abriendo la puerta y sobresaltándonos a los dos.
Tardé unos segundos en separar mi mirada de la de Cas, es como si por un instante no estuviéramos ahí, ni en ningún sitio. Me separé rápidamente y Sam se quedó con los ojos bien abiertos. Supongo que no esperaba vernos así, en público y ahora. Aunque tampoco es que haya mucha gente, el problema es que nos haya visto algún otro ángel.
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Destiel
RandomEs una continuación alternativa de Sobrenatural y más personal sobre Dean y Castiel. Sam ya hacía un tiempo que se había dado cuenta de los sentimientos de Dean, cosa que éste negaba. Sobra decir que hasta el propio Crowley se había dado cuenta de l...