Capítulo 36

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-Pero mira quién ha vuelto -dijo mi hermano cruzandose de brazos.

-Más te vale que tengas alguna pista, para no partirte la cara.

-Qué recibimiento tan agradable. Yo también os he echado de menos, chicos -dijo Crowley, sirviéndose una copa, como si estuviera en su casa.

-¿Qué has traído? -preguntó Sam.

-Nada -dijo sin mirarnos.

-¿Cómo que nada? -dije.

-Nada. No he encontrado absolutamente nada. Y supongo que si yo no he descubierto ni una pista, ustedes menos.

-Llevamos días buscando sin parar, es imposible que no hayamos encontrado nada, aunque sea un rastro falso... -Sam.

-Es por el libro -habló Crowley- Mientras lo tengan en su poder es imposible que los encontremos..

-Tiene que haber alguna opción, algo que se nos haya pasado por alto.. -hablé.

-Sí -apoyó Sam- Sólo hay que seguir buscando.

-¿Podéis dejar vuestra estupidez atrás por un momento, y escucharme? -dijo golpeando su copa vacía contra la mesa- ¿Qué parte de "es imposible mientras tengan el libro" es el que no entendéis? Esa magia es la más potente que hayáis podido imaginar nunca.

-Pero tiene que haber alg.. -decía mi hermano, pero lo interrumpió.

-¡No hay ninguna posibilidad! -dijo Crowley irritado.

-Hay algo que no me cuadra.. -dije mirándolo.

-¿El qué?

-Tú.. -me miró confuso.

-¿Qué quieres decir?

-Desde que has llegado te he notado raro, Crowley..

-Más preocupado de lo normal.. -objetó mi hermano- ¿Hay algo más que debamos saber?

-Y más te vale que nos lo cuentes por las buenas.

Crowley nos miraba sin mostrar expresión alguna. Se sirvió otra copa, y sin levantar la mirada en ninguna ocasión, habló.

-Es verdad que ando algo..distraído. Sinceramente, vine para ver si vosotros habíais encontrado algo que se me haya pasado por alto. Pero ya veo que no.. Llevo días sin pegar ojo y por más demonios que atrape, torture, prometa y mate, no encuentro absolutamente nada..

-¿Por qué estás tan preocupado, Corwley? -dije acercándome.

-Entiendo que ese libro sea el más poderoso que hay y quieras recuperarlo -dijo mi hermano- pero.. es como si hubiera algo más..

-¿Qué nos ocultas?

-No oculto nada.

-¿Entonces por qué tanta preocupación? ¿Me vas a decir que tienes miedo de que alguien le de un mal uso? -sonreí- Porque la verdad, no creo que tú le des un uso muy bueno que digamos.

-No es eso, imbécil.

-Espera, espera -dijo mi hermano- ¿Estás así por..tu madre?

-¿Qué? -dije sorprendido y Crowley ni siquiera nos miró.

-Es eso, ¿verdad? -se acercó mi hermano.

-Pensaba que tú y tu madre no teníais muy buena relación -dije sentándome a su lado- Ya sabes, que os intentáis matar cada vez que podéis.

-Tampoco os pongáis sentimental -dijo al fin- Es sólo que no os imagináis lo que esos demonios son capaces de hacer.

-Sí, bueno, nos hacemos una idea -dijo Sam.

-No imaginaba que algún día estarías tan preocupado por salvarle la vida a Rowena.

-No imaginaba que algún día estarías tan preocupado por salvarle la vida a Rowena

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-Bueno.. -dijo- Somos familia. Es la sangre.

-Eso no es lo mismo. Un hombre sabio me dijo una vez "La familia no termina con la sangre".

-Bonita frase -dijo- pero no dejaré que la maten.. Después de todo lo que me ha hecho, de la forma en la que me ha manipulado, no permitiré que otra persona que no sea yo, la mate.

 Después de todo lo que me ha hecho, de la forma en la que me ha manipulado, no permitiré que otra persona que no sea yo, la mate

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-Ahh.. Bueno, ahora sí tiene más sentido.. -dije y mi hermano asintió encogiéndose de hombros.

-Cuando sepáis algo, avisadme -dijo y se fue.

-Cuando encontremos el libro, no podemos dejar que se quede en su poder.

-Y no lo haremos -contestó mi hermano- En cuanto le devuelvan la memoria a Cas, nos hacemos con él.

-Sí.. -me recosté en la mesa, a su lado- Me sorprendió que quiera salvar a su madre.

 -me recosté en la mesa, a su lado- Me sorprendió que quiera salvar a su madre

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-Todo tuvo sentido cuando dijo que quería matarla él mismo -Sam.

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