Capítulo 49

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-Eh..¡Eh! Despierta... -siento que me dan una cachetada- ¡Despierta joder!

Intento abrir los ojos pero la claridad me deslumbra. Siento un gran dolor en la cabeza..y en todo el cuerpo..

-Eh.. -dice alguien. Esa voz me suena..- Venga princesa, ¿o quieres que te levante con un beso?

Abro los ojos y todo me da vueltas. ¿Ese es Crowley?

-Bien, eso es.. -me ayuda a incorporarme.

-¿Qué ha pasado?

-¿Tú qué crees? -miro alrededor y veo mi coche destrozado. Busco a Sam y a Cas con la mirada, pero no los veo.

-¿Dónde están mi hermano y Cas? -intento levantarme pero casi caigo, por lo que Crowley me sujeta.

-El ángel no lo sé, pero tu hermano sigue inconsciente en el coche -lo miro aterrado- Misha lo está ayudando -solté un gran suspiro y si tuviera fuerzas lo mataría, sólo por el susto que me metió.

Doy la vuelta a mi destrozado coche y veo a Sam recostado en él, ya despierto.

-Eh, Sammy -me acerco lo más rápidamente que puedo- ¿Cómo estás?

-Dean.. -dijo y parecía que todo le daba vueltas también- Bien, bien ¿tú como estás?

-Bien, vamos, te ayudo a levantarte.

-No, Dean -me paró Misha- Su pierna...

Lo miré y tenía los vaqueros ensangrentados, un trozo de camisa le envolvía el brazo y tenía una pequeña brecha en la frente.

-Tranquilo, estoy bien.. -me dijo- Sólo es un esguince.

Asentí y todo comenzó a darme vueltas de nuevo, por lo que me sujeté de Misha.

-¿Estás bien? -me miró asustado el ángel.

-Sí... -dije apenas. Sentía algo correr por mi nuca, por lo que me pasé una mano y vi que era sangre. Todo se puso negro y sentí cómo Misha me sujetaba fuertemente al desplomarme.

Intenté abrir los ojos pero los cerré instantáneamente por culpa de la claridad. Intenté llevarme la mano a la cabeza, ya que sentía algo molesto alrededor, pero no fui capaz de levantar el brazo.

-Ey -escuché a Sam y abrí los ojos difícilmente, acostumbrándome de nuevo a la luz- Por fin despiertas hermano.

-¿Cuánto he dormido? -sentía la garganta completamente seca.

-No mucho. ¿Cómo te encuentras?

-Genial, no sé qué diablos hago aquí.

-Has sufrido un mal golpe en la cabeza, Dean.

-¿Es que alguno es bueno? Venga, nos vamos -dije e intenté arrancarme la vía que me pusieron en el brazo, pero Sam me paró.

-¿Pero qué dices? Tienes que quedarte en observación -lo miré alucinado- Por lo menos esta noche.

-¡Oh venga ya! No pienso quedarme aquí, Sam.

-Lo harás -dijo dejando pasar más calmante por el suero.

-No me jodas... -dije sintiendo un líquido frío correr por mis venas- ¡Pero si hemos estado peor! -sentía cómo mi cuerpo se dejaba ir por culpa de la morfina- Eres un capullo...

-¿Cómo está? -entró Misha unos minutos después a la habitación.

-Cas -lo miré alucinado.

-Drogado -contestó mi hermano.

-Yo no.. -se acercó diciendo a mi cama.

-No, Cas, espera.. -lo interrumpí- Lo siento ¿sí? 

-Dean, yo..

-Lo sé, lo sé.. -lo callé de nuevo- Me comporté como un estúpido y lo siento... Te quiero, Cas, y siento mucho lo sucedido, tú siempre has sido parte de esta familia y yo te alejé porque soy un imbécil.. -el ángel me miraba algo apenado, pero sonrió.

-Claro -me cogió de la mano- No hay problema, Dean.

Sonreí y eché la cabeza atrás, dejándome llevar por el sueño mientras mi hermano soltaba un suspiro.

Esta vez desperté mucho mejor que antes, y vi al ángel sentado a mi derecha, mientras miraba un periódico.

-¿Misha? 

-¿Ya soy Misha de nuevo? -sonrió.

-¿Qué? -lo miré confuso y dejó el periódico a un lado.

-Antes me llamaste Cas, pensabas que era él -oh maldita sea, no puede ser.

-Lo siento, yo...

-Sí, eso mismo me dijiste -sonrió de nuevo- Tranquilo Dean, estabas con calmantes hasta arriba, es normal..

-¿Qué te dije? -dios, voy a matar a Sam.

-Que me querías -mierda- y que siempre seré parte de vuestra familia.

-Cojonudo.. -me pasé una mano por la cara- Iba drogado y no lo decía en serio..

-¿Entonces no soy de vuestra familia? -bromeó y yo rodé los ojos, pero también sonreí- Está bien, Dean. Además, fue algo bonito así que no te preocupes por eso.

-Genial.. -eché la cabeza.

-Ey, ardilla -entró un sonriente Crowley- ¿Cómo va todo?

-Pues para empezar no sé qué diablos haces tú aquí -me hice hacia delante de nuevo- Aunque ni siquiera sé por qué cojones estoy yo aquí. 

-La bronca a él -señaló a Cas, quien le miró sorprendido.

-Tú dijiste de traerlo -le recriminó.

-No.. Yo dije que necesitaba un médico, no que lo trajeran a uno

-Eres un capullo -dijo Misha, frunciendo el ceño.

-¿Qué pasa? -entró Sam.

-El que faltaba -hablé- ¿Vienes a drogarme de nuevo?

-¿Será necesario? -enarcó una ceja.

-Capullo -le dije y sonrió- ¿Cómo tienes el pie? -pregunté al ver las muletas.

-Bien, en unos días como nuevo.

-¿Con todo lo que hemos pasado y llevas muletas ahora? ¿En serio? -enarqué una ceja y Sam soltó una pequeña sonrisa, negando con la cabeza.

-Por cierto -miré a Crowley- ¿Por qué cojones sigues aquí?

-¿Esas son formas de tratar a un amigo? -se hizo el sorprendido, el muy imbécil.

-No somos amigos, es más, estoy deseando matarte y lo sabes.

-¿Y toda esa confianza que cogimos cuando eras un demonio dónde quedó?

-¿Qué? -preguntó Misha, completamente asombrado.

-¡Tú fuiste el que me convirtió en demonio, imbécil!

-¡Para salvarte la vida! De nada, por cierto. Ya van dos -sonrió.

-Estaba muerto por culpa de la marca, que mira por donde ¡también fue culpa tuya!

-En realidad.. - miró a Sam- Si Sam no la hubiera cagado, como siempre, tú jamás tendrías que haber llevado la marca.. ¿No? -dijo con su estúpida sonrisa maliciosa.

-Oh, calláos ya - dijo Misha, agotado- Parecéis unos críos.

-Si, me voy de aquí -dije y esta vez sí me quité la vía con el suero que tenía puesto.

DestielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora