-Hola chicos.
-¿Crowley? -dije sorprendido, al verlo aparecer- ¿Qué diablos haces aquí?
-¿Y cómo has entrado? -dijo Sam igual de sorprendido.
-No es la primera vez que estoy aquí, alce.
-No estamos para estupideces ahora, así que ve al grano -le dije- Porque supongo que no has venido sólo de visita.
-En realidad, he venido para..preguntar, sobre Castiel..-nos miró, examinando nuestros rostros- ¿Habéis hablado con él últimamente?
-¿Por qué lo preguntas? -dijo mi hermano.
-Curiosidad.
-¿Qué sabes, Crowley? Y más te vale que lo cuentes todo -dije acercándome a él.
-Al parecer, un par de demonios desaparecieron unos días, y hay ciertos rumores..cotilleos, ya sabes..
-¿De qué? -lo miré inquisidor.
-Bueno, parece ser que los oyeron hablar sobre Castiel antes de desaparecer.
-¿Y qué dijeron? -Sam.
-No lo sé.
-¿Sabes dónde podrían estar? -volvió a preguntar mi hermano.
-No.
-¿Eres el rey del infierno y no te enteras de lo que hacen tus demonios?¿Ni de que desaparecen? -le dije cabreado.
-Allí abajo hay más trabajo de lo que creéis, y tampoco soy la niñera de nadie.
-¿Sabes algo más o sólo has venido a decir eso?
-Han encontrado a uno de ellos muerto, disfrazado de Castiel, y supongo que habéis sido vosotros.
-Pues hazle un buen funeral -dije dándole la espalda.
-Imbécil, lo que utilizaron para transformarlo en él no es algo sencillo. Es magia muy poderosa.
-¿Qué quieres decir? -inquirió Sam.
-Conozco a esos chicos y son muy listos. No tenían en muy buena estima al ángel, y a ustedes tampoco, obviamente, así que teniendo en sus manos semejante poder..podrían hacer, o hacerle, cualquier cosa.
-Cuando encuentre a esos estúpidos demonios.. Cómo le hagan algo a.. ¡Los mataré con mis propias manos!
-Ey, relájate vaquero -dijo Crowley, interrumpiéndome.
-¿Que me relaje? -le dije incrédulo- ¡Cas está en peligro!
-Bueno, pensé que eso más bien sería un favor para ti -dijo asomando una casi imperceptible sonrisa.
-¿A qué te refieres?
-¿Qué?¿Ya no te acuerdas de todo lo que dijiste aquella noche en el bar?-Hijo de puta.. Si le pasa algo lo pagarás muy caro.
-Dean, lo encontraremos -dijo mi hermano y luego miró al rey del infierno- y tú nos ayudarás.
-¿Yo? -soltó una risa irónica- ¿Por qué iba a hacer eso?
-Vamos Crowley, los tres sabemos que no has venido aquí sólo para decirnos que Cas está en problemas -le dije.
-Si has venido hasta aquí es porque todo esto te ocasiona, de algún modo, problemas a ti -repuso mi hermano.
Nos miró unos segundos, se dio la vuelta y se dirigió a la silla, sentándose.
-El conjuro que han usado procede de un gran libro de magia, muy antiguo. Y peligroso. Estuvo desaparecido un tiempo pero logramos conseguirlo.
-¿Logramos? -pregunté.
-La última persona que tuvo ese libro en su poder fue mi madre.
-Cómo no! -dije y mi hermano y yo nos miramos a la vez.
-Bien, llamamos a tu madre y que nos ayude -dijo Sam.
-Ya. No será tan fácil..
-Lo sabemos -le dije- Querrá algo a cambio, como siempre..
-No es eso exactamente.
Lo miramos con el ceño fruncido, esperando a que siga hablando.
..Es que mi madre también ha desaparecido.
ESTÁS LEYENDO
Destiel
SonstigesEs una continuación alternativa de Sobrenatural y más personal sobre Dean y Castiel. Sam ya hacía un tiempo que se había dado cuenta de los sentimientos de Dean, cosa que éste negaba. Sobra decir que hasta el propio Crowley se había dado cuenta de l...