24.

765 106 6
                                    

UNA MARGARITA MARCHITA.

Me amaste y mimaste el tiempo
necesario, no puedo decir que no
agradezco lo mucho que me enseñaste.

Tu recuerdo aún tortura mi alma,
y me saca lágrimas de sufrimiento
mismo, tu partida ha sido una dura
puñalada a éste frágil corazón.

Pero sé, que entre recuerdos y sueños,
aún te pertenezco, aún estás conmigo.

Oh querida, si tan sólo vieras
el daño que me hizo tu partida.

Creí que serías eterna, como la noche,
como mi enredada cabellera.

Te necesito tanto, más de lo que te
imaginas, sé que tú me hubieses
aceptado y escuchado, sé que de ti
todo cariño demostrado había sido
puramente sincero.

Te amo, estrella mía.
Te amo, querida mía.

Siete años de tu partida, y aún no
logro conciliar el sueño sin siquiera
llorarte un momento.

Te extraño con cada parte de mi alma,
si vieras como es que vivo ahora, joder,
las lágrimas salieron otra vez.

Y éste dolor en el pecho,
está cruda sensación cada vez se
expande más y más.

Oh mierda, te necesito tanto,
juro que si tuviera la oportunidad,
daría mi vida por la tuya, por volverte
a ver, por volverte a abrazar.

Tu mirada aún penetra mi alma,
tu cariño aún acaricia mi corazón.

Las cosas nunca son como uno
quisiese, por ejemplo: aquí estoy
intentado vivir en éste crudo mundo,
mientras tú divagas en el más allá.

Tú recuerdo estará siempre conmigo.

23/02/10

El Placer de SentirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora