Luke Y Robert(Luke Hemmings)

Capitulo 27:"Abrazo."

-Está bien, mamá.-Dije sacando una dona.-Estudié.-Le dije. 

-Bien, recuerda que regresaré mañana. Te quiero.-Dijo.

-Yo también.-Mi voz sonó quebrada, estaba peor. Había perdido peso, entre ayer y hoy, diría que la dona que tengo en mi mano me daban ganas de vomitar. Levanté sin ánimos mi bolso y lo colgué en mi hombro. Abrí la puerta y fui hasta la limusina, Andrew tenía la misma cara de preocupación que el día de la fiesta. Que un patán te quite la virginidad, y te abandone es horrible. Miren como estoy, mis brazos volvieron a tener líneas, al igual que mis piernas. Mis ojos hinchados de tanto llorar, mis labios parecían pasas de uvas. Mi voz, más fina y fea de lo normal. Y mi corazón destruido, pisoteado por un estúpido ilusionista. Apoyé mi cabeza en el cristal mientras veía las nubes grises, que dejaban caer gotas de agua en la tierra. Fruncí los labios y cerré mis ojos con fuerza. Destrozada. La única palabra que me definía. Ya había llegado, bajé sin despedirme y caminé por el pasillo. Las miradas se centraron en mi. Mientras mis ojos se llenaban de agua, noté a Luke, con sus amigos. Nuestras miradas se conectaron por un segundo y le transmití todo mi odio. Y el... bajó la mirada. Camine a él jardín y me senté en el césped. No quería entrar a esa clase, me tocaba con él. Miré mis manos, y arrastre la mirada viendo todo mi brazo. Volví mi vista al frente y rápidamente me paré, para luego correr a él. Mientras mis ojos se aguaban, me abrazó en sus fuertes brazos. No tardé en llorar, siempre lo he echo con él. 

-Lo siento.-Dije en un sollozo. 

-No, perdóname.-Dijo y negué, miré sus ojos, ellos no me recordaban a Luke.

-Fui muy estúpida.

-No lo fuiste, el lo fue.-Secó mis lágrimas con su pulgar. Me escondi en su pecho mientras acariciaba mi cabello. Después de unos segundos, mi respiración se normalizó y dejé de llorar. Sentía como me protegía, como siempre lo ha echo. Miré sus ojos, ellos tenían un tono de preocupación.

-No te preocupes.-Dije y negó.

-¿Cómo quieres que no me preocupe? Mi hermano dejó tirada a mí mejor amiga.-Dijo.-En una fiesta llena de borrachos.-Sonó como una madre protectora, haciéndome reír. Volví a abrazarlo y me despedí, caminé hasta la clase, topandomé con alumnos. Llegué a la sala y entré, y las miradas se volvieron a clavar en mí, fui al último asiento, en el que nadie se sentaba. Murmuraron cosas como "En la fiesta." O "Dicen que se la tiró.", esas personas, esas malditas personas, se pueden ir al infierno. Ya tienen un pase seguro. Acomode mi gorro de lana en mi cabeza, esperando a que el profesor dé su maldita clase. Tomé mi lápiz y hice ritmo chocando con la mesa, mientras mi pierna se movía impaciente.

-Acaba viejo panson .-Susurré para mi misma. Se escuchó el timbre y rápidamente salí, pero una mano sostuvo mi brazo. Miré de quien era, Luke, lo miré con asco y me solté. Llegué a la cafetería y fui donde estaba Robert, tenía nuevos amigos.

-Hola.-Dije y me senté a su lado, después de sacar comida en una bandeja, el me miró optimista y le sonreí.

-Ella es Eddie, y el es Tim.-Los señaló, saludé con la mano.

-¿Como estas?-Preguntó la chica, al parecer no notaron que soy la zorra de la que hablan todos.

-E-Estoy bien...-Bajé la cabeza.

-Nunca te he visto.-Habló Tim.

-Soy invisible.-Dije, intentando parecer normal, pero no lo logré, Robert tocó mi espalda y asentí. El entendía que no quería hablar, ni comer. Le di un bocado y mi estomago se revolvió, me paré rápidamente y caminé al baño. Al salir de la cafetería corrí hasta llegar al baño de mujeres, entré y me metí en uno de los baños.  Tenía que vomitar, sentí como ese pequeño bocado subía por mi garganta. Hasta que vomité, las lágrimas volvieron, aún agachada, y cayeron de mis ojos. Escuché que alguien tocó la puerta.

-Soy yo.-Era Robert.-¿Estás bien?

-No...-Dije, limpiando mi boca. Salí del baño aún con ese amargo gusto, Robert me tendió un pañuelo después de lavar mi boca.-Gracias.

-Por favor, cuidate.-Me dijo y asentí. Me dio un abrazo, uno protector. Si, mi mejor amigo era como mi héroe.